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Zálatta Teatro trae a Tenerife la obra 'Medea a la deriva', adaptación de un cómic sobre el trágico personaje griego

Medea a la deriva, la adaptación teatral de la novela gráfica homónima del dibujante extremeño Fermín Solís, se presenta en La Laguna en Zálatta Teatro los días 1 y 2 de diciembre. El montaje dirigido por Isidro Timón, responsable de la compañía Maltravieso Teatro, que la produce, fue estrenado en Cáceres a finales del 2021, emprendiendo con posterioridad una amplia gira que le ha llevado por varias poblaciones españolas y Portugal con gran éxito de público y crítica.

Tras su paso por Sevilla, Valencia y Bilbao, esta nueva parada en su gira es “muestra de que esta Medea es una adaptación que sigue atrayendo la atención de programadores y públicos”, explican sus promotores. Las dos funciones de La Laguna se representarán en Zálatta Teatro.

Fermín Solís concibió Medea a la deriva para su adaptación al teatro y buscó la complicidad de Isidro Timón para materializarla. Con esta obra, el dibujante extremeño dejaba atrás el gran éxito de su cómic Buñuel en el laberinto de las tortugas, que como película de animación, consiguió el Goya y el Premio Europeo a la Mejor Película de Animación. Dando un giro a su propia trayectoria, Solís abordaba un territorio desconocido con esta nueva obra.

En la Medea original, una de las piezas teatrales clásicas más representadas, versionadas e interpretadas, la princesa maga de la Cólquida, esposa de Jasón, mata a sus hijos por desamor, y huye de Corinto, Atenas y Asia Menor, acosada por humanos y dioses, objeto de la furia de Zeus.

Utilizando un resquicio que le brinda el texto de Eurípides, Solís imaginó en su obra el destino del personaje de Medea, situándose en el mar, viajando a la deriva en un enorme iceberg que va menguando progresivamente. 

A partir del texto del cómic, en el que Medea vive el presente, pero también el pasado a través de sus recuerdos y de sus sueños, Timón y el propio Solís, autores del texto teatral, ampliaron las palabras originales del cómic convirtiéndolas en monólogos.

En ellos acentúan la soledad, la condena que sufre el personaje de vivir hasta el fin de los días a causa de su condición inmortal, y paralelamente enfatizan, mirando al pasado de Medea, el poder, el papel de la mujer en su tiempo y situación, la inteligencia, su capacidad y conocimientos para dirigir su destino, la tenacidad, la lucha por lo que se ama y se quiere conseguir, la venganza que no mide consecuencias y solo tiene su valor y, también, la duda, la escucha interior.

La concepción escénica de Medea a la deriva, protagonizada por una única actriz, Amelia David, está basada en las imágenes del cómic, que simultáneamente a la acción escénica se van proyectando como fondo. El director Isidro Timón imaginó cómo sugerir el espacio del iceberg y llegó a la conclusión de que el material de plástico se prestaba a las posibilidades escénicas. Según explica, podía “recibir proyecciones e iluminación, envolver con su luz a la actriz”, mostrar su potencia visual “para emular el hielo, su sonido, transitabilidad…”, convirtiéndose en el entorno frío y revelador que se ve en las viñetas dibujadas por Solís. Envolviendo este entorno, sobresale la composición musical de Lorenzo González, que recrea en su espacio sonoro el mar, el movimiento del aire, las tormentas, la soledad del personaje.

La crítica extremeña reconoció el valor de este espectáculo. “El montaje de Timón -escribió el crítico José Manuel Villafaina- indaga con exigencia y hondura en una difícil pero original puesta en escena (…), glosando la metáfora de un mundo que navega hacia ninguna parte y que se hace daño a sí mismo sin llegar nunca a desaparecer, como le ocurre a Medea”.

Por su parte, el profesor de literatura de la Universidad de Extremadura Miguel Ángel Lama alabó también el montaje, destacando “la presencia inmensa” de la “magnífica” actriz Amelia David, “sobre la que se sustenta gran parte de lo que se ofrece al público”.

Trayectorias

El ilustrador y escritor Fermín Solís nació en Madroñera (Cáceres) en 1972. Ganó el Premio Autor Revelación en el Salón del Cómic de Barcelona 2004. En 2009 fue finalista del Premio Nacional de Cómic por su Buñuel en el laberinto de las tortugas. El grueso de su obra se enmarca en lo que se ha denominado nueva ola del cómic, con historias de corte costumbristas y a veces autobiográficas. Aunque también ha experimentado con los géneros como el cómic infantil. Algunos de sus títulos destacados son: El año que vimos nevar, Mi organismo en obras y Medea a la deriva. Actualmente escribe su segunda novela y trabaja en el desarrollo de la serie de televisión La Pandilla VHS basada en su libro Operación Frankenstein, como guionista y productor ejecutivo.

El dramaturgo y director Isidro Timón (Cáceres 1961) es graduado en Dirección de Escena y Dramaturgia por la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura (ESAD). Ha escrito más de 40 textos teatrales, entre propios y versiones, y como director de escena ha compuesto alrededor de treinta montajes de textos propios y de otros autores.  

En 2015 fundó Maltravieso border scene, proyecto que codirige junto a Amelia David y contiene una escuela de artes escénicas, una compañía de teatro, una sala de teatro alternativo y un centro de producción y experiencias escénicas.

Entre sus obras publicadas figuran Las tres muertes de Remedios López, El tiempo, Génesis de una guerra, Cuerpos cautivos, Antígona. Siglo XXI, Aquel día… Detroit (narrativa), El sembrador de adoquines (narrativa) y Ser – Veleidades (narrativa).

Amelia David (Badajoz 1976) es graduada en Interpretación por la ESAD. Además de su labor como actriz, desarrolla una labor pedagógica en talleres y cursos para jóvenes, en centros educativos, y profesores en centros públicos, escuelas privadas y en la Escuela de Artes Escénicas Maltravieso.

Entre sus actuaciones, vinculadas en gran parte a Maltravieso Teatro, destacan Mansaborá, Hipólito de Eurípides, Vis a Vis de Isidro Timón, Miguel Hernández: el grito herido de Cristina D. Silveira, Las Criadas de Jean Genet e Inauguración de Václav Havel.