La actividad de producción de leche fresca de vaca en Tenerife está pasando, sin lugar a dudas, por uno de sus peores momentos y, lo que aún es más desconcertante, no hay soluciones a la vista. En la actualidad, las cada vez menos explotaciones pecuarias de bovino de leche que quedan en la isla (no muchas más de 12 granjas consideradas profesionales) lo tienen más difícil para vender sus producciones debido a la caída de la demanda en la industria de transformación y al bajo precio que estas empresas imponen a los ganaderos locales. Los dos problemas hoy se dan al mismo tiempo.
Tenerife produce al día menos de 20.000 litros de leche cruda de vaca, por casi el cuádruple de Gran Canaria. Ante esta coyuntura, algunos ganaderos tinerfeños han decidido denunciar la situación que padecen: la de no poder comercializar toda la leche fresca de vaca que meten en sus tanques de frío ordeño tras ordeño, y a la vez alertar a las administraciones públicas competentes acerca de las supuestas prácticas ilegales que se dan en la elaboración de derivados lácteos en las islas, entre ellos en parte del queso que se produce en Canarias. Según afirman, ello está en el origen de la “dramática situación que el denostado sector de la leche de vaca está padeciendo con extrema dureza en estos momentos”.
Algunos de los ganaderos locales ya han tenido que desaprovechar parte de su producción por la inexistencia de mercado en la isla, entre ellos Heraclio del Castillo, que tira unos 400 litros al día y tiene una granja de leche en Fasnia (el ganadero con más cabezas de bovino en Tenerife), y Víctor Gutiérrez, con una explotación en Los Baldíos (La Laguna). Tal y como relatan, el principal problema que actualmente les afecta a ellos y a otros tantos ganaderos de bovino de leche tiene que ver con el supuesto “uso fraudulento de la leche en polvo en la producción de derivados lácteos”, una materia prima que en Canarias se importa con ayudas comunitarias del Régimen Específico de Abastecimiento (REA).
El supuesto fraude al que aluden esos ganaderos, explican ellos mismos, se manifiesta de dos maneras principalmente. En primer lugar, los artículos transformados, que solo se pueden elaborar con un porcentaje máximo de leche en polvo, se producen con más, como puede ser el caso del queso fresco, que solo puede llevar un máximo del 5%. En segundo lugar, el etiquetado de esos derivados de la leche suele ser irregular, genera confusión o no define con claridad la aportación de leche en polvo que tiene cada transformado o preparado lácteo.
Estas dos situaciones, argumentan las mismas fuentes, junto al hecho de que cada día que pasa “hay más transformadores que apuestan por la elaboración masiva con leche en polvo”, ha colocado a los ganaderos de leche de la isla de Tenerife contra las cuerdas, principalmente porque su mercado se ha encogido “al sustituir, en muchos casos de manera irregular, la leche fresca por la leche en polvo”, más barata y con mejor rendimiento, o bien “al equiparar el precio de recogida de la leche fresca o cruda al nivel de coste de la materia prima que se consigue en la transformación con leche en polvo”.
Esos fenómenos son conocidos de forma directa, descritos por los propios ganaderos, por responsables de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, a través de su director general de Ganadería, David de Vera, y por el Cabildo de Tenerife, en conversaciones mantenidas por ese grupo de afectados con el responsable insular del área de Ganadería, Jesús Morales.
Granjas abocadas al cierre si el precio no llega a 0,50 euros/litro
Los ganaderos de bovino de leche de Tenerife consideran que el precio adecuado de venta de sus producciones debe estar, en condiciones óptimas de calidad de la materia prima que suministran, en 0,50 euros/litro. Esto, descontada la ayuda reglada para la industria local existente dentro del programa Posei, coloca el coste efectivo en 0,39 euros. El ingreso del ganadero, según el mismo supuesto, equivaldría a esos 0,50 euros/litro más 0,08 de ayuda del Posei comunitario (el que siempre se paga). A este apoyo público se debería unir otro más pequeño, de 0,02 euros/litro, en este caso con cargo al llamado Posei adicional (ayudas de Estado), que es el conocido como Posei “malo” porque no se ha abonado para 2011 ni 2014 ni 2015. Estos pagos llevan un retraso descomunal.
Aparte de estas consideraciones, los mencionados profesionales de la ganadería de bovino (que ha reducido prácticamente a la mitad su censo de vacas lecheras en Tenerife en poco más de cinco años, con unas 12 explotaciones profesionales en la actualidad y el cierre continuo de granjas) han hecho hincapié en la fallida política ganadera del Cabildo de Tenerife, con el control de Coalición Canaria y con brazo ejecutor de casi todas las acciones aprobadas, “con resultados desastrosos”, en la Cooperativa del Campo La Candelaria.
Todos los proyectos estrella del Cabildo de Tenerife vinculados a la ganadería de bovino de leche han resultado fallidos, desde la iniciativa sobre polígonos ganaderos, hoy en día inexistentes, hasta la apuesta por Teisol y Bio Granja (ambas propiedades del Cabildo y actualmente cerradas a cal y canto, previa inversión pública descomunal), pasando por el plan de recría de novillas lecheras en Fasnia o por la apuesta de prestar apoyo masivo y sin punto y final a la Cooperativa La Candelaria, que ha tenido que vender su fábrica de piensos para eludir la quiebra y que ha abandonado Teisol.
En la actualidad, esta entidad solo produce quesos en la fábrica que el Cabildo de Tenerife posee en el barrio orotavense de Benijos, donde los ganaderos que entregan la leche se las ven y se las desean para cobrar su materia prima en plazos razonables y asumibles, lo que ya ocurrió de la misma manera con Teisol.
Ante la situación descrita, el grupo más importante de ganaderos de bovino de leche en la isla, que se ha organizado al margen de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate), solicita de la Consejería de Agricultura y del Cabildo de Tenerife que garanticen y faciliten la venta de la materia prima fresca de origen local, además del crecimiento futuro de la producción de leche cruda de vaca en la isla, que atinen con los proyectos que abanderan, para que de verdad sean soluciones para los ganaderos y así evitar lo ocurrido con Teisol, y que extremen los controles y las inspecciones para combatir el supuesto fraude que se da en la fase de transformación y comercialización de derivados lácteos.
Además, apuestan por que “no se paguen ayudas del REA a los importadores de leche en polvo si antes no se garantiza la salida de toda la leche cruda de vaca que se produzca en las islas”.
Ese grupo de ganaderos locales, que prácticamente representa el 100% de la oferta de leche de vaca en Tenerife, reclama de la Consejería de Agricultura el inicio de todas las inspecciones que sean necesarias para intentar acabar con el supuesto fraude que en la actualidad existe en la fabricación de derivados lácteos con leche en polvo y en el etiquetado de estos mismos productos.