Pedro Fernández Arcila no es un político en el que habiten los aspavientos, sino todo lo contrario: muestra y traslada serenidad. También mucha coherencia en su discurso político. Persona de grandes convicciones ideológicas, se ha convertido en uno de los líderes con mayor proyección dentro de la izquierda en el municipio de Santa Cruz y en la isla de Tenerife. En la capital, de la mano de Sí Se Puede, ha ido consolidando un apoyo electoral que en los últimos comicios, los de mayo de 2015, ha salido reforzado. En esta entrevista (realizada el 16 de diciembre), Pedro Fernández Arcila, abogado de profesión y letrado de la acusación particular en el caso Valle Las Huertas, analiza la vida política en la ciudad a través del prisma de Sí Se Puede y además aporta sus claves acerca de la “necesaria” confluencia de las izquierdas en el archipiélago. También opina sobre las últimas fricciones entre su formación política y Podemos en Canarias.
¿En qué situación económico-financiera se encuentra el Ayuntamiento de Santa Cruz en estos momentos y por qué ha criticado el presupuesto de 2017 en esa corporación?
Ahora [por el viernes 16 de diciembre, el día que se hizo esta entrevista] estamos debatiendo los presupuestos, pero es muy importante decir que el año pasado se aprobó un plan económico-financiero que limita los gastos que puede realizar el Ayuntamiento de Santa Cruz. En los presupuestos que se quieren aprobar para 2017 [ya aprobados, en un pleno celebrado el 23 de diciembre], lo que hemos detectado es que hay cantidades importantes que el Ayuntamiento incluye como gastos y, en aplicación del plan económico-financiero ya citado, estas no podrían gastarse. Es un presupuesto en gran medida ficticio. Además hay otra cuestión que yo considero vital: se incumple la deuda comercial. Como esta se incumple, lo que ocurre es que 50 millones de euros que se tienen en tesorería no se pueden destinar a inversiones sostenibles. Por una mala decisión del equipo de gobierno, no se van a poder hacer las inversiones que demanda el municipio de Santa Cruz. Nos quedamos sorprendidos con las previsiones que se hacían, que eran contrarias a la ley y, por lo tanto, absolutamente irreales en una cuantía de más de 90 millones, lo que condiciona la elaboración de los presupuestos. Después hemos visto que, al contrario de lo que ha presumido el alcalde José Manuel Bermúdez [de Coalición Canaria -CC- ], al presupuesto al Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) se destina menos dinero que la cuantía del año pasado. Este es otro aspecto que nos parece fundamental porque en materia de servicios sociales lo que debe haber cada año es un incremento debido a la crisis económica que sufren muchas familias. El último informe del interventor que recoge informaciones de la Concejalía de Hacienda reconoce algunas de las críticas que nosotros hacemos, aunque no lo hace abiertamente. Incluso señala que, de alguna manera, la información que está ofreciendo el Gobierno de Canarias a todos los municipios es irreal en cuanto a la aportación de recursos financieros del REF (Régimen Económico y Fiscal).
¿Qué cuentas hubiesen estado dispuestos a apoyar y qué le ha parecido la subida de sueldo del gerente de Urbanismo?
Unas cuentas que fueran realistas, que se pudieran aplicar, que cumplieran con el plan económico-financiero y que, como prioridad, el equipo de gobierno se encargara de reducir la deuda comercial y de incrementar el presupuesto en servicios sociales. Con esos requisitos, nosotros [hubiésemos] estado dispuestos a apoyar el presupuesto municipal. La subida del sueldo del gerente es injustificada porque el anterior cobraba una cantidad inferior e hizo un desempeño del trabajo con corrección. Además, se trata de un área, la Gerencia de Urbanismo, que es muy deficitaria. Esta se sostiene gracias a las aportaciones que se transfieren desde la sede central, desde el Ayuntamiento de Santa Cruz hacia la Gerencia de Urbanismo… En sí misma, no genera tanta actividad ni tantos ingresos para justificar esa subida de sueldo, que nos parece absolutamente desproporcionada.
