No hay cama pa tanto chino

¿Están hartos de la campaña electoral? tranquilos... hoy no vamos a hablar de política. Se me ha ocurrido que quizá necesiten un oasis de tranquilidad en medio de tanta promesa. Yo lo confieso, también voy necesitando vacaciones. Más o menos lo mismo ha debido pensar un empresario chino de sus trabajadores, que ha decidido regalarles un viaje relajante a Francia. Lo peculiar del caso es que los invitó a todos...y eran más de 6.000. La invasión oriental ha sido vista haciendo una cola en el museo del Louvre, que desde la Estación Espacial Europea parecía la propia muralla china.

En París hicieron la bienvenida que se merece al grupo y allí les recibió hasta el ministro de Exteriores. Las cifras del viaje son espectaculares, 30.000 pernoctaciones en 140 hoteles, 79 de ellos entre Niza y Mónaco, de cuatro y cinco estrellas, el Museo del Louvre a su disposición por unas horas, asalto a las Galerías Lafayette, y doce trenes de alta velocidad fletados para el desplazamiento a Niza. Ahora que hablamos de hacer promesas electorales, estaría bien que Rajoy invitara a sus trabajadores al mismo viaje, pero no a los funcionarios, sino a los trabajadores de la empresa más potente de España, las oficinas del INEM. Ya de paso, sería estupendo que la comitiva visitara las islas, ahora bien habría que repartirlos en cuotas para no provocar una superpoblación.

El problema es que no hay cama pa tanto chino, por mucho que la ley de modernización permita la construcción de más hoteles. Al que tal vez le vendría bien un viaje, pero de otro tipo es al pequeño Nicolás, que este fin de semana parece que la armó en el palco del partido de Tenis de Nadal. Dicen que se coló y que incluso acabó insultando a una señora. El partido fue en la Caja Mágica...qué lástima que no se pudiera encerrar a este friki en una caja bien atada, con candados y mandarlo a él para China.

¿Están hartos de la campaña electoral? tranquilos... hoy no vamos a hablar de política. Se me ha ocurrido que quizá necesiten un oasis de tranquilidad en medio de tanta promesa. Yo lo confieso, también voy necesitando vacaciones. Más o menos lo mismo ha debido pensar un empresario chino de sus trabajadores, que ha decidido regalarles un viaje relajante a Francia. Lo peculiar del caso es que los invitó a todos...y eran más de 6.000. La invasión oriental ha sido vista haciendo una cola en el museo del Louvre, que desde la Estación Espacial Europea parecía la propia muralla china.

En París hicieron la bienvenida que se merece al grupo y allí les recibió hasta el ministro de Exteriores. Las cifras del viaje son espectaculares, 30.000 pernoctaciones en 140 hoteles, 79 de ellos entre Niza y Mónaco, de cuatro y cinco estrellas, el Museo del Louvre a su disposición por unas horas, asalto a las Galerías Lafayette, y doce trenes de alta velocidad fletados para el desplazamiento a Niza. Ahora que hablamos de hacer promesas electorales, estaría bien que Rajoy invitara a sus trabajadores al mismo viaje, pero no a los funcionarios, sino a los trabajadores de la empresa más potente de España, las oficinas del INEM. Ya de paso, sería estupendo que la comitiva visitara las islas, ahora bien habría que repartirlos en cuotas para no provocar una superpoblación.