Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Queridos Reyes Magos
Siendo el único día del año en que dejo aparcada mi intención de ser republicano, aunque sin dejar de ser constitucionalista, les escribo la presente, primero, para decir que he intentado ser bueno, aunque no sé si lo he conseguido en todos los términos.
No siempre voy al gimnasio, pero lo sustituyo por una buena carrera por las calles de mi ciudad (o donde sea, si duermo fuera de ella), y respecto al idioma, veo películas en versión original. Fumar, no fumo, así que no tengo que dejarlo, y beber, mientras está uno de servicio, ni lo pruebo (benditas 0,0). Así y todo, los cuatro elementos más recurrentes como buenos propósitos los he ido cumpliendo en mayor o menor medida.
Una vez vistos mis antecedentes, paso a enumerarles las cositas que me gustaría que me trajeran, aunque no tanto para mí, sino para el entorno, haciendo bueno el dicho de que la felicidad surge cuando compartimos.
Desearía que llenaran nuestros bolsillos de trabajo decente y empleo productivo, según recoge la propia definición de la Organización Internacional de Trabajo, debido a que sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida laboral porque da la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, a la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, a las mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, a la libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y a la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres.
Pero este trabajo decente y empleo productivo debe apostar (siento ser tan exigente) por una estructura social basada en el desarrollo sostenible. No vale la pena tener movimientos intestinales abruptos, sino más moderados, aunque continuados. Para ello les pedimos también procedimientos más allá de la demagogia para aspirar a una plena inclusión social, porque sabemos que el crecimiento económico es una condición esencial pero no suficiente.
Por otro lado, y con el fin de ser honestos con nosotros mismos, en el campo más íntimo, una vez hecho un verdadero examen de conciencia y poniéndonos por delante responsablemente en lugar de delegarla en un tercero, necesitaríamos un método certero de autoevaluación como personas con la finalidad de poder seguir mejorando nuestra propia trayectoria, así como nuestra experiencia, conocimiento y competencias profesionales.
Y, en último lugar, tiempo, mucho tiempo. Hay tanto que hacer que no me da el día.
Bueno, saludos también a los camellos, esos grandes olvidados que hacen una parte del trabajo duro, y a vuestros pajes, a los cuales hay que darles no solo más voz, sino más votos, tal vez.
Sinceramente suyo.
*Economista
Siendo el único día del año en que dejo aparcada mi intención de ser republicano, aunque sin dejar de ser constitucionalista, les escribo la presente, primero, para decir que he intentado ser bueno, aunque no sé si lo he conseguido en todos los términos.
No siempre voy al gimnasio, pero lo sustituyo por una buena carrera por las calles de mi ciudad (o donde sea, si duermo fuera de ella), y respecto al idioma, veo películas en versión original. Fumar, no fumo, así que no tengo que dejarlo, y beber, mientras está uno de servicio, ni lo pruebo (benditas 0,0). Así y todo, los cuatro elementos más recurrentes como buenos propósitos los he ido cumpliendo en mayor o menor medida.