El capítulo 1, el de pago de nóminas, ya se come casi el 30% del total…
No recuerdo el porcentaje, pero una de las principales partidas es la que se destina a gastos del personal. Hay otra cantidad que nos parece muy elevada y que también proponemos que se vaya reduciendo: la que tiene que ver con la contratación de servicios externos. En este caso, en la contratación de servicios externos, el porcentaje es mayor. Nosotros lo que proponemos es que haya una reducción en la contratación de servicios externos y que se eliminen los procesos de privatización de los servicios públicos municipales, algo que ocurrió, por ejemplo, con Emmasa. Una posibilidad es que se remunicipalice la gestión de residuos y que de la limpieza diaria se encargue una empresa pública. Tiene que haber una tendencia a la recuperación de los servicios públicos, pero lo que hace el equipo de gobierno es todo lo contrario.
Y en el plano político, ¿cómo van las cosas?
Hay algunos elementos que son bastante interesantes. Existe un número de concejales de izquierdas [PSOE, Sí Se Puede e IUC] equiparado al de CC. Si sumamos el Partido Socialista, Izquierda Unida y Sí Se Puede, esto es así. También hay una reflexión que debemos hacer desde mayo de 2015: si todas las fuerzas de izquierdas se hubieran unido, se habría sacado una representación superior a la de CC. En esta línea estamos trabajando con Izquierda Unida, para ver una posible confluencia en el próximo proceso electoral, en 2019. Y no solo con IU, sino con cualquier otra fuerza progresista que vea la necesidad de confluir. Nosotros estamos convencidos de que es necesario.
¿Cuál es el proyecto de municipio, en términos generales, que defiende su formación política para este mandato?
Nosotros vemos como líneas esenciales la lucha contra la pobreza, que alcanza niveles alarmantes en sitios de Santa Cruz, y la recuperación de los servicios públicos, en la clave de incrementar el nivel de empleo en esas áreas y también de aplicar políticas que tengan que ver con el desarrollo sostenible en ámbitos como el suministro de agua o la gestión de residuos... También queremos promover todo lo que tenga que ver con las energías sostenibles. Está el proyecto hidroeólico de Los Campitos, que podría suministrar agua a través de energías limpias y además desalarla. Otro aspecto es incrementar la movilidad sostenible dentro del municipio, algo que también supone generar empleo en Santa Cruz.
¿Ya le han dicho qué va a pasar con el parque Viera y Clavijo?
En la última comisión de control preguntamos por los deberes que tiene el Ayuntamiento al ser titular de ese edificio, principalmente en lo que se refiere a la rehabilitación y conservación de tal patrimonio, que es un bien de interés cultural (BIC). Nos contestaron que no tienen responsabilidad y que eso es competencia de la Comunidad Autónoma de Canarias porque hay un convenio firmado en 2008. Con esa respuesta, parece que el Ayuntamiento no tiene la menor intención de promover procesos de conservación en ese entorno. El problema que vemos desde que estamos en el Ayuntamiento, desde 2011, es el deterioro cada vez más palpable del lugar, lo que puede llevarlo a la ruina económica y técnica porque hay determinados elementos estructurales del edificio del parque Viera y Clavijo que, si no se toman medidas inmediatas, pueden provocar un desplome y afectar de manera seria a la estructura del complejo.
¿Cómo se pretende mejorar la limpieza en la ciudad?
Se consigue remunicipalizando los servicios de limpieza viaria. Uno de los errores del equipo de gobierno fue delegar en empresas privadas algo tan esencial como la limpieza viaria. Los inspectores del Ayuntamiento son pocos y no pueden llevar a cabo la labor total de inspección. Además, el propio Ayuntamiento no atiende las quejas de los vecinos en lo que se refiere a la mala prestación de ese servicio público.
