El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha establecido un protocolo de actuación en los distritos Suroeste, Centro-Ifara y Anaga ante la emergencia hídrica que incluye el establecimiento de tres niveles que determinarán las restricciones de agua según la capacidad de almacenamiento disponible en los depósitos.
El nivel verde no incluye restricciones en el uso del agua mientras que el naranja y el rojo supondrán una serie de restricciones o prohibiciones, en cada caso, ha dicho el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, que junto con el alcalde José Manuel Bermúdez, ha presentado el conjunto de medidas tras la declaración insular de emergencia hídrica.
Bermúdez explica en un comunicado que el Ayuntamiento ha estado trabajando, en colaboración con la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa), para establecer medidas para asegurar el consumo responsable de agua potable.
Con el sistema ideado por el Ayuntamiento, si el porcentaje de agua potable almacenado en los depósitos es del 45% o mayor, Santa Cruz estará en una situación favorable, sin prohibiciones mientras que el color naranja del semáforo del agua del municipio señalará un nivel intermedio, que se traduce en un porcentaje de almacenaje entre el 25% y el 45%.
En este caso, el consistorio informará sobre la restricción de agua potable para baldeos y uso de servicios de limpieza, duchas de playas y zonas de baño públicas y privadas, chorros, lavado de vehículos fuera de autolavados, zonas deportivas, recreativas y hoteleras, consumo de agua potable en zona portuaria y cierre de fuentes públicas.
Si el semáforo del agua está en color rojo, indicará que existe menos del 25% de almacenaje, con lo que, según una nota municipal, se tendrá que ajustar bastante el consumo de agua potable en la ciudad, pasando de restricciones a prohibiciones en el uso del suministro“, explica el edil de Servicios Públicos.
En esta línea, si Santa Cruz registra menos del 25% del almacenaje habitual en los depósitos, se efectuarán prohibiciones como el uso de agua potable en duchas de playa y zonas de baño, tanto públicas como privadas, en la limpieza viaria, cierre de chorros públicos, prohibición de llenado de piscina públicas y privadas, uso de autolavados y lavado de vehículos particulares, riego de parques y jardines.
Así como la restricción del consumo a centros comerciales y la reducción de presión de la red de agua potable las 24 horas del día.
Por su parte, el jefe de servicio de Servicios Públicos, Juan Fernando Cano, explica que ya el año pasado, a raíz del incendio, se hizo una obra provisional para aportar más agua de la desaladora al distrito Suroeste, se dejó hecha una conducción por la que actualmente entran 1.200 metros cúbicos de agua desalada.
Asimismo, la semana pasada comenzamos otra obra, en la vía Ofra-El Chorrillo, para duplicar la capacidad de aporte de agua desalada, que se prevé que esté terminadas el próximo año“.
Ha explicado que además se trabaja para duplicar la producción de agua desalada de la desaladora.
“Ahora mismo obtenemos 28.000 metros cúbicos al día y tenemos un proyecto para llegar a los 40.000 metros cúbicos al día, con el objetivo puesto en los 60.000 en el futuro”, apunta Juan Fernando Cano.
El alcalde José Manuel Bermúdez insiste en que son una serie de medidas que se efectuarán con total transparencia, de las que se informará debidamente por los canales habituales.
El Ayuntamiento solicita la colaboración ciudadana y la implicación de comercios, hoteles, restaurantes y familias del municipio.