El proyecto para la futura sede del Museo Rodin de Tenerife, reconocido en los Premios de Arquitectura Sostenible RTF Awards

 Los premios internacionales Rethinking the Future Awards, ya en su undécima edición, se convocan anualmente desde India y premian proyectos de arquitectura, urbanismo, interiorismo y paisajismo de todo el mundo, que destacan por sus soluciones sostenibles e innovadoras. En esta convocatoria, han sido presentadas más de 1.200 propuestas de 50 países en las distintas categorías de los premios. El  proyecto de rehabilitación del Parque Viera y Clavijo, futura sede del Museo Rodin de Tenerife, ha ganado el segundo premio en la categoría de futuro proyecto cultural, siendo reconocido así el uso adaptativo de un lugar con valor histórico y patrimonial.

El emblemático Parque Viera y Clavijo de Santa Cruz de Tenerife, construido en el año 1903 con un proyecto del arquitecto Mariano Estanga y del ingeniero José Rodrigo Vallabriga, se ha conformado como un complejo cultural, compuesto por el Teatro Pérez Minik y el Colegio de la Asunción, antigua iglesia neogótica fundada por monjas belgas, transformada posteriormente en el primer colegio para mujeres de Tenerife, que estuvo funcionando hasta 1978. Único ejemplo de edificio religioso neo gótico de la ciudad, el Colegio tiene la categoría de Bien de Interés Cultural de Canarias (Monumento Histórico Artístico) desde 1986.

El parque alberga extensos jardines que contienen algunas joyas botánicas como su inmensa Ceiba, árbol de origen caribeño cuya copa se extiende en un diámetro de más de 20 metros. A su sombra, las antiguas alumnas del colegio recibían clase a mediados del siglo XX. En los jardines además, se encuentra la escultura en bronce de Joan Miró, la Femme Bouteille o Colosal Insecto, que se donó a la ciudad de Santa Cruz a mediados de los años 70 como resultado de la I Exposición Internacional de Escultura en la Calle.

Tras su rehabilitación, el Parque Cultural Viera y Clavijo será un espacio público verde y diáfano de 15.000 m2 en el corazón de Santa Cruz de Tenerife, con vistas al mar y al barranco y con un papel importante en restablecer la conexión entre la parte baja y la parte alta de la ciudad. Además, albergará la segunda sede del  Museo Rodin de Europa: además de la sede central de Paris, sólo hay otros dos espacios en el mundo dedicados en exclusividad a la obra del escultor francés Auguste Rodin: el Museo Rodin de Filadelfia en Estados Unidos de América y un ala en el Museo de la Prefectura Shizuoka de Japón.

La idea central del proyecto propuesto por Menis es el respeto tanto por la arquitectura preexistente como por la naturaleza circundante - la vegetación, el barranco y la topografía- mientras se integran necesidades planteadas por las administraciones como la construcción de un parking subterráneo. Se rehabilitará la antigua escuela y la capilla y se ampliará el actual parque en forma de anillo verde. Se plantará un pequeño bosque de Ceibas para acompañar al ejemplar existente y se incluirán huertas urbanas con fines educativos retomando así una antigua tradición que ya existía en el Colegio de la Asunción. Para restablecer la conexión con la ciudad, se eliminará el muro existente, se abrirán nuevos accesos al parque y se ampliarán las aceras a su alrededor.

El parque se encuentra en la intersección de algunas circulaciones urbanas de gran relevancia y conecta la zona baja (barranco) con una de las avenidas de entrada a la ciudad. Sin embargo, el progresivo desarrollo urbanístico, el muro perimetral existente y la proximidad del barranco contribuyeron a su creciente aislamiento del resto de la ciudad mientras que las estrechas y escasas aceras hacen inseguro transitar por ellas.

Cómo viene haciendo a lo largo de su larga trayectoria profesional, Menis aplica aquí también la filosofía de la arquitectura Km0 como estrategia económica y de sostenibilidad: todo se proyecta utilizando lo existente en el entorno, desde materiales y técnicas hasta trabajadores y artesanos locales. Se prima la Economía Circular mediante el uso de árido reciclado, toba y picón (piedra volcánica local). El consumo de materiales accesibles en el lugar como el hormigón, no sólo reduce el impacto de CO2 sino que mantiene la buena tradición local. El diseño se apoya en el uso de los elementos naturales como la luz natural, los vientos alisios para la ventilación cruzada y la recolección de agua de lluvia para el riego de los espacios verdes. También se usarán materiales duraderos que mejoran al envejecer para así asegurar un mantenimiento en tiempo de bajo coste.