¿Se reciben muchas quejas?
Sí. Estamos en contacto directo con los vecinos y se reciben quejas diarias.
¿Qué hay de El Toscal y de la destrucción progresiva de lo poco que queda del centro histórico de la ciudad?
Ahora mismo, el equipo de gobierno está pendiente de que se apruebe el Plan Especial de El Toscal, que determinará las actuaciones a realizar por parte de las administraciones públicas. Hay un absoluto descontrol en cuanto a los bienes catalogados que exigen labores de mantenimiento y conservación por parte de sus propietarios. Tampoco hay una política pública que fomente la conservación a través de las subvenciones o con cualquier otra línea que favorezca ese mismo proceso. Desde hace decenas de años, parece que hay una voluntad del Ayuntamiento de dejar morir el conjunto histórico de El Toscal. Los vecinos, hoy en día, no obtienen ningún beneficio del Ayuntamiento por realizar labores de conservación: ni bonificaciones fiscales ni subvenciones por pintar las fachadas... No hay una política de patrimonio histórico; de hecho, en el presupuesto de este año y en el que se va a aprobar para 2017 hay una reducción de la partida destinada a la protección del patrimonio histórico.
Los barrios… Haga un balance de la situación de estos y de los problemas sociales más agudos entre la gente que los habita.
Hay dos cuestiones en los barrios: por un lado, la desatención del equipo de gobierno en las infraestructuras básicas y, por otro, la escasa participación que se da a los representantes vecinales a la hora de tomar decisiones en todo lo que tenga que ver con su propio entorno. Los tagorores, órganos internos de participación, han resultado un fracaso absoluto en lo que se refiere a la intervención de los vecinos. Creo que se quiere mantener una relación caciquil entre el alcalde y los concejales que están en el equipo de gobierno y algunos representantes vecinales. Ese es el status quo que quiere mantener el Ayuntamiento. Hay dificultades para obtener ayudas por parte de aquellas personas que están desempleadas y no tienen prestaciones, y además falla la potenciación y el desarrollo de las zonas comerciales, de los pequeños comercios que hay en los barrios. Es manifiesta la desatención de los parques y las zonas verdes.
¿Se está atacando de forma correcta la crisis que afecta a esos santacruceros, a su bienestar? ¿Qué echan de menos y qué proponen?
No. Las actuaciones se concentran en el desarrollo de la zona centro de Santa Cruz. Los barrios, como siempre ha ocurrido, son los grandes olvidados en la gestión municipal por todos los equipos de gobierno que ha habido. Proponemos descentralizar los barrios y establecer políticas de formación, empleo y asistencia social. Hay que hacer un diagnóstico claro de cuál es la situación de pobreza. Otro aspecto importante consiste en cambiar los tagorores para que haya una participación directa de los vecinos, y que en los presupuestos municipales se los dote de una partida económica, para que los propios vecinos decidan las obras que sean necesarias en su entorno más próximo.
¿Por qué no se arregla la montaña de Taco y por qué no hay planta de generación hidroeólica en Los Campitos? ¿No gusta la sostenibilidad?
Lo primero tiene que ver con una desidia del Ayuntamiento. Desde 1992 está previsto hacer un parque urbano en ese lugar, que debe ser el gran parque periurbano de toda el área metropolitana de Santa Cruz. Sin duda, tiene enormes potencialidades y puede cambiar toda la fisonomía del entorno, pero los distintos equipos de gobierno de Santa Cruz han estado más por la labor de no hacer un control sobre las actividades ilegales que se realizan en esa zona, en gran parte porque una de las personas beneficiadas está directamente relacionada con CC. En cuanto al proyecto hidroeólico, no hay nadie que piense en clave del siglo XXI en el Ayuntamiento de Santa Cruz, a pesar de que existen informes técnicos que avalan esa oportunidad. El asunto de las energías renovables no está en la agenda política del alcalde, que ni ha sido capaz de sacar un plan estratégico para Santa Cruz en este ámbito. El documento que ellos llaman plan estratégico es contradictorio en su contenido, y no contempla un diseño sobre la situación y las propuestas que puedan elaborarse para Santa Cruz. Posiblemente, no saben lo que significa desarrollo sostenible ni energías renovables. Sacan noticias en los periódicos de vez en cuando sobre estos aspectos pero ellos no ven este asunto como una prioridad.
