Como en cada temporada alta de turismo en el Parque Rural de Anaga, que abarca los meses de invierno y hasta principios de primavera, se disparan los actos delictivos en su territorio, principalmente los robos en los coches de los turistas que recorren este espacio a diario.
La presente campaña, especialmente en las últimas semanas, “han sido espectacularmente intensos los ataques de los amigos de lo ajeno”, hasta el punto de que los habitantes de este distrito aseguran que “quizá sea la peor racha de robos que hemos padecido en años”, lo que ha generado ya un ambiente de especial preocupación e incertidumbre.
El objetivo de los ladrones, que eligen los lugares más frecuentados por el turismo, como pueden ser los miradores o zonas próximas a restaurantes y senderos, son los artículos que los turistas puedan dejar dentro de sus vehículos. De esta manera, en cada jornada llegan a repetir esta operación en varias ocasiones, pues los ladrones se mueven entre los diferentes caseríos y pueblos de la zona.
Estos descuideros, que los habitantes de la zona parecen tenerlos localizados por su manera de actuar, “utilizan técnicas para pasar desapercibidos”, explican algunos vecinos del lugar, que señalan que “se visten como turistas y se mueven por el lugar con cámaras de fotos y mapas”. María, una habitante de uno de estos núcleos de Anaga afectados por esta ola de robos, explica que han comprobado en ocasiones que “incluso vienen en coches de alquiler” para no llamar la atención.
Estos robos sistemáticos han sido denunciados de manera permanente, aunque los vecinos aseguran que “la dotación de dos agentes de la Policía Local para cubrir todo este territorio, nos parece que es muy escasa, ya que Anaga representa el 80% de la superficie de Santa Cruz”. Por ello, exigen que, “por nuestra tranquilidad y la de miles de personas que nos, reclamamos más presencia policial, así como la intervención de la Guardia Civil en el lugar, para intentar que esta gente no se vea tan impune, porque ya empezamos a tener miedo, ya que la frecuencia de estos robos es a diario”.
Aseguran que ya no es una cuestión de “mala imagen, sino de seguridad”, pues lamentan que esta práctica se extiende por la mayor parte de los núcleos, “aprovechando que son rincones tranquilos, pero estamos hartos de que cada año suceda lo mismo con la llegada de los extranjeros”.
En este sentido, advierten los afectados que, “de un momento a otro, cuando los coches ya no sean rentables, se pasarán a nuestras casas y no queremos este temor, porque Anaga siempre ha sido un lugar pacífico, que pierde su paz, solo cuando los cacos saben que pueden estar a sus anchas”.
El último fin de semana, como el resto de días de la semana, según testigos de estos actos, se llegan a contabilizar hasta cinco asaltos a vehículos en enclaves como Taganana, Almáciga, Benijo o Cruz del Carmen, núcleos de la costa norte del Distrito de Anaga o de la zona alta, donde se han centrado últimamente los robos.
No obstante, precisan que “esta es la realidad diaria, que podemos calificar como ola de robos que genera mucha preocupación porque se fuerzan unos 20 vehículos”, hasta el punto de que vecinos y comerciantes de los distintos enclaves mantienen una comunicación permanente para estar pendientes de la actuación de estos asaltantes.
A lo largo de Anaga se habla de una posible banda organizada o de asaltantes que actúan en pequeños grupos, tanto de “extranjeros como de gente de la isla, que tienen una forma de forzar coches muy organizada y controlada”, por lo que consideran que “ya ha llegado el momento de hacer llegar a las autoridades nuestra preocupación, al margen de que llamamos a la Policía, que acude, pero no puede estar en todas partes”.