Tenerife Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Mar canario y cambio climático 

Mi padre me inculcó el amor por el mar y las especies que lo habitan. Nuestro Atlántico es un mar frío y duro, pero muy rico y diverso, lleno de sorpresas.

En las últimas semanas se han repetido las noticias de encuentros llamativos en aguas de Canarias, fulas tropicales en El Hierro, peces cirujano en La Graciosa.... Especies nuevas que se van aclimatando a un océano que se calienta por la irresponsable acción humana.

No es algo nuevo, pero es tremendamente preocupante. Señales de un cambio climático que tenemos que parar, también desde nuestra islas, donde es bastante evidente que el Gobierno canario no ha realizado la tarea.

El aumento de las temperaturas del agua, junto a la llegada de grandes plataformas petrolíferas que generan ecosistemas propios, facilita la llegada de esos nuevos peces tropicales, pero también las no tan bonitas cianobacterias, según todos los especialistas.

Con independencia de otros elementos facilitadores de los problemas que amenazan a nuestros ecosistemas marinos, la realidad es que Canarias también es responsable de este calentamiento global, por unas políticas suicidas que han multiplicado los gases de efecto invernadero en las últimas décadas, siendo uno de los territorios donde menos energías renovables usamos o donde la implantación de los vehículos eléctricos es más lenta.

En el año 2008 la Secretaría Confederal de Medio Ambiente de Comisiones Obreras (CCOO) ofreció los principales datos del informe sobre la emisión de gases de efecto invernadero en 1990-2007 por comunidades autónomas, en la que se cifraba en el 95% el aumento de este tipo de gases en el archipiélago canario durante ese tiempo. Los datos chocaban con los ofrecidos en la misma época en los documentos de la llamada Estrategia canaria de lucha contra el cambio climático, que hablaban de un incremento de cerca del 40%.

Las acciones realizadas para cambiar esa situación por parte de quienes han estado al frente del Gobierno canario en el último cuarto de siglo han sido totalmente insuficientes, incumpliendo de forma reiterada sus propias previsiones.

La producción en renovables sigue siendo irrisoria si la comparamos con otros territorios del Estado español, por no hablar del planeta. En esta línea, la apuesta por la introducción del gas natural como caballo de batalla de la estrategia de CC contra el cambio climático es un error más con un alto coste económico y que repercutirá en la introducción de las renovables.

Mucho podemos hacer también desde los municipios, propuestas claras y concretas que se suman a las estrategias contra el cambio climático, como el apoyo a una movilidad más sostenible, la apuesta por el transporte público, la introducción creciente de los vehículos eléctricos, el apoyo a las distribuidoras de energía verde, la reducción del consumo eléctrico, facilitar espacios para el desarrollo de las renovables, hacer un mayor seguimiento de las emisiones de las principales industrias  y favorecer el autoconsumo.

No se puede acusar al cambio climático de nuestros males mientras no hacemos la tarea contra el cambio climático. Canarias debe lograr estar a la cabeza de estas actuaciones por nuestro propio interés estratégico y por ética colectiva. Si aunamos el esfuerzo de todas las administraciones en esta tarea, habremos ganado mucho.

*Portavoz de Unid@s se puede en el Ayuntamiento de La Laguna

Mi padre me inculcó el amor por el mar y las especies que lo habitan. Nuestro Atlántico es un mar frío y duro, pero muy rico y diverso, lleno de sorpresas.

En las últimas semanas se han repetido las noticias de encuentros llamativos en aguas de Canarias, fulas tropicales en El Hierro, peces cirujano en La Graciosa.... Especies nuevas que se van aclimatando a un océano que se calienta por la irresponsable acción humana.