Las protestas de los ganaderos profesionales de bovino de leche en la isla de Tenerife, que alcanzaron su pico el lunes 18 de julio pasado, cuando se dio a conocer que algunos de estos productores se veían abocados a tirar por el sumidero parte de la leche obtenida en el ordeño, sin duda han dado notables resultados, tal y como se ha confirmado este martes en la reunión celebrada en Santa Cruz con presencia de ganaderos locales, de la industria transformadora canaria y de representantes del Gobierno autonómico y de algunos cabildos.
Ese grupo de productores de leche, junto a los de la provincia de Las Palmas, dio este mediodía por buenas las más recientes medidas adoptadas por el Gobierno de Canarias en defensa del subsector ganadero local (segmento de leche), iniciativas que se sintetizan en los cambios aprobados, hasta ahora inimaginables, en el Régimen Específico de Abastecimiento (REA), de aplicación a partir del 1 de enero de 2017 y que antes debe ratificar la Comisión Europea.
Ello implicará la llegada a las líneas del programa Posei (el bueno, o sea, el que se financia solo por la UE) que benefician a los productores locales, en este caso a los ganaderos de leche -para las tres especies: bovino, caprino y ovino-, de un millón más de euros por año, del total de los 2,1 que se liman del REA, según la decisión adoptada este lunes por el Consejo de Gobierno. También se quitan las ayudas del REA al queso de mezcla, el tipo manchego, que tenía 100 euros por tonelada y compite de manera directa con la producción local. La ayuda al queso amarillo se reduce 77 euros por tonelada.
Este nuevo tajo a la ficha financiera anual del REA, que ya se deja más de siete millones en recortes encadenados en los últimos tres años (2014-2016), ha sido criticado con dureza por los importadores e industriales canarios. Estas empresas abaratan el coste de sus materias primas gracias al apoyo público que presta ese sistema comunitario.
A las modificaciones que afectan al REA y servirán para consolidar subfichas financieras más altas en el Posei de las producciones locales, hay que añadir otra actuación pública muy relevante y que vuelve a beneficiar a la ganadería de leche isleña. Se trata de la puesta en marcha inmediata de un plan mixto y coordinado de inspecciones en queserías, industrias transformadoras de gran envergadura y centrales lecheras radicadas en las Islas.
Este programa de control del destino de las partidas de leche en polvo importadas, casi siempre con ayudas del REA (con 544 euros de apoyo por tonelada), será aleatorio y a veces dirigido en esos establecimientos, y a él se unirá el examen exhaustivo de las etiquetas de los productos obtenidos, por si dan información incompleta o engañosa. De esta última parte se encargará la Dirección General de Comercio y Consumo del Ejecutivo autónomo.
Al término de la reunión, los ganaderos locales mostraron un grado de satisfacción bastante amplio. Así algunos lo manifestaron ante los medios de comunicación convocados a aquella cita, con mayoría de los que sostuvieron que en Canarias “se está haciendo queso con el uso de leche en polvo restituida por encima de los valores permitidos”, o sea, con más del 5% para los quesos frescos.
El presidente de Agate, Pedro Molina, con el mismo cargo en la Cooperativa del Campo La Candelaria, entre otras entidades vinculadas al sector primario, reincidió en su afirmación hecha pública el 19 de julio pasado en un programa de El Día TV, cuando dijo que “él no conocía a ninguna quesería local que hiciera ese producto con leche en polvo”.
Lo que quizá no sepa Pedro Molina es que en la actualidad hay un expediente abierto a una importante quesería de las islas justo por pasarse de porcentaje de leche en polvo en la elaboración de queso fresco. Esta inspección está pendiente que se confirmé a modo de sanción. Además, uno de los representantes ganaderos de Las Palmas presente en la cita de hoy no tuvo reparos al decir que hay mucho queso que “se hace con leche en polvo”.
