El cinismo del presidente del Cabildo de Tenerife

El domingo 20 de julio, el presidente del Cabildo de Tenerife publicaba un artículo en la prensa local, bajo el título Vuelve la fuerza de Canarias, que constituye un ejemplo perfecto del abismo que separa a los discursos políticos de los hechos. Confiesa que carece de ideología política y que la única diferencia que encuentra entre Coalición Canaria y el Partido Popular es que la primera ha estado liderada por personas normales (?), sencillas (?), que defienden su isla, a todas las islas y a todos los canarios. No aclara, por supuesto, qué entiende por defender la Isla y a todos los canarios ni por qué considera que la mayoría de los canarios, que no estamos en CC, no entramos en los nuevos conceptos ideológicos que propone nuestro presidente insular: la normalidad y la sencillez. En cuanto a la defensa de la Isla, es confundir: Tenerife y sus habitantes tienen distintas opiniones sobre cómo defender los intereses generales, y CC ha destacado por defender prioritariamente los intereses particulares antes que los generales. Los ejemplos son muchos y van desde la gestión municipal, como el caso Arona o el de Las Teresitas, a las grandes infraestructuras, como el puerto de Granadilla, los trenes o el anillo insular.

Pero donde es evidente su cinismo es cuando afirma: “Gobernar también consiste en escuchar a la gente. No sólo una vez cada cuatro años, cuando hablan los votos. Hay que escucharla siempre que se pueda y a cada momento que se pueda. Hay que sacar tiempo del tiempo para irse a patear la calle”. Pero los hechos en la institución que gobierna dicen todo lo contrario; no es precisamente el cabildo un ejemplo de transparencia y de diálogo. El día 2 de julio, a indicación de su secretaria, envié como portavoz de ATAN el siguiente correo: “Estimado señor presidente del Cabildo de Tenerife: Hemos conocido en nuestra Asociación (ATAN) que la institución que dirige cofinancia el macro-concierto que pretenden celebrar en la playa de Las Vista el 30 de agosto. Este festival-negocio no cuenta con los permisos necesarios aunque haya afirmado lo contrario en la prensa, puesto que el plazo de alegaciones se vence el próximo viernes. No entendemos que salgan de los presupuestos públicos 625.000 euros (de los cuales 100.000 son para el director del concierto) cuando se recortan las prestaciones sociales y se han reducido al mínimo, en el mejor de los casos, las destinadas a cultura. Por eso nos gustaría que nos informara de las siguientes cuestiones: ¿qué cantidad corresponde al cabildo de los 625.000 euros? ¿Cuando se aprobó y a cargo de qué partida presupuestaria? ¿Bajo qué amparo legal se dio el visto bueno a una subvención a un evento que no cuenta con la imprescindible autorización? Le recuerdo que los técnicos del Cabildo hicieron un informe desfavorable, aunque el consejero de Medio Ambiente en aquellos momentos decidió lo contrario”.

Han pasado tres semanas y el presidente del Cabildo no ha tenido tiempo para contestar a estas sencillas preguntas. ¿A qué se debe su silencio? ¿Acaso piensa que en ATAN no somos gente sencilla, normal y que no defendemos los intereses generales de los isleños? Pero el dinero público es de todos, de los que votan a CC y de los que votan otras opciones políticas, y, por eso, usted tiene la obligación ética y legal de responder a los ciudadanos de su gestión. Tiene que explicar su apoyo a un negocio privado con dinero público y a fondo perdido. Debe aclarar por qué considera que esa decisión es defender la Isla, mientras que no hay dinero para otras necesidades sociales y culturales mucho más perentorias.

Sin ningún rubor se atreve a afirmar que “el partido no sólo es de los militantes; es del pueblo. Debemos imponer a nuestros cargos públicos –debemos imponernos– la obligación de dedicar parte de nuestra atención a dar y recibir información de los ciudadanos y de las bases del partido”. Y, mientras tanto, se niega a contestar las preguntas formuladas desde esta asociación conservacionista que lleva más de cuatro décadas defendiendo el patrimonio natural y cultural de Canarias. Señor Alonso, está claro que para usted una cosa es predicar y otra dar trigo.

El domingo 20 de julio, el presidente del Cabildo de Tenerife publicaba un artículo en la prensa local, bajo el título Vuelve la fuerza de Canarias, que constituye un ejemplo perfecto del abismo que separa a los discursos políticos de los hechos. Confiesa que carece de ideología política y que la única diferencia que encuentra entre Coalición Canaria y el Partido Popular es que la primera ha estado liderada por personas normales (?), sencillas (?), que defienden su isla, a todas las islas y a todos los canarios. No aclara, por supuesto, qué entiende por defender la Isla y a todos los canarios ni por qué considera que la mayoría de los canarios, que no estamos en CC, no entramos en los nuevos conceptos ideológicos que propone nuestro presidente insular: la normalidad y la sencillez. En cuanto a la defensa de la Isla, es confundir: Tenerife y sus habitantes tienen distintas opiniones sobre cómo defender los intereses generales, y CC ha destacado por defender prioritariamente los intereses particulares antes que los generales. Los ejemplos son muchos y van desde la gestión municipal, como el caso Arona o el de Las Teresitas, a las grandes infraestructuras, como el puerto de Granadilla, los trenes o el anillo insular.

Pero donde es evidente su cinismo es cuando afirma: “Gobernar también consiste en escuchar a la gente. No sólo una vez cada cuatro años, cuando hablan los votos. Hay que escucharla siempre que se pueda y a cada momento que se pueda. Hay que sacar tiempo del tiempo para irse a patear la calle”. Pero los hechos en la institución que gobierna dicen todo lo contrario; no es precisamente el cabildo un ejemplo de transparencia y de diálogo. El día 2 de julio, a indicación de su secretaria, envié como portavoz de ATAN el siguiente correo: “Estimado señor presidente del Cabildo de Tenerife: Hemos conocido en nuestra Asociación (ATAN) que la institución que dirige cofinancia el macro-concierto que pretenden celebrar en la playa de Las Vista el 30 de agosto. Este festival-negocio no cuenta con los permisos necesarios aunque haya afirmado lo contrario en la prensa, puesto que el plazo de alegaciones se vence el próximo viernes. No entendemos que salgan de los presupuestos públicos 625.000 euros (de los cuales 100.000 son para el director del concierto) cuando se recortan las prestaciones sociales y se han reducido al mínimo, en el mejor de los casos, las destinadas a cultura. Por eso nos gustaría que nos informara de las siguientes cuestiones: ¿qué cantidad corresponde al cabildo de los 625.000 euros? ¿Cuando se aprobó y a cargo de qué partida presupuestaria? ¿Bajo qué amparo legal se dio el visto bueno a una subvención a un evento que no cuenta con la imprescindible autorización? Le recuerdo que los técnicos del Cabildo hicieron un informe desfavorable, aunque el consejero de Medio Ambiente en aquellos momentos decidió lo contrario”.