Por primera vez ha nacido en Loro Parque, en Tenerife, un pichón de pingüino barbijo, una especie que le debe su nombre a la delgada línea negra que va de oreja a oreja bajo su barbilla.
Para Loro Parque, este nacimiento supone un éxito en la cría de pingüinos debido a que se trata de una especie muy delicada y su reproducción resulta todo un reto para un zoológico.
Isidoro, nombrado así por nacer el día de San Isidoro, pesó 77 gramos al nacer tras una fase de incubación de 38 días. Su dieta consiste en papillas a base de pescado triturado, muy líquida durante las primeras semanas y cada vez más densa a medida que el pichón va creciendo. Para garantizar una dieta equilibrada se usan diferentes tipos de pescado en la papilla, que se le da cada tres horas.
Durante aproximadamente dos meses será criado a mano en la baby station del pingüinario, estación de cría desde donde podrán observarse y donde reciben todos los cuidados necesarios durante esta primera etapa.
Tras dicho periodo se produce el proceso de integración donde se irá adaptando a su nuevo entorno hasta finalmente integrarse por completo con el resto de pingüinos de Loro Parque.
El pingüino de Barbijo es una especie que vive en aguas próximas a la Antártida, de tamaño mediano (46-61 cm centímetros) y que pesa entre 5 y 8 kilos. Puede bucear alcanzando los 70 metros de profundidad.
Por otro lado, en el pingüinario de Loro Parque también han nacido crías de pingüinos saltarrocas y papúas, llegando a catorce pichones en total los que se unen a la gran familia de pingüinos visibles en Planet Penguin, exhibición que recrea el hábitat de la Antártida.