La tendencia de los políticos a salir constantemente en fotografías como parte de su estrategia de comunicación pueden convertirse en un elemento “peligroso” dado que en el futuro se les “puede recordar que han estado con determinadas personas”, según un estudio presentado en el VI Congreso Internacional Latina de Comunicación Social que se celebra estos días en la Universidad de La Laguna.
En la ponencia “Tratamiento en los medios de comunicación audiovisuales del mensaje comunicativo y la imagen de los políticos”, la profesora de las universidades de Vigo y Oberta de Catalunya Marta González, señaló como ejemplo reciente el caso del “pequeño Nicolás” u otros como las fotografías que muchos líderes políticos se tomaron con el presidente de Libia, Muamar el Gadafi.
En la actualidad, con la permanente exposición de los políticos a sus públicos, se aprovecha “cualquier momento para venderse y eso lo hacen a través de la imagen, por medio del lenguaje corporal, a veces más que con las palabras y la oratoria”, prosigue González.
Sin embargo, esta tendencia al protagonismo que deriva hacia la noción de “políticos estrella” puede generarles consecuencias negativas posteriores, particularmente con los selfies o autorretratos con ciudadanos.
“No son realmente la mejor forma de trasmitir y comunicar una buena imagen ya que, al ser espontáneos y sin preparación, a veces pueden distorsionar la imagen de una determinada persona”, advierte González en su ponencia.
Según la autora, las fotos con personas anónimas o gente conocida pueden “encumbrar” a un político pero también pueden “dar al traste” con su trayectoria, especialmente ahora, que se vive en una campaña electoral constante, aunque realmente no sea así, dado que la campaña legal dura los quince días previos a la votación.
González concluye que los responsables de comunicación de los políticos deben de estar muy vigilantes ante las publicaciones fotográficas que aparecen en los medios de comunicación, una foto inesperada con una persona que en su día fue importante y que ahora por el motivo que fuere no lo es, puede resultar inconveniente para el candidato.
Internet y la información sobre salud
Un estudio presentado en el VI Congreso Internacional Latina de Comunicación Social revela que los jóvenes acuden a Internet como fuente de información sobre salud, por encima de los médicos o farmacéuticos. La práctica totalidad de los jóvenes universitarios españoles que consultan Internet como fuente de información sobre salud acuden a buscadores genéricos. Un 77% de ellos lo hace con mucha frecuencia, superando las consultas al médico (34,2 por ciento) o farmacéutico (19,8%), aunque la confianza que se le otorga es mucho menor. El principal motivo de búsqueda de información está más centrado en los hábitos de vida y nutrición saludables, más relacionada con la prevención de enfermedades. La búsqueda de tratamientos alternativos a la medicina tradicional o la búsqueda de diagnósticos y tratamientos de enfermedades se quedan muy atrás en la motivación de los jóvenes.
El estudio titulado “Hábitos de búsqueda y confianza en la información online sobre salud entre jóvenes universitarios”, realizado por los profesores María Cruz López de Ayala, Beatriz Catalina García y Paloma Alfageme Pardo, de la Universidad Rey Juan Carlos, cifra en un 83% los jóvenes que acuden a la red a buscar datos, mayoritariamente impulsados por la curiosidad (70,4%).
La ponencia presentada ayer en la Universidad de La Laguna pone de manifiesto la importancia que los jóvenes le dan a Internet como fuente de información pero, sin embargo, la deficiencia que tienen para localizar buscadores o páginas profesionales del ámbito que le brinden esa información.
De hecho, un 93% no conoce ninguna página web, por lo que terminan acudiendo a Google o Wikipedia como referentes. “Los jóvenes no saben dónde encontrar información médica fiable y contrastada por lo que recurren a buscadores genéricos que ordenan la información sin un criterio reconocido.
En esta línea, la confianza de los jóvenes en su capacidad para localizar y evaluar información online sobre salud no resulta muy elevada“, revelan los autores del estudio.
La importancia de Internet, y las implicaciones que un mal uso puede tener sobre la salud de los usuarios y la constatación de ciertas deficiencias en la calidad de esa información, ha generado cierta inquietud entre los profesionales de la medicina.
En lo que se refiere a recursos online, la tasa de confianza más elevada se concede a las páginas web médicas y a las revistas especializadas en salud, en tanto que las redes sociales y los foros son los que consiguen una menor credibilidad.
Los jóvenes, sin embargo, siguen teniendo una alta confianza en los recursos offline tradicionales –profesional médico y farmacéutico- frente a las web médicas, y de los recursos informales offline como familia y amigos frente a las redes sociales y foros o blogs.
De los resultados expuestos, los autores consideran que es conveniente “desarrollar campañas de alfabetización mediática en este ámbito, informando a los jóvenes de los recursos disponibles y facilitándoles criterios de valoración con el fin de aprovechar las oportunidades que este medio ofrece”.