El portavoz del PP en Granadilla: “Estamos trabajando muy bien con el PSOE en el municipio, pero lo que pase mañana no lo sé, y menos en política”

Álvaro Morales

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Como siempre, las censuras dependen de los concejales (sus actas son intransferibles) y nunca puede haber una si no se suman los ediles suficientes, por mucho que, desde arriba, los respectivos partidos lo estén y sigan intentando. Dado por descontado el acuerdo entre CC y Vox para cambiar el actual gobierno de Granadilla porque ya lo hubo en 2023 para evitar el pacto aún vigente entre el PSOE y PP, la única posibilidad de voltear este municipio clave del Sur de Tenerife (con el aeropuerto Reina Sofía, el puerto industrial y una creciente población que llega ya a 65.000 habitantes) pasa por que, al menos, uno de los dos representantes de los populares, Marcos Antonio Rodríguez y Bianca Cerbán, estén por la labor. Las altas esferas de su formación y las de CC lo están intentando y, como el propio Rodríguez recalca a Canarias Ahora, “seguro que lo seguirán haciendo”, pero, “de momento, no nos han llamado”. Además, recalca que el gobierno local “está trabajando muy bien y no nos planteamos ningún cambio, pero lo que pase mañana no lo sé, y menos en política, que no es nunca una foto fija”.

El portavoz de los conservadores, así como la otra edil del PP, se encuentran suspendidos de militancia justamente desde que, en contra de las directrices de su partido (que les obligó a hacer alcalde a Domingo Regalado, de CC, junto a los dos ediles de VOX) en junio de 2023 optaron por un acuerdo con los socialistas que hizo alcaldesa a Jennifer Miranda, que cogió por sorpresas a muchos, pero que no chocó mucho a otros que conocían las diferencias o dificultades para que estos concejales pudieran reeditar un acuerdo con los nacionalistas de Regalado.

En declaraciones a Canarias Ahora este lunes, el segundi teniente de Alcalde insiste que, “en política, nunca se puede saber qué puede pasar mañana”, pero, en estos momentos, “ni nos planteamos esto ni me han llamado del partido para decírmelo”. Es más, lo de la impredecible de la política lo liga a la propia vida, “pues, por ejemplo, en 2010 me dio un principio de ictus y nunca se sabe qué puede ocurrir”.

 A su juicio, “quizás lo que ha ido saliendo de una posible censura se debe a que, hace poco, vistamos a Manuel Domínguez (presidente regional del PP) en vicepresidencia del Gobierno y hasta nos hicimos y publicamos una foto cuando aún estamos suspendidos, pero es que yo siempre seré del PP y siempre votaré a mi partido. Otra cosa es cómo está funcionando el gobierno con el PSOE y, la verdad, tengo que decir que nos va bien. Hay una gran diferencia respecto a la gestión con CC y, por ejemplo, en este primer año hemos licitado prácticamente todos los proyectos principales, aparte de que nosotros no podemos pactar con tránsfugas”, en relación a los exediles populares Marcos y Yanira González, luego en CC.

“A mí se me conoce como el concejal perreta, pero aseguro que no hay nada firmado para una censura y tanto yo como Bianca estamos muy bien con el actual pacto. No sé qué pasará mañana, pero también creo que la palabra dada es importante, y más en política. De hecho, los dos estamos en un limbo respecto a nuestra situación en el PP y tampoco sabemos qué va a pasar con eso. Ya se verá, pero, para romper ha de pasar algo muy raro aquí para vernos en esa situación. Por supuesto que no es lo mismo ser un concejal delegado como en el mandato anterior (entró en política en 2018), pero me están dejando trabajar mucho más que antes, las relaciones son muy buenas y mi gran objetivo es cumplir todo el programa local del PP: ese es mi gran planteamiento, sacar todos nuestros proyectos”.

A Rodríguez le sorprende el revuelo que ha causado en el municipio las informaciones publicadas sobre los “intentos”, “sondeos” y “movimientos” en PP y CC por arriba para intentar voltear gobiernos como el de Granadilla, Arico y, con muchas menos opciones (aunque el PP trata de vincularlo todo), Güímar. “Antes, para hacer la compra tardaba tres cuartos de hora, por ahí, porque hablaba con muchos vecinos, pero es que, ahora, son tres horas”, explica.

Además, tiene claro que “CC y Vox ya pactaron en 2023 un gobierno alternativo”, por lo que da por hecho que tienen acordada una censura si logran los votos suficientes (que depende básicamente de, al menos, uno de los dos representantes del PP). “Tengo claro que la única opción con la que cuenta CC para crecer aquí es fagocitar a los partidos de derecha. Ya lo intentaron con el PP, con Marcos y Yanira, pero fracasaron. Solo les queda fagocitar ese voto de la derecha; no lo lograron con el PP y, ahora, lo hacen con Vox, cuyos concejales, en los plenos y el día a día, casi parecen ediles de CC, como ocurrió en Teguise” (donde su único representante, Ginés González, propició un gobierno con CC y PP con él con competencias y, al final, se pasó a los no adscritos y sigue gestionando).