¿Sabe usted qué ha pasado con los minipuntos limpios que se instalaron primero y luego se desinstalaron en la zona de El Chapatal?
Fue un fracaso. Esas instalaciones no tenían las medidas de seguridad necesarias y, claro, al estar cerca de un colegio, pues ellos mismos se dieron cuenta de que debían que retirarlas de forma inmediata. Además, fue un proyecto que presentaron con el presidente del Cabildo de Tenerife, al que le dieron mucho bombo y platillo. Los minipuntos limpios en Santa Cruz son una medida que se debe desarrollar, pero no hay ninguna noticia sobre esta iniciativa en la actualidad.
Cambiando de tercio, ¿coincide usted con Ramón Trujillo, concejal de IUC, en que el alcalde y la propia CC en Santa Cruz está tardando en pedir perdón por lo de Las Teresitas?
Sí, que se disculpen y que hagan su propia autocrítica porque todo este asunto se tramó y se elaboró en el seno de CC. Además, fue el manual de estilo durante mucho tiempo. La unión entre empresarios y políticos, y confundir los intereses públicos con los intereses privados, fue una manera de actuar que puedo decir que todavía continúa.
Se continúa trabajando de esta manera…
Sí, se continúa, por ejemplo, con el asunto de Emmasa. También con otras cuestiones que el Ayuntamiento no quiere resolver y que son grandes capítulos que desangran a Santa Cruz. Es la mera razón de ser de CC. Quizá CC no tendría sentido si no fuera la mera correa de transmisión de los intereses privados. Sin esto, desaparecería su esencia.
¿Cuántos casos que afecten a la mala gestión del Ayuntamiento de Santa Cruz están hoy en los juzgados y, de ellos, cuáles son los más importantes según el punto de vista de Sí Se Puede?
Nosotros hemos denunciado los vertidos de aguas residuales en la zona de La Hondura [cerca del Palmetum], y el caso de Emmasa que tiene que ver con el compromiso de Sacyr Vallehermoso de entregar 45 millones a fondo perdido al Ayuntamiento, lo que aún no se ha hecho. El otro asunto relacionado con Emmasa está relacionado con las tasas por el suministro de agua, que, por no pertenecer esta empresa a la administración pública, no tiene competencias para definirlas y, sin embargo, lo está haciendo. Los tres anteriores tienen que ver con Emmasa. El más importante es el de las aguas residuales que se llevan vertiendo sin depurar desde hace muchísimos años, y se continúa haciendo con el actual equipo de gobierno, solo para contentar a Emmasa. El asunto de los vertidos de aguas sin depurar está pendiente del escrito de calificación del Ministerio Fiscal y afecta al anterior concejal de Infraestructuras, Norberto Plasencia, y al actual, Dámaso Arteaga. También hay otra cuestión que planteamos nosotros y no tiene que ver con Emmasa, sino con las actuaciones ilegales en la montaña de Taco. Esta todavía se está instruyendo en los juzgados. En relación con los 45 millones de Emmasa, el Ayuntamiento ha encargado un informe a una auditora y estamos pendientes de conocer su resultado.
Por cierto, hablando de justicia… ¿Qué ocurre en estos momentos con los condenados con penas de cárcel por el caso Mamotreto y cuándo se cumplirá la sentencia en lo que corresponde al derribo de esa obra inacabada?
Ya no cabe otra que la ejecución de la sentencia y la demolición. Para la demolición, el Ayuntamiento ya licitó el servicio y ahora se adjudicará a una empresa. El coste se debe recuperar reclamándoselo a los condenados.
