Se murió mi amigo Pepe Alemán

Como ya se ha escrito por todos los periódicos de Las Palmas de Gran Canaria, en donde además ha estado trabajando Pepe Alémán, y se ha destacado merecidamente todos sus valores periodísticos y humanos, mi aportación y recuerdos quiero que sean una muestra destacada de nuestra amistad de muchos años. 

Llegó a La Provincia en mayo de 1967, y aunque yo estaba en la sección de Deportes, y él pasó a integrar la de información local, hicimos de inmediato una gran amistad. Eran los tiempos gloriosos de la Unión Deportiva Las Palmas, y aunque a Pepe no parecía gustarle mucho el fútbol, siempre me preguntaba por “el equipillo qué tal va, trátame bien a Mamé León, que somos amigos de Tafira”. Pepe pronto destacó en el periódico por sus trabajos sobre Canarias, economía, política, sociedad, sociología, en todos los estamentos hacía gala de su inmensa intelectualidad, su saber en los amplios aspectos de la vida.

Estuvimos juntos en muchos avatares periodísticos, en la revista Sansofé, en Radio Popular, fuimos cofundadores de Canarias7, incluso Pepe llegó a dirigir Tierra Canaria, órgano oficial del Partido Comunista de Canarias/PCE, aunque en principio puso muchas pegas y no quería ingresar en “el partido” porque “no quiero que Mauricio me dé órdenes, lo que me faltaba, lo he tenido que aguantar desde que estudiábamos en los Jesuitas”.  

Más tarde comprobé que tenía razón porque los choques con Mauricio por la concepción del periódico clandestino fueron muy fuertes, porque Pepe tenía una visión más democrática y transversal de la información y la opinión de Tierra Canaria. Maestro de periodistas siempre adoptó una actitud muy cercana con los jóvenes, y a Paco Sardaña, primer director y fundador de Canarias7, le convenció para organizar una redacción de gente muy joven. En Canarias7 vivimos una experiencia periodística histórica compitiendo con La Provincia, en donde siempre habíamos estado desde nuestros inicios profesionales, y al terminar nuestra etapa en Inforcasa volvimos a Editorial Prensa Canaria. Entre otras iniciativas periodísticas también fundó y dirigió la revista Anarda, que tuvo una gran aceptación en la clase intelectual y profesional canaria.

Anécdotas con Pepe Alemán tengo miles, recuerdo ahora una discusión política con un elemento muy de derechas al que terminé por decirle que era un ignorante. Pepe me corrigió y me dijo “hay que ser más comedido, se dice que tiene falta de información, no le digas ignorante”. Íbamos de vez en cuando, o de vez en vez, a jugar al pub el Gas de la calle Pascal al billar con Manolo Padorno, los dos eran excelentes jugadores, y una noche que ya se hacía muy tarde les dije que ya me marchaba, y Pepe sacó su ironía a relucir: “Feluco, si llegas ahora, Pepa se va a cabrear, llegamos casi de amanecida, Pepa e Isabel se han ido a sus trabajos, y cuando la llames por teléfono, yo haré lo mismo con Isabel, ya se les habrán pasado el berrinche”. Ni que decir tiene que Padorno le dio la razón a Pepe, la cuestión era terminar el partido de billar. 

Me parece que fue ese mismo día de nuestras aventuras billarísticas cuando Pepe Alemán, que me pareció que estaba un poco perjudicado para conducir hasta su casa de Tafira, le dije que ni hablar, que cogiera un taxí, y me dijo “eres un cabrito, te voy a hacer una exhibición”, y en la Plaza de España, antes de la Victoria, empezó a darle vueltas a la rotonda con su coche, lo menos diez o doce vueltas y llegó en plena forma a su domicilio, como me confirmó luego Isabel.

Podría relatar miles de anécdotas, pero recordando al maestro Pepe Alemán y sus consejos “no escribas rollos, mejor ser más cortos, que la gente no nos lee si nos pasamos dando a las teclas”. Dejo de darle a las teclas, simplemente mi más sentido y emocionado pésame a su esposa Isabel, a sus hijos Carlos y Alicia, y a toda su familia.

Hasta siempre Pepe……