Coalición Canaria y el Partido Popular en el Cabildo de Tenerife no respaldaron con sus votos este viernes, en el pleno de la Corporación, una propuesta de resolución defendida por el Partido Socialista en la que se condenaba “cualquier forma de fascismo y sus manifestaciones” y se buscaba el compromiso de todas las fuerzas políticas para “no realizar alianza, pacto o acuerdo alguno con aquellos partidos que promuevan el odio, la discriminación, la violencia, o atenten contra los valores democráticos y los derechos humanos”. La iniciativa prosperó gracias a los votos del PSOE, grupo proponente, Unidas Podemos y Ciudadanos, las tres fuerzas que sustentan el gobierno insular de Tenerife que preside el socialista Pedro Martín.
“El fascismo es un movimiento que persiste”, se puede leer en el texto de la moción, “ha resurgido por toda Europa y ha alcanzado cuotas de poder impensables”. Los partidos que lo promueven “fomentan y se alimentan del miedo al diferente, de la inestabilidad social, de la exaltación de un constante estado de amenaza inexistente, de un machismo denodado y una declarada LGTBIfobia disfrazada de rectitud moral”.
“Las personas demócratas”, se recoge a continuación, “independientemente de su ideología, deben defender sin titubeos los valores de la democracia, la convivencia y el respeto a los derechos y libertades humanas. No podemos repetir errores históricos, no debemos dejarles pasar, no podemos propugnar alianzas con fuerzas políticas neofascistas que quieren la vuelta a las tinieblas de la historia”.
En el acuerdo de la propuesta de resolución se hizo constar, además de la condena al fascismo y sus manifestaciones, ideas, valores y propaganda“, la ”repulsa“ del Cabildo tinerfeño ” a las recientes declaraciones que relativizan las amenazas de de muerte a cargos públicos y representantes políticos“.
Pero el pasaje más conflictivo es el que comprometería a las fuerzas que respaldaran la moción a “no realizar alianza, pacto o acuerdo con aquellos partidos políticos que promuevan el odio, la discriminación, la violencia o atenten contra los valores democráticos y los derechos humanos, o que realicen discursos que relativizan la violencia y todas sus manifestaciones”. Ni el PP ni Coalición Canaria quisieron pasar por ese compromiso.