Usted fue abogado de la acusación particular en el caso Valle Las Huertas… ¿Satisfecho con el resultado obtenido?
Sí, muy satisfecho. Creo que se ha hecho justicia. Uno de los principales cerebros de todas las operaciones, el entonces abogado de la Junta de Compensación de Las Teresitas, Mauricio Hayek, fue condenando. Correspondía esa condena.
¿Cómo está viviendo y qué opina del caso Las Teresitas, ya visto para sentencia? ¿Fue solo un pelotazo de 120 millones de euros o hubo algo más?
Ha habido algunas declaraciones que me han parecido claves, como la de Pía Oramas. La contundencia con la que se expresó y cómo despejó dudas sobre otras periciales me pareció fundamental. Bueno…, ya un pelotazo de 120 millones es bastante. Eso es lo que se está enjuiciando: la cantidad que el Ayuntamiento le entregó a esos señores sabiendo que una parte era de dominio público, que había informes que decían que el precio era menor en cantidades bastante importantes… Han salido a relucir todos los incumplimientos que se realizaban durante la etapa de Zerolo y también su forma de actuar. Durante todo el proceso del juicio, se ha reflejado perfectamente cómo se trabajaba en el Ayuntamiento.
¿Comparte el informe de conclusiones sobre este caso de la fiscal anticorrupción, María Farnés?
Sí, completamente, al cien por cien. Me ha parecido un excelente trabajo, no solo durante la etapa del juicio sino además en toda la fase de instrucción. La pena es que el asunto del cohecho no haya podido ser demostrado, pero María Farnés ha hecho un excelente trabajo. Fue un informe largo. Debió hacer algo para que fuera más ameno y así llamar más la atención.
La playa de Las Teresitas es el paraíso y el infierno a la vez. A todo lo ocurrido, que no es poco, ahora se ha unido un viejo asunto: la supuesta ilegalidad de los quioscos. ¿Cómo ve este otro problema y cuál es la postura de Sí Se Puede al respecto?
Por lo que sabemos, la Fiscalía también está estudiando la inactividad del Ayuntamiento por no cumplir la ley en este asunto. Es verdad que Las Teresitas ha sido un territorio sin ley y que ha habido personas sin trabajo y familias trabajadoras que se han aprovechado de los quioscos. También ha habido grandes empresarios que le han sacado todo el jugo que podían y más, como ya se ha dicho en el caso anterior. Sin comparación, es mucho más importante la compraventa de la playa y cómo esta se hizo. En el asunto de los quioscos, hay que decir que la ley es para todos: si la exigimos para unas cosas, la tenemos que exigir para otras. Debemos pensar en una salida para tantas familias que se quedan sin empleo. La propia inactividad del Ayuntamiento a ellos les ha dado unas expectativas. Tendremos que valorar qué se puede hacer.
¿Cuál es la salida que se puede dar a esas familias?
No hay una salida fácil, es verdad. Habría que aprobar un plan especial de contenido distinto del que pretende hacer el Ayuntamiento y licitar aquella zona donde se pretenden hacer los quioscos o los restaurantes, y que ahí puedan intervenir las personas que hoy están ocupando los quioscos.
¿Se debe abrir un debate más serio o realizar una consulta ciudadana sobre el futuro de la playa de Las Teresitas? ¿Qué piensa de la posibilidad de que se haga un hotel en la zona, como ya se plantea en el Plan Especial en trámite?
