El Cabildo apuesta por retomar la polémica ampliación de la autopista del norte entre Los Realejos y La Rambla

Vicente Pérez

Santa Cruz de Tenerife —

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La ampliación de la carretera general del norte de Tenerife, la TF-5, entre Los Realejos y San Juan de la Rambla quedó paralizada a principios de la primera década del siglo ante el rechazo político y social que suscitó la alternativa entonces propuesta por el Gobierno canario: dos carriles más que los actuales en un viaducto sobre grandes pilares de hormigón. Muchos años después, el Cabildo de Tenerife ha retomado el asunto al requerir al Ejecutivo regional que comience a diseñar un proyecto para ese controvertido tramo, también con dos carriles por sentido.

Fue en el pleno del viernes 28 de diciembre, el último del año 2018. En él la Corporación insular acordó solicitar al Ejecutivo regional que contrate el proyecto constructivo del cierre del anillo insular en los tramos Las Aguas-Buen Paso y Los Realejos-Las Aguas (el polémico), y que esa autovía tenga cuatro carriles desde Adeje a El Tanque, aspecto este del que se desmarcó Podemos.

Pero el requerimiento del Cabildo, al menos en el presente mandato y desde la perspectiva del área de Política Territorial, gestionada por el PSOE, no implica retomar aquella propuesta de un impactante viaducto que, directa o indirectamente, afectaría a los espacios naturales existentes entre Los Realejos y San Juan de la Rambla, es decir, el paisaje protegido de Los Campeches-Tigaiga y Ruiz, al que se unen cultivos de plataneras junto al mar y el sitio de interés científico del Barranco de Ruiz.

“Aquel viaducto es un disparate, y Política Territorial del Cabildo de Tenerife no lo defiende, ni mi partido, el PSOE, sino que proponemos que en ese tramo de unos 4,5 kilómetros se hagan carriles para vehículos lentos, ya que es la solución más viable económicamente, lo cual sería suficiente para el nivel actual de tráfico”, ha aseverado el consejero de esa área en la Administracion insular, Miguel Ángel Pérez, que es de Los Realejos.

La alternativa de un túnel, a su juicio, también es viable técnicamente, pero tendría que abordarse si su alto coste “haría rentable esa gran inversión para ahorrar solo unos minutos en ese trayecto, pues con los datos que tenemos creemos que no lo sería”.

Pérez subraya que “se trata de un tramo de vía dentro de espacios naturales protegidos por una de las zonas más bonitas de Tenerife”; por eso mismo, recuerda, en su momento se aparcó la idea de un viaducto, “porque poner cuatro carriles sería destruir ese paisaje”. De ahí que “se paliara un poco la situación con un carril de aceleración en sentido a Santa Cruz en El Socorro y otro más allá del casco urbano de San Juan de la Rambla”.

Para el PSOE, un impacto ambiental inasumible

El miembro del Gobierno insular apunta que sería posible añadir otro carril de este tipo entre las proximidades del barranco de Ruiz y Las Aguas, en San Juan de la Rambla, y alguna actuación más, lo cual, a su juicio, “sería suficiente en un tramo de esa sensibilidad ecológica, donde tenemos paisaje agrícola, bosque termófilo, laurisilva y pinar, con impresionantes acantilados”. Tal es así que está convencido de que “una obra como la que se propuso en su día no lo soportaría ninguna declaración de impacto ambiental”.

El consejero socialista entiende que la prioridad ahora mismo del Cabildo es que se amplíe a cuatro carriles el anillo insular entre Santiago del Teide y Adeje, y entre Erjos y El Tanque, “y que se empiece a trabajar ya en los proyectos de San Juan de la Rambla-Buen Paso, dejando para el final el tramo hasta Los Realejos”.

En todo caso, el nuevo convenio de carreteras, firmado hace unos días entre los gobiernos canario y central, recoge, en su anexo I (listado de obras financiables por las arcas del Estado) ese tramo del anillo insular entre Los Realejos-San Juan de la Rambla, así como los otros dos aún pendientes de ejecutar, con un horizonte temporal de aquí a 2025.