CRÍTICA DE CINE

El mejor hombre-araña

Fer D. Padilla

Santa Cruz de Tenerife —

- Título: Spider-Man: Homecoming (2017)

- Dirección: Jon Watts

- Guión: John Francis Daley, Jonathan Goldstein, Christopher Ford, Chris McKenna, Jon Watts, Erik Sommers (basado en los personajes de Stan Lee)

- Reparto: Tom Holland, Robert Downey Jr., Michael Keaton, Marisa Tomei, Jacob Batalon, Zendaya, Jon Favreau

A estas alturas, y por quitarnos obviedades de delante cuanto antes, debemos confirmar que Marvel Studios ha encontrado por fin un Spider-man a la altura de la absoluta satisfacción de sus seguidores. Tom Holland (En el corazón del mar, Mi vida ahora) encarna perfectamente a ese vecino y amigo que no supieron interpretar -literalmente- en su totalidad ni Tobey Maguire ni Andrew Garfield. Es mucho más joven, cercano, humano, ingenuo, puro y valiente que sus antecesores.

Tampoco es que tenga un gran rival que le haga sombra en el reparto, al menos en cuanto a lo que al villano se refiere. Michael Keaton, fuera de los papeles atormentados de Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) y Spotlight, deja muchos huecos que cubrir en historias que no merecen tanto carácter interior. Al margen de este Buitre que encarna ahora, encontramos otra vez a Robert Downey Jr como Iron Man. El actor hecho personaje. Vaya mérito.

Pero centrémonos en el resto de las piezas fundamentales de esta nueva entrega del hombre-araña, que de por sí son bastante exprimibles. Desde el principio, nos situamos ante una de las historias más amenas del universo Marvel. Su narración busca la diversión y la consigue fácilmente, mediante la combinación de formatos de grabación o gracias a un montaje que gustará sin duda a los que hayan disfrutado con cintas como Deadpool (Tim Miller, 2016). Sabe mantener la tensión y juega con ella de manera precisa.

La más interracial de todas las aventuras que hasta ahora hemos visto de Peter Parker en la gran pantalla también presenta un villano cuya historia resulta ser muy corta, pobre, aburrida y básica, en la que no encontramos importantes moralejas ni grandes valores que se puedan extraer más allá de los juicios entre el bien y el mal.

Por no hablar de importantes pinceladas sexistas a la hora de retratar personajes como el de May (interpretada por Marisa Tomei), cuya función es regentar la casa en la que vive el adolescente, porque el resto de sus apariciones van ligadas a constituirse, muy tristemente, como un reclamo meramente sexual. El guión lo convierte en causa de bromas y comentarios siempre relacionados con ese aspecto de bajo rasero.

Aun con ello, los seguidores podrán ir aliviados a ver Spiderman: Homecoming y los aficionados al subgénero superheroico disfrutarán. Porque ellos tendrán su puntual dosis de historias comiqueras, pero al mismo tiempo y salvo por sus importantes defectos, es bastante disfrutable.