El empresario José Ana Pérez Labajos, uno de los principales imputados en el conocido como caso Fórum, ganó 8,9 millones de euros en premios de lotería tan solo en el año 2003, dinero que fue a parar íntegramente a fondos de inversión a favor de su esposa e hijos. La ramificación de esta trama en Tenerife tiene su origen en la venta a Fórum Filatélico por parte de Labajos de los activos que poseía para la construcción de un puerto deportivo en San Andrés y de una urbanización en unos terrenos reclasificados de rústicos a urbanizables en Valle Tahodio, también en Santa Cruz.
De ahí que las investigaciones desarrolladas durante los últimos años por parte de la magistrada Lucía Machado, titular del Juzgado de Instrucción número cinco de la capital tinerfeña, resalten “la estrecha relación” entre el empresario y José Manuel Carlos Llorca, cabeza de Fórum y actualmente en paradero desconocido. De hecho, en numerosas ocasiones de la conocida como Operación Lavandera los investigadores se refieren a Labajos como “testaferro” de Llorca.
Igualmente, se detectaron regalos por parte del empresario a personas participantes en ambos proyectos y vinculados con el Ayuntamiento, como es el exalcalde Miguel Zerolo, responsables de la Gerencia de Urbanismo o del Plan General de Ordenación y de la Autoridad Portuaria, todos ellos con influencia para que sus iniciativas salieran adelante con las menores dificultades posibles. Los regalos consistieron en cajas de vino, que en el caso de Zerolo tenían un valor de 2.190 euros.
Durante su declaración ante la juez, Labajos dijo que era muy aficionado a participar en los sorteos de lotería y especialmente en el de navidad, hasta el punto de comprar unas cuarenta hojas cada año. Dice que en 2006 y en un mismo mes también ganó una bonoloto por valor de 40.000 euros y una quiniela de fútbol de 160.000 euros.
En el caso del premio de nueve millones señaló que nunca jugaba al mismo número y que podía gastar alrededor de 5.000 euros semanales en sorteos, “más dinero del que debiera”, dijo, aunque acto seguido añadió que recuperaba bastante de lo invertido en reintegros.
Dado que la compra de billetes de lotería premiados es una de las principales tácticas para blanquear dinero, el abogado de Labajos pidió al Juzgado que realizara una serie de diligencias con el fin de que quedara rechazada de forma tajante esta posibilidad.
Para demostrar que los boletos habían sido adquiridos directamente por el empresario, el letrado solicitó que declarara el responsable de la Administración.
Igualmente pidió que por medio de los extractos bancarios se comprobara los cargos que cada semana el empresario hace para la adquisición de billetes. Añadió que otra prueba de que no se trataba de blanqueo de dinero es que el premio fue cobrado tan solo dos días después del sorteo. También se pusieron sobre la mesa informaciones periodísticas en las que se hablaba de un solo ganador de ese número.