La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que inició la búsqueda científica de desaparecidos por la represión franquista en el año 2000 en el Bierzo, y promovió la querella Argentina contra el franquismo, se personará en el expediente administrativo por el que el Cabildo de Tenerife pretende declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el monumento al dictador Francisco Franco que representa su “despegue” para iniciar el golpe de Estado.
La ARMH señala en un comunicado que se ve directamente afectada “por el intento de una institución democrática de declarar la protección y el valor público de un conjunto escultórico que representa el inicio de una matanza de decenas de miles de civiles, muchos de los cuales continúan desaparecidos hoy”.
Para Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto de la primera víctima del franquismo identificada genéticamente en España, “es incomprensible que una institución democrática pretenda humillar de tal manera a las víctimas de los delitos más terribles que se han cometido en este país y que de tal manera se pretenda seguir pisoteando la memoria de las familias que sufrieron la terrible violencia franquista”.
Y añade: “ese monumento lleva erigido más años en democracia que en dictadura y es intolerable que un representante de una institución democrática pretenda que se considere ”interesante“ enaltecer al responsable de miles de crímenes, de la muerte en el exilio de decenas de miles de ciudadanos, de la persecución constante humillante y violenta de millones de personas que no se sumaron a su golpe de Estado y pretendieron seguir viviendo en una España democrática”.
La asociación se personará en expediente administrativo del Cabildo tinerfeño por considerarse parte interesada en las decisiones de una institución pública que afectan a un monumento “construido para humillar a las víctimas y celebrar un sufrimiento como nunca se ha conocido en la historia de este país”.
“Basta ya de doble moral por parte de la derecha que persigue judicialmente a quienes enaltecen el terrorismo y pretende conmemorar y celebrar a quien fue inmensamente más asesino y dañino que cualquier grupo violento que haya existido en la historia de este país”, añade Silva. Y concluye: “Si quien preside el Cabildo tiene una mínima sensibilidad humana porque cualquier persona que haya aprobado primero de básica de derechos humanos debería estar junto a las víctimas; reconociéndolas, reparándolas y reclamando la demolición del monumento”.