Fumata blanca, por ahora, entre el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el consejero regional de Obras Públicas, Pablo Rodríguez (ambos de CC), a quien el mandatario insular había cuestionado su capacidad para dar respuesta a los problemas de tráfico que tiene la isla.
Ambos han anunciado este miércoles que el cierre del anillo insular entre El Tanque y Santiago del Teide se licitará este mes, para iniciar las obras en 2019 y terminarlas en cinco años, junto a otras actuaciones ya avanzadas en la TF-1 (enlace de Oroteanda, ya licitado, y el tercer carril San Isidro-Adeje) y en la TF-5 (carril Bus-VAO de entrada al área metropolitana, con licitación de la redacción del proyecto).
Alonso y Rodríguez han comparecido ante los periodistas tras reunirse en el palacio del Cabildo de Tenerife con representantes de la patronal Fepeco, del PP y del PSOE, muy críticos todos ellos con el proyecto de cierre del anillo insular por solo tener un carril por sentido.
En ese encuentro, según ambos políticos, ha quedado claro que la mejor solución ha sido no retrasar tres años la ejecución del proyecto para hacer uno nuevo incorporando el tercer carril, sino ejecutar el previsto, pues este permite esa ampliación futura con una evaluación ambiental que tardará dos años y con un año más de obras. Así, se construirá un tercer carril de subida de dos kilómetros de longitud y un coste de 10 millones de euros adicionales, desde El Tanque hasta la boca del túnel de cinco kilómetros. Luego habrá dos carriles por sentido hacia Santiago del Teide.
Aunque este proyecto de carril lento tiene que redactarse y pasar evaluación ambiental, se espera que pueda ejecutarse en un año y estar listo de forma paralela a la obra principal que se adjudicará a lo largo de 2019.
En el plano político, Alonso, a preguntas de Tenerife Ahora sobre su polémica con el consejero de Obras Públicas, dijo que “críticas, va a seguir habiendo, también mías, porque en la isla tenemos un problema muy importante de congestión de tráfico, y una parte importante de la solución son esas obras. Hay que seguir empujando y presionando para que salgan, pues esa es mi responsabilidad”.
Por su parte, Rodríguez asumió que, “honestamente, a pesar del buen clima de esta reunión, las críticas van a seguir porque los ciudadanos que están en una cola necesitan soluciones inmediatas, pero estas en obras de carreteras no se dan, ya que el cierre del anillo va a tardar cinco años en ejecutarse”.
“PP y PSOE deben reconsiderar sus críticas”
Respecto al PP y el PSOE (este último, socio de CC en el Cabildo), Alonso afirmó que no quería “hacer sangre” y les ha pedido que “reconsideren su postura con la información” que hoy han recibido. Además, negó por “falso” que el proyecto no lo conocieran de antemano alcaldes de PSOE y PP de los municipios afectados y consejeros socialistas en el Cabildo, cuyas áreas tuvieron que hacer informes en su tramitación.
El consejero de Obras Públicas atribuyó a “un cierto desconocimiento” las críticas al proyecto de cierre del anillo insular que va a licitarse, y recordó que se trata “del de mayor envergadura desde un punto de vista presupuestario -más de 320 millones de euros-, no solo de Tenerife sino de todo el nuevo convenio de carreteras, que mejorará la movilidad en la isla y será incentivo para la generación de empleo y riqueza en el sector de la construcción”.
Desde Tacoronte será más rápido ir por el oeste al sur
Con el cierre del anillo insular, la previsión es que sea más rápido para los habitantes del norte, hasta Tacoronte, ir a Adeje y Arona por esa autovía del oeste que por la del sur, la TF-1, evitando así pasar por el área metropolitana, lo que, en palabras de Alonso ,“va a reequilibrar la isla”.
Según sus estimaciones, en dos años, el ahorro que permite la nueva vía entre el norte y el sur hará que tan ingente inversión quede “amortizada” y sea “rentable” para Tenerife.
Ambos gobernantes admitieron que todavía faltan muchos “retos” y obras en Tenerife para resolver los principales puntos de congestión del tráfico.
Así, Pablo Rodríguez señaló que, además del anillo, “nos queda trabajo por hacer en la TF-5. El Gobierno canario tiene que adjudicar la redacción del proyecto del carril Bus-VAO y además licitar la obra de la TF-1”, es decir, la ampliación a tres carriles de la autopista del sur de Las Chafiras al polo turístico insular de Adeje y Arona.
Un segundo grupo de obras prioritarias para el Cabildo
Estas son, para el presidente del Cabildo, “las prioridades absolutas”, pero apuntó un “segundo grupo de prioridades”, entre las que mencionó la Vía Exterior, la polémica circunvalación a Santa Cruz y La Laguna por el sudoeste de la capital entre la TF-5 y la TF-1, que hace unos años suscitó gran controversia social y política, por sus afecciones al suelo rústico y agrícola.
“En un momento dado habrá que ponerla sobre la mesa de nuevo, para conocer cómo sacarla adelante”, avanzó Alonso, quien en tal caso rescatará esa iniciativa, si vuelve a gobernar tras las elecciones de 2019.
Con el propio anillo insular enumeró “actuaciones adicionales a medio plazo,” como el tramo Icod-Los Realejos, de momento con un trayecto entre Las Aguas (San Juan de la Rambla) y Buen Paso (Icod de los Vinos), donde entroncaría con el actual tramo ya en funcionamiento, lo que evitará los problemas de congestión de tráfico en ese punto. Igualmente, citó ramales con el anillo en Guía de Isora, Santiago del Teide y entre Icod y El Tanque, para los que desde enero se hará un estudio de demanda con el fin de poder planificar esos proyectos.