El primer gol llegaba nada más comenzar un partido (Lekic 2´) que poco tuvo de atractivo y en el que el Tenerife apenas generó ocasiones de peligro en área rival: dos opciones claras de gol en las que la pelota no entró, propiciadas por Aridane Santana – a pase de Suso- y por Luismi Loro. A partir de ahí, llegaron los dos goles que sentenciaron el encuentro a pesar de que los blanquiazules no bajaron los brazos durante noventa minutos que se hicieron eternos. Cristo Martín lo intento de forma bastante forzada, por lo que su disparo se desvió sobremanera. Lo mismo ocurrió con Javi Moyano o Borja Pérez durante el desarrollo del encuentro.
Un partido para olvidar en el que el Sporting desaprovechó varias ocasiones clarísimas de gol que hubieran supuesto una derrota mucho más vergonzosa aún para los blanquiazules.