No han sentado nada bien en el seno del PSOE las declaraciones del presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, en las que este acusa a los socialistas de haberle retirado el apoyo a la compraventa del edificio de Antonio Plasencia en Cabo Llanos “por intereses políticos” para “desgastar” a CC en época preelectoral. Tampoco ha gustado nada la afirmación de Alonso de que los socialistas -todavía socios de gobierno en el Cabildo- están divididos sobre este asunto porque hay consejeros que le han dicho que en el fondo sí apoyan esa operación valorada en 29,1 millones (compraventa más adaptación del bloque de oficinas a uso sociosanitario).
El consejero de Planificación en el Cabildo del Tenerife, Miguel Ángel Pérez (PSOE), tachó esas declaraciones de “insidia maliciosa de Carlos Alonso, que solo busca un confrontamiento interno en el PSOE para desviar la atención. A lo mejor sobre este particular lo que piensa Alonso es lo mismo que el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Santa Cruz, también de CC, que nada más anunciada la compra ya estaba intentando hacer la cuadratura del círculo para que el líder del Cabildo le sirviera para pagar las deudas de Plasencia con el Ayuntamiento” por el caso Las Teresitas, que serán, con intereses de demora, a varias decenas de millones de euros.
Pérez se afana por dejar claro que “el PSOE tiene una única opinión en este asunto, y que el rechazo a ese intento de compraventa es unánime, tanto en el grupo del Cabildo como en la ejecutiva y el comité insulares del partido, cuya resolución es de obligado cumplimiento para los socialistas”.
Frente a las motivaciones políticas que atribuye Alonso a ese cambio de postura del PSOE respeto a lo votado en diciembre pasado en el Consejo de Gobierno, primero, y en el consejo rector del Instituto de Atención Social y Sanitaria (IASS), después, el consejero socialista reitera los argumentos ya dados por su partido: “Había y hay alternativas a la compra de ese edificio”, y el expediente de esa compra directa “está mal ejecutado”.
Niega el representante del PSOE en el Gobierno insular que la opción que plantea su partido suponga tardar 10 años en disponer de nuevas plazas sociosanitarias en el área metropolitana. “Eso que dice Carlos Alonso no es verdad. Ellos mismos tienen dos proyectos para dos centros de 170 plazas cada uno, en el Febles Campos y en Añaza, y no está demostrado que en la parcela donde se halla el primer centro citado no se pueda ir construyendo poco a poco la nueva instalación sin necesidad de desalojar todo el actual hospital”.
Pérez cuestiona que el edificio cueste 23 millones de euros, y llama la atención de que se tase y se compre a precio de oficinas, cuando su uso para la Administración pública va a ser el sociosanitario. También en este aspecto apostilla que “más bien es un uso sanitario, porque el Febles Campos es un hospital con sala de rayos X y enfermeros”.