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Lo que no puede ser nombrado

Las providencias de Celia Blanco en el caso Grúas deberían estudiarse en la Facultad de Periodismo. No porque los giros del caso sean interesantes, que también, sino porque sus últimas providencias han obligado a muchos periodistas a mencionar lo que no puede ser nombrado: la imputación. Sí, Clavijo está investigado por el caso Grúas. Exactamente, desde que la jueza fue consciente del tirón de orejas de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife y decidió llamar a declarar a Clavijo como “investigado”. ¡Chorprecha!

Como en la saga de uno de los magos más poderosos de todos los tiempos, tras la decisión de Blanco de retrasar la declaración de Clavijo como investigado, algunos se aventuraron a no mencionar lo que no debe ser nombrado. Hubo quien incluso mintió descaradamente. Se contaba de forma malintencionada que el presidente había presentado recurso de casación y la jueza lo había desimputado. Una mentira como una casa. Una mentira que se desmontaba leyendo las providencias de Blanco.

Ahora, después de que los ciudadanos tuvieran que soportar todas esas mentiras, la jueza ha tenido que aclarar la situación del presidente. Lo ha aclarado después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias le dijera a los abogados de Clavijo que sus argumentos para presentar recurso partían de una “premisa incorrecta”. Cuentan que en Madrid se pudo escuchar el zasca. La jueza dice que la situación de Clavijo como “interviniente” es fruto de un error informático y ya ha puesto fecha para su declaración, el miércoles 17 abril, o lo que es lo mismo, el miércoles santo.

Honestidad

HonestidadEsta semana también se ha hablado mucho de la honestidad, de la fina línea que separa a los periodistas honestos de los deshonestos. El motivo ha sido El Director, el libro de David Jiménez. El exdirector del periódico El Mundo se ha dispuesto a levantar alguna que otra alfombra, a contar secretillos que incomodan a compañeras y compañeros del gremio. Un ejercicio de autocrítica que deben hacer algunos periodistas en Canarias. Un ejercicio que deberían hacer aquellos que callan ante lo que deberían nombrar, porque la honestidad es algo que los periodistas tenemos que demostrar día a día.

Las providencias de Celia Blanco en el caso Grúas deberían estudiarse en la Facultad de Periodismo. No porque los giros del caso sean interesantes, que también, sino porque sus últimas providencias han obligado a muchos periodistas a mencionar lo que no puede ser nombrado: la imputación. Sí, Clavijo está investigado por el caso Grúas. Exactamente, desde que la jueza fue consciente del tirón de orejas de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife y decidió llamar a declarar a Clavijo como “investigado”. ¡Chorprecha!

Como en la saga de uno de los magos más poderosos de todos los tiempos, tras la decisión de Blanco de retrasar la declaración de Clavijo como investigado, algunos se aventuraron a no mencionar lo que no debe ser nombrado. Hubo quien incluso mintió descaradamente. Se contaba de forma malintencionada que el presidente había presentado recurso de casación y la jueza lo había desimputado. Una mentira como una casa. Una mentira que se desmontaba leyendo las providencias de Blanco.