A nosotros nos parece fundamental que se haga una consulta ciudadana y que sea real, en la que participen no solo los vecinos a título individual sino tantísimos colectivos, como pueden ser asociaciones que están usando durante todo el año la playa: las vinculadas al deporte, los mayores… Debemos poder preguntar cómo quieren ellos la playa, para que sea un espacio que resuelva los pequeños asuntos que ellos demandan y no la playa que se quería construir en los años setenta, ni la que se propone desde el Ayuntamiento. Tiene que ser una playa muy vinculada al uso público intensivo por parte de los vecinos de Santa Cruz. Es el principal espacio urbano que tenemos en este municipio. A partir de ahí, lo que se haga tendría que satisfacer la demanda vecinal. Sobre la propuesta del hotel, a nosotros nos parece que crearía mucho conflicto, porque, si al final los propietarios de la mayoría de esa unidad de actuación van a ser los empresarios que estaban sentados en el banquillo, que serían los principales beneficiarios, nos parecería una calamidad. Es algo inasumible para los vecinos de Santa Cruz. Yo propondría un uso universitario, algo sobre asuntos vinculados al estudio del mar que tengan que ver con el desarrollo endógeno de la zona.
¿En qué ha mejorado la ciudad y el Ayuntamiento en la etapa de José Manuel Bermúdez como alcalde, que ya lleva más de cinco años? Algo habrá hecho bien, ¿no?
Nuestra relación más directa ha sido, desde el principio, con Bermúdez. Al menos con Bermúdez la ciudad no vive la convulsión de casos de corrupción tan potentes que ha habido antes. Es cierto que el equipo de Bermúdez no tiene la menor intención de revisar actuaciones anteriores que puedan reabrir casos de corrupción porque ello afectaría a personas de su partido político, pero durante su mandato no ha habido casos de corrupción de la índole que han tenido los de Emmasa y Las Teresitas.
¿Cómo es la relación entre el Ayuntamiento y el Cabildo de Tenerife? Da la sensación de que los responsables de esas administraciones públicas tienen serias discrepancias en asuntos clave como el futuro trazado del tranvía de Tíncer a La Gallega. ¿Qué propone Sí Se Puede en este caso?
Desde nuestro punto de vista, es una relación de absoluta sumisión. El Ayuntamiento no planta cara al Cabildo en asuntos como el transporte público y urbano con guaguas o en cuestiones como la montaña de Taco o el proyecto hidroeólico. El alcalde y algunos concejales, no sé si porque con anterioridad eran consejeros en el Cabildo, tienen una relación de absoluta sumisión. Además, es una relación en la que se mantiene y defiende lo que diga el Cabildo. Ellos esto lo cumplen a rajatabla. En relación con la ampliación de la línea 2 del tranvía hasta La Gallega, la postura del Ayuntamiento no es nada clara y consiste en intentar calmar a los vecinos que se oponen… Para ellos es lo que diga el Cabildo, pues no tienen un proyecto claro, por ejemplo, de desarrollo en el distrito suroeste, donde lo que prevé el Plan General es que se incrementen las dotaciones. Nosotros lo que defendemos es la potenciación del transporte público con guaguas en esas zonas. Creemos que ello mejoraría la movilidad en el distrito del suroeste. A medio plazo, hay que ir cumpliendo las pretensiones del Plan General en lo que se refiere a las dotaciones relacionadas con los servicios públicos. Desde el momento en que se abran los servicios públicos administrativos y los servicios sociales, sanitarios y educativos, no será tan necesario acudir al centro de la ciudad para resolver muchos de los asuntos.
¿Potenciar el sistema de guaguas…?
Potenciar el sistema de guaguas e incluso uno de microbus que circunvale toda aquella zona. Una de las principales demandas del ciudadano no solo es que se mejore el sistema de guaguas, sino que también haya servicio de micros en las distintas zonas de los barrios.
¿Qué piensa Sí Se Puede del conflicto interno que existe en Podemos Canarias? ¿Debe diluirse Sí Se Puede en esa formación o se tienen que mantener las dos opciones y confluir en listas y programas?