Tras las protestas ganaderas de esta última semana, encabezadas por un grupo de jóvenes productores profesionales de Tenerife (en especial Heraclio del Castillo y Víctor Gutiérrez) que actúan al margen de Agate, por cuyas siglas parece que no se sienten representados (el bovino de leche se ha reunido al margen de Agate en los últimos meses y ha defendido sus demandas antes el poder público sin contar con esta asociación), y el avance que realizó el director general de Ganadería del Gobierno de Canarias, David de Vera, acerca de las inspecciones que se van a activar en la industria local, se ha dado un aumento sustancial en la petición de leche cruda de vaca, aparte de un alza notable en las ventas de las queserías que trabajan sin trampa ni cartón. Los hechos parece que demuestran que muchos se han pasado de frenada con la leche en polvo.
Un problema grave que tuvo su antes y su después
El uso de la leche en polvo restituida (convertida en líquida, con un promedio de un kilo de leche en polvo para siete de líquida) y su importación con ayudas del REA, hoy en 544 euros la tonelada, aunque llegó a estar en niveles de 700, han traído de cabeza a los ganaderos locales, que han visto en este producto su peor enemigo. Y verdad es que lo ha sido, al menos uno de los más importantes.
Para confirmarlo, solo basta con mirar la evolución de la cabaña ganadera de bovino desde 1992, cuando aparece el entonces Poseican con el REA en su seno, hasta 2015, el último ejercicio cerrado. En Tenerife la pérdida de cabezas produce escalofrío, mucho mayor que en Gran Canaria.
Pese a que estaba muy claro que la permisividad en la elaboración de transformados lácteos con leche en polvo restituida era lo peor para el desarrollo del subsector ganadero de leche, en los primeros meses de 2003, la principal industria transformadora local, con Danone, Celgan, Kalise (se suma más tarde) y, lo más sorprendente, Teisol, pidió a la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias que solicitara cambios en la norma nacional de calidad del yogur (véase documento adjunto) para que se permitiera hacer ese derivado lácteo con más presencia de leche en polvo (se podía entre el 5-10%), sin duda la perdición para los ganaderos locales.
Esa propuesta, la que pedía que el Gobierno de Canarias tramitara ante Madrid tal modificación de la norma de calidad del yogur, entonces no salió adelante (los ganaderos locales se opusieron, unos más que otros), pero sí dejaba entrever algo demasiado curioso: que Granja Teisol, SL, entonces con la Cooperativa del Campo La Candelaria (la formada por ganaderos locales y con pata demasiado honda en Agate) como principal accionista privado, se prestara a tal estrategia.
En nombre de la ya liquidada Teisol, ese documento lo firma Carlos Alonso (era su etapa de asesor del presidente insular Ricardo Melchior) como consejero delegado de tal sociedad. Alonso es el mismo que hoy preside el Cabildo de Tenerife. De presidente de la misma compañía, constaba Pedro Molina Ramos.
En el programa del martes 18 de julio pasado, el de El Día TV, a Molina, que participó junto a Del Castillo y Gutiérrez en esa oferta televisiva local, se le preguntó por este asunto, que no negó, aunque sí se empeñó en dejar claro que la Cooperativa La Candelaria casi no tenía participación en Teisol, apenas el 0,0... del capital social de esa empresa.
En efecto, es posible que así fuera, pero solo al final de la vida de esa sociedad, pues Teisol, que empezó su camino en el año 2000, en su arranque, era de la Cooperativa del Campo La Candelaria, con el 51% del capital social. Luego terminó siendo del Cabildo, se puede decir que al 100%, la misma institución pública que la liquidó.
Las instalaciones de esta fábrica, con granja anexa y radicada en Santa Úrsula, tras recibir inyecciones e inyecciones de dinero público desde el Cabildo (se hizo con fondos europeos cofinanciados), hoy están cerradas a cal y canto. Como ocurre con Bio Granja, también comprada por el Cabildo a la firma Celgan.