El tiempo del funcionario de carrera e ingeniero industrial Francisco Hernández, nacido en El Hierro, como jefe del Servicio de Sostenibilidad, Recursos y Energía en el Cabildo de Tenerife (un departamento técnico) se ha acabado; el reloj vuelve a ponerse a cero desde hace pocos días para los que eran sus cometidos.
La decisión, de carácter político, apoyada en cuestiones técnicas y ejecutada tras la acumulación de numerosas críticas contra su gestión, le ha tocado tomarla (y por lo que se ve no le ha temblado el pulso) al consejero insular de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Aguas y Seguridad, el socialista José Antonio Valbuena.
Con esta destitución, que no ha sido fácil de adoptar y que los anteriores gestores políticos en esa misma área del Cabildo, de CC, eludieron una y otra vez, se da una respuesta contundente, según las fuentes consultadas, a las quejas acumuladas contra ese técnico por las organizaciones ecologistas, siempre en relación con su forma de hacer las cosas; por algunas corporaciones locales de la isla e incluso por operadores empresariales vinculados al mismo sector.
La marcha forzada de Francisco Hernández da inicio a una nueva etapa en la gestión de los residuos en Tenerife, un periodo que no estará exento de la toma de decisiones de hondo calado, pues quedan por decidir muchas cosas de enorme interés y de ejecución rápida, algunas de ellas también culpables de la salida de Francisco Hernández de los despachos ubicados en el edificio conocido como la Hamburguesa, en La Laguna.
El sustituto natural de Hernández al frente del Servicio de Sostenibilidad es el también ingeniero industrial Alejandro Molowny, una persona que cuenta con buen cartel entre los agentes que forman parte del sector vinculado a la gestión de los residuos en Tenerife (partes pública y privada). Molowny es profesor asociado en la Universidad de La Laguna (ULL) y un reputado técnico en materia de gestión de residuos, en cuya área ya lleva más de un quinquenio.
Las claves del cese de Francisco Hernández en el Servicio de Sostenibilidad del Cabildo de Tenerife tienen que ver con los retrasos acumulados, más largos de la cuenta, en la definición del nuevo marco de financiación del Plan Territorial Especial de Residuos Sólidos de Tenerife (Pteort), un programa integral cuya negociación Hernández gestionó de principio a fin, siempre con consenso, y que él sin duda contribuyó a que se aprobara de forma definitiva en 2009.
El modelo de financiación de los servicios contemplados en el Pteort defendido por Hernández cosechó un amplio rechazo entre los ayuntamientos de la isla (sigue sin ser aprobado), que son los que pagan buena parte de los servicios que presta el Cabildo en la gestión de los residuos, y ello produjo que el contrato que hoy el Cabildo de Tenerife mantiene prorrogado por un año con la empresa Vertresa no se pudiera sacar a concurso público a su debido tiempo, tras vencer su vigencia de 30 años.
En la actualidad, ha sido esa prórroga de un año, para todo 2015, la que ha permitido que Vertresa siga con las tareas que atiende desde que nació el primigenio Plan Insular de Residuos de Tenerife (PIRS), allá por el año 1986. Como aún no se ha aprobado el nuevo sistema de financiación (sigue bloqueado), se tendrá que proceder a una nueva prórroga de aquel contrato. Vertresa cobra del Cabildo más de 20 millones de euros al año por atender su hoja de servicios.
El fracaso en la nueva financiación
Aparte de las cuestiones reseñadas, en especial el bloqueo intenso en el nuevo modelo de financiación de las medidas del Pteort, Hernández venía siendo muy cuestionado por algunos técnicos y cargos públicos de los ayuntamientos y por líderes y negociadores del colectivo conservacionista, sectores que no compartían algunas actitudes beligerantes y poco negociadoras del exjefe del Servicio de Sostenibilidad.
El cierre de la etapa de Francisco Hernández al frente del Servicio de Sostenibilidad en el Cabildo de Tenerife se prevé que dé paso a la figura del hasta ahora solo técnico Alejandro Molowny, también ingeniero industrial y la persona por la que parece que apuesta el consejero José Antonio Valbuena.