Era un conflicto necesario para ir debatiendo entre todas las fuerzas políticas de progreso cuál es el futuro que se pone sobre la mesa en los próximos comicios. Me parece que es un debate que se tenía que dar y que tiene que ser fructífero, porque entre Sí Se Puede, Podemos, Izquierda Unida y los movimientos sociales y vecinales puede haber un nivel de reflexión para unificar todas las fuerzas y que así se pueda ver en la práctica un grado de confluencia en las próximas elecciones. Todo lo que sea debate me parece tremendamente interesante, siempre y cuando el interés esté en superar las polémicas que pueda haber. Nosotros no nos vamos a diluir, y creo que es necesario que siga habiendo un proyecto político canario que profundice en la realidad de nuestro archipiélago y busque soluciones para Canarias en materia de soberanía alimentaria, energética y democrática. Es necesario mejorar el déficit democrático que hay en el Parlamento de Canarias a partir de una nueva ley electoral. Sí Se Puede tiene una larga vida, y creo que también es importante que desde Sí Se Puede seamos conscientes de que tenemos que colaborar con las fuerzas políticas de progreso con las que coincidimos en lo esencial.
¿El proceso iniciado por Sí Se Puede para implantarse en otras islas encubre una estrategia para acabar con Podemos? Es el postulado de Meri Pita.
No. Sabemos de las diversidades que hay dentro de la izquierda y somos tremendamente respetuosos con las formaciones políticas que justifican su presencia en el escenario político. Lo único que pretendemos es que haya un proceso de debate y que este concluya con una confluencia política, con un trabajo conjunto. Esto lo estamos haciendo con Izquierda Unida y nos ha dado muy buen resultado en Santa Cruz.
También, como sostiene Meri Pita, ¿ha utilizado Sí Se Puede a Podemos para llegar a las instituciones públicas insulares y regionales?
Bueno… Eso no es así. Desde Podemos y desde Sí Se Puede vimos la necesidad de que personas con una trayectoria política y una enorme experiencia estuvieran en puestos de cabecera para poder hacer un trabajo político en las instituciones y que este fuera solvente. No hay ningún deseo de aprovecharse de nada, sino de sumar.
¿De verdad falta democracia, transparencia y diálogo en el núcleo de control de Podemos en Canarias?
Creo que es un proyecto político de muy corto recorrido. Irán mejorando en cuanto a democracia interna y a niveles de participación de sus integrantes. En cierto modo, puede estar justificado que al comienzo se den esas formas de trabajo tan verticales. En la medida que vaya transcurriendo el tiempo, tendrán que ir mejorando gracias a un trabajo mucho más participativo con los simpatizantes y los afiliados.
¿Les falta la experiencia que ya tiene Sí Se Puede?
Nosotros tenemos una enorme experiencia. Somos una estructura bastante sólida, y Podemos posee un gran impulso y tiene la simpatía de gran parte de la sociedad. Uno y otro debemos mejorar y hacer propuestas mucho más interesantes para Canarias.
¿Son esas discrepancias fruto de la división casi estructural de la izquierda en España?
Tendrá que tener algo que ver con eso. Mi experiencia en Sí Se Puede es que hemos vivido en la diversidad de opiniones políticas e ideológicas, pero dentro de la izquierda. Y esta diversidad ha enriquecido a Sí Se Puede y la ha fortalecido: hemos ganado en conocimiento y solidez. Para nosotros la diversidad es un aliciente. No nos asusta.
¿Cómo se tiene que recuperar la unidad popular en la izquierda y qué le han pedido a la dirección nacional de Podemos tras producirse esos encontronazos?
Hablando y debatiendo, y con respeto. Es necesario abrir un canal con Podemos en Madrid para que conozcan la experiencia de Sí Se Puede, ya que tienen la de otras zonas del país, como ocurre en Galicia, Cataluña o País Vasco. Es para que sepan que aquí se pueden reproducir mecanismos similares, y también reproducir éxitos electorales como los de En Marea.
¿Considera que desde Podemos perciben a Sí Se Puede como una amenaza?
No deberían. En el ámbito de la izquierda, nadie debe percibir a Sí Se Puede como una amenaza.