Greenpeace ya advirtió hace una década de los riesgos de la subida del mar en el edificio afectado por las olas en Tacoronte
Greenpeace puso el foco hace casi una década en el edificio de Mesa del Mar, en el municipio tinerfeño de Tacoronte, que este domingo ha tenido que ser desalojado tras sufrir el embate de las olas. La entonces responsable de la campaña de Costas de la organización ecologista, Pilar Marcos, publicó en febrero de 2009 un artículo que acompañaba con una fotografía de denuncia de “los horrendos edificios” construidos en el litoral a finales de los setenta no solo para alertar de los riesgos de seguridad para los residentes, sino para poner de manifiesto que esa construcción incumplía la ley de Costas.
“Hasta la mente más incrédula sobre las consecuencias del cambio climático podría pensar: ¿Qué pasará con estos edificios en Tacoronte (Tenerife) si el nivel del mar sube? Para finales de siglo se espera que el calentamiento global ocasione una subida media del nivel del mar de entre 50 y 100 centímetros por el deshielo de los casquetes polares Una subida vertical de un metro del nivel del mar supondría en este caso la desaparición de aproximadamente 150 metros de playa”, advertía en ese artículo Pilar Marcos.
La portavoz de la organización ecologista publicaba la fotografía para pedir una reflexión sobre la propuesta de ley que tramitaba entonces el Gobierno de Canarias y que desde Greenpeace consideraban inconstitucional.
En su argumentación, Marcos recordaba que los acantilados sobre los que se asientan los edificios de Mesa del Mar pertenecen al dominio público marítimo-terrestre. “La Ley de Costas los incluye dentro de la franja que nos pertenece a todos los ciudadanos, es decir, terreno público no urbanizable”. La responsable de Costas precisaba que el deslinde, es decir, la delimitación del espacio público, queda definido como el espacio donde llega la influencia del mar, “donde, por ejemplo, en el caso de una fuerte tormenta podrían llegar las olas”, lo que le llevaba a concluir que la edificación situada en el litoral de Tacoronte incumplía la ley.
“En vez de aprender de errores pasados, como los que llevaron a construir estos horrendos edificios, desde el Parlamento canario se pretenden modificar las leyes de ordenación del litoral para incluir en el censo y consolidar edificaciones, siempre que estas reúnan valores etnográficos, arquitectónicos o pintorescos y considerando para ello su antigüedad, integración en el litoral y finalidad social”, continuaba Marcos, que explicaba que esos conceptos eran “absolutamente indeterminados y arbitrarios”. En el caso de estos edificios de Mesa de Mar, “alguien podría pensar que su color azul está integrado en el litoral o que como fueron construidos hace tres décadas son antiguos. Por simplista que parezca esta reflexión, peores ejemplos se han visto en nuestras costas”, sostenía.
Este domingo han tenido que ser desalojadas 65 viviendas Mesa del Mar. Las olas rompieron cristales hasta la segunda planta del edificio, construido en la misma costa, y han sido evacuadas las viviendas orientadas al mar hasta la cuarta planta, según explicó el alcalde, Álvaro Dávila.