La reparación de plataformas petrolíferas en Santa Cruz de Tenerife ha generado más de 70 millones de euros de beneficios desde marzo de 2014, fecha en la que llegó la primera al muelle de la capital, situado, según los expertos, en un lugar estratégico para las naves en su camino entre Europa o América y África.
El director comercial de Puertos de Tenerife, Airam Díaz, ha detallado en una entrevista a Efe que en total se han reparado 10 plataformas durante este periodo de tiempo que han dado beneficios no solo a la Autoridad Portuaria sino también a empresas relacionadas con la reparación naval y a las que proveen servicios tanto a los barcos como a la tripulación, que también realiza sus gastos en la isla.
Por el momento, solo se han realizado reparaciones que no han superado los 15 millones de euros, aunque es cuestión de tiempo que las plataformas requieran una revisión en la que se tengan que verificar todos los equipos, lo que no costaría menos de 80 millones y requeriría al menos 230 trabajadores, en función del tipo de nave podría ser mucho más, ha explicado Airam Díaz.
Estas naves, que tienen que revisarse de forma obligatoria cada cinco años, han realizado hasta el día de hoy dos tipos de reparaciones: una en la que se desactiva la plataforma para realizar un mantenimiento de los equipos, que deja en la isla entre 5 y 7 millones por cada buque; y otra en la que se comprueba el buen funcionamiento de las maquinas con la tripulación a bordo, que supone entre 10 y 15 millones.
El director comercial ha asegurado que la reparación de plataformas petrolíferas es un subsector en auge que está arrancando en la isla, donde, junto con Gran Canaria, son los únicos sitios de España que ofrecen este tipo de servicios tanto a las naves como a los buques perforadores que llegan del norte de Europa, Asia, golfo de México y de Guinea o de Brasil.
Ha recordado que desde hace cinco años el puerto de Santa Cruz de Tenerife se vende al mundo como un lugar donde poder acometer todo tipo de reparaciones navales, un servicio de vital importancia para estas naves pues un error que pare la producción conllevaría costes millonarios de más de tres millones de dólares al día, lo que hace que sean muy meticulosos para que todo funcione correctamente.
Para ser más atractivo y competitivo, tanto el puerto de la capital tinerfeña como el de Arinaga en Gran Canaria, ofrecen unas bonificaciones que suponen una rebaja del 40 por ciento de las tasas portuarias.
Estos incentivos y la apuesta de la Autoridad Portuaria por impulsar la reparación naval han hecho “que en líneas generales podamos decir que el puerto de Santa Cruz de Tenerife se está levantando de un gran letargo”, ha señalado Díaz.
Con esta nueva actividad, muchas personas que antes trabajaban para la Refinería han encontrado un sitio donde trabajar en el puerto de la capital tinerfeña.
Según el directivo, disponer de empresas que están acostumbradas a trabajar en condiciones de seguridad y riesgo da la posibilidad de tener personas preparadas para trabajar en las plataformas, que necesitan, entre otros servicios, la asistencia de los servicios náuticos para poder entrar y salir del muelle, y seguridad y recogida de residuos.
Además, para cada una de las plataformas que atracan en el puerto se tiene que construir una defensa hecha a medida según el casco del buque, de lo que se encargan empresas externas que pueden llegar a contratar hasta a 25 trabajadores para esta tarea.
Otros de los perfiles profesionales más demandados son los ingenieros, sobre todo los especializados en naval y mecánica, soldadores hidráulicos, electricistas y pintores.
Esta apuesta del puerto de Santa Cruz de Tenerife supone, en palabras de su director comercial, “ilusión y diversificar el riesgo” y una actividad a la que la sociedad no puede negarse dado la alta tasa de desempleo que hay en Canarias.
A pesar de que todavía está arrancando ya está contribuyendo a la economía, ejemplo de ello es que desde 20014 hasta ahora se ha pasado de tener seis talleres en el puerto prestando servicios de reparación a 33.
La construcción de un astillero, el único en el puerto, de 14.000 metros cuadrados al inicio del dique del este dará un nuevo impulso a este subsector que necesita un espacio de estas características para dirigir las reparaciones que se hacen en las plataformas y llevar a cabo un control de calidad de los servicios que se prestan.
El astillero, que comenzó a construirse hace algo más de diez días, estará a pleno rendimiento el segundo trimestre de 2016 y precisará la contratación de una plantilla fija formada por 60 personas, la mitad ingenieros navales e industriales y el resto personal técnico, ha avanzado Jonathan Pérez, director general Tenerife Sea Yards, la empresa encargada del astillero.
Una vez esté operativo, se podrán reparar en tierra buques de hasta 230 metros de eslora y desde allí se dirigirán las reparaciones que se hagan en las plataformas, ha precisado Pérez, quien prevé facturaciones por encima de los 30 millones de euros al año en proyectos de reparación de plataformas petrolíferas.
Para facilitar la incorporación de 16 jóvenes al sector de las reparaciones navales, la Federación de Empresarios del Metal y Nuevas Tecnologías ha puesto en marcha el proyecto Femete Naval, en el que se imparten cursos de formación sobre materias como soldadura y tubería aplicada a las reparaciones navales, trabajos en altura, recursos preventivos y manejo de un puente grúa.