Barrios Orquestados sube al escenario en su tradicional concierto benéfico anual con los niños, niñas y jóvenes de los barrios tinerfeños. Será el domingo 11 de diciembre, a las 19:00 horas, por primera vez en el Auditorio de Tenerife, con la colaboración del Cabildo de Tenerife.
En este espectáculo benéfico participan 95 alumnos y alumnas del proyecto músico-social procedentes de cuatro barrios de la isla: La Cuesta y Finca España (desde 2015), Ofra (2016) y Añaza. Esta última sede es la apertura más reciente de Barrios Orquestados en Tenerife, activada en marzo de 2022. Se trata de una gran orquesta infantil y juvenil de cuerda frotada, junto al coro familiar en el que cantan 60 parientes del alumnado. Los barrios unidos harán gala de su talento junto al artista invitado en esta edición, el timplista grancanario Germán López.
Las entradas-donativo, con un precio único de 10 euros, pueden adquirirse en la página web del Auditorio. Toda la recaudación va destinada al desarrollo y la continuidad del proyecto social en Tenerife, donde ofrece formación musical gratuita a cerca de 150 personas entre San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife.
Este gran debut en el Auditorio de Tenerife responde a la vocación de llevar la música desde los barrios hasta los grandes teatros con el apoyo de la ciudadanía. Barrios Orquestados hace un llamamiento a toda la población para asistir a este concierto solidario y llenar el auditorio, colaborando así con el aprendizaje de niños y niñas que proceden de entornos vulnerables a nivel socio-económico y cultural.
El proyecto, que cumple una década este año, fue concebido en 2011 por José Brito junto a su hija Laura Brito para crear una orquesta con niñas y niños de barrios periféricos de Canarias. Desde su primera sede en Tamaraceite, se ha extendido a catorce barrios en cuatro islas –Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura– y ha cruzado el Atlántico hasta Chile y Honduras. A través de los centros educativos, Barrios Orquestados enseña música gratuitamente a menores y a sus familiares, prestando el instrumento a cada estudiante. De esta forma, la música es una herramienta de inclusión y desarrollo social.