Coalición Canaria y PP llevarán al próximo pleno del Cabildo de Tenerife, donde ambos gobiernan, una moción para renombrar el conocido como monumento a Franco en Santa Cruz como Monumento para la Concordia y resignificarlo como “un espacio de memoria que promueva la paz y el entendimiento entre los ciudadanos”. El monumento en cuestión fue inaugurado en 1966 para, según el NO-NO de la época, “conmemorar la partida del generalísimo Franco cuando, capitán general de Canarias, salió de aquí para acaudillar el movimiento nacional. Esta obra original de Ávalos fue costeada por los tinerfeños por suscripción popular”. En 2010 el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ya le cambió el nombre por el de nombre de “monumento al Ángel Caído” y desde hace años se intenta dilucidar si tiene o no valor artístico. Los expertos dicen que no, una jueza dice que sí.
En un comunicado, la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila (CC), y el vicepresidente, Lope Afonso (PP), señalan que aunque la institución “respeta la decisión judicial” que obliga a iniciar el expediente para la declaración de la obra de Juan de Ávalos como bien de interés cultural (BIC), “la transformación del nombre y significado” de la mismo resulta “imprescindible e inaplazable”. Dicha decisión judicial se tomó el pasado mes de julio, cuando la jueza de lo contencioso administrativo número 3 de Santa Cruz de Tenerife consideró que el monumento al dictador tiene indicios de contener valor artístico y cultural y por ello el Cabildo de Tenerife tiene que incoar un expediente de Bien de Interés Cultural (BIC), una valoración judicial sobre cuestiones artísticas que es, además, contraria a la que expertos en la materia han emitido anteriormente.
CC y PP afirman ahora que se trata de “adaptarla a los valores democráticos y de convivencia que defiende la institución y que promueve la actual legislación de memoria histórica”.
Según indica la presidenta del Cabildo de Tenerife, “desde la corporación insular mostramos nuestra más firme defensa de la libertad y la democracia, por lo que no se entendería que se preservaran elementos históricos que no reflejaran los valores democráticos actuales”.
Dávila sostiene también que se debe resignificar este monumento, ubicado en la confluencia entre la Rambla de Santa Cruz -antes dedicada al General Franco- y la avenida Francisco La Roche, “para que se convierta en un símbolo de unión, concordia y fortaleza futura para toda la sociedad tinerfeña, en lugar de perpetuar la exaltación de la victoria de un dictador que supuso los años más oscuros de nuestra historia reciente”.
Lope Afonso indica por su parte que la idea de esta iniciativa conjunta de CC y PP es que esta obra “no se interprete como una exaltación de figuras divisivas [pese a que fue inaugurada para ello y a que popularmente se la conoce como monumento a Franco], sino como un espacio de memoria que promueva la paz y el entendimiento entre los ciudadanos”.
A su juicio “esta medida es una forma de cumplir con la sentencia judicial que obliga a proteger la obra, pero también es una gran oportunidad para adaptarla a los valores democráticos actuales y promover un mensaje de reconciliación y paz para la sociedad tinerfeña”.
Ambos insisten en que la moción que presentarán al pleno será “la manifestación institucional a la sentencia judicial que obliga a proteger el monumento por su posible valor artístico” y en ella se solicita que en tanto la comisión de expertos designada al efecto decide si existen finalmente valores en la obra que deban ser protegidos, se instará a “contextualizarlo con un nuevo significado que no evoque el pasado más sombrío de la historia de España”.
También coinciden en subrayar que el Cabildo de Tenerife quiere impulsar este proceso como “un ejemplo de cómo es posible resignificar elementos patrimoniales controvertidos y alinearlos con los valores de la sociedad actual”.
“Queremos que la ciudadanía entienda que la protección de una obra, en este caso por imperativo legal, no significa validar su contexto original. Al renombrarla como Monumento de la Concordia estamos promoviendo un mensaje de respeto y paz para todos los tinerfeños y tinerfeñas y para las generaciones venideras”, esgrimen.
Una sentencia judicial sobre valores artísticos
La sentencia que obliga al Cabildo a incoar este expediente fue resultado de un recurso presentado por la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, que argumentó el valor artístico y único de la obra de Ávalos en Canarias.
Según el fallo judicial, la escultura debe quedar protegida no solo por su relevancia como pieza escultórica, sino también por ser un ejemplo singular de la obra del artista en las islas.
El Boletín Oficial de Canarias publicó esta semana la incoación del expediente de declaración de BIC del monumento a Franco.
En un informe emitido el pasado 12 de septiembre, la unidad técnica de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife hace una descripción del grupo escultórico, formado por la figura de un ángel sobre cuyas alas se ubica “la figura de un hombre, de pie, que empuña una espada”.
También resalta que la iniciativa de su construcción surgió en 1964, promovida por el entonces gobernador civil Juan Pablo Abril.
Y añade que respecto a la interpretación iconográfica del monumento “no existe acuerdo”, concretamente, si está dedicado o no a la figura de Franco, aunque el NO-DO afirmase entonces que sí.
Por un lado, el informe del Cabildo de Tenerife se remite a una información del periódico La Vanguardia del 17 de marzo de 1966 en la que se explicita que en el monumento se simboliza a “Franco, el capitán intrépido, símbolo de dirección y jefatura; su espada en forma de cruz, porque Cruzada en defensa de los altos valores de la patria era lo que iba a emprender; el avión que les sacó de Canarias simbolizado por un arcángel, porque sus alas mecánicas fueron aquel día providenciales; finalmente esa catarata de agua, recordatorio de los héroes que en marcha incontenida se pusieron a las órdenes del capitán valeroso”.
Y, por contra, señala a “otros informes” que indican que el nombre de la obra es Monumento a la Paz de Tenerife, como aparece en el inventario de obras de Juan de Ávalos, y que la figura humana, por sus rasgos físicos, no puede corresponderse con Franco, interpretándose, en algún caso, como “un fraile portando una cruz”.
Esos otros informes que el Cabildo de Tenerife no identifica apuntan también a que la figura del ángel “no es necesariamente un símbolo cristiano, estando presente en otras religiones”, y niegan que se trate de una obra que exalte el régimen franquista al no existir otros elementos iconográficos propios del mismo.
La tramitación de la declaración como BIC de este conjunto escultórico recabará el dictamen de la Universidad de La Laguna, que en su día incluyó este monumento en el catálogo de vestigios franquistas, y que fue revocado por el actual Gobierno de Canarias (CC-PP); el Organismo Autónomo de Museos de Santa Cruz, el Colegio provincial de Arquitectos y la Real Academia de Bellas Artes San Miguel Arcángel.
También se consultará, fuera de Canarias, al Museo Nacional de la Escultura (Valladolid) y a la Real Academia de Extremadura, teniendo en cuenta que Juan de Ávalos es originario de Mérida.