El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, el mismo que acuñó aquello de que si te descuidas los adolescentes de 13 años “te provocan”, vuelve a saltar a la palestra con unas declaraciones cuanto menos controvertidas sobre la homosexualidad. En una entrevista en Buenas Tardes, Canarias de la Televisión Canaria, el prelado respondió a la pregunta de si la homosexualidad es un pecado mortal afirmando que “depende de la persona y de las circunstancias”. “Para que una cosa sea pecado mortal hace falta que la persona sea consciente de que es pecado; segundo, que lo haga libremente y que no esté condicionada por nada, pero que sepa que está mal y a pesar de que sabe que está mal, lo hace libremente”.
Para más inri, el obispo comparó en su intervención la homosexualidad con el alcoholismo. “Eso es como la persona que bebe. Cuando toma, hace cualquier disparate y se excusa con que estaba bebido. Lo que hay que hacer es no beber para no hacer lo siguiente, que lo hace sin darse cuenta”, concluyó en una metáfora que ha dejado más dudas que aclaraciones. En la misma respuesta sigue ejemplificando sobre eso de “ser consciente de que la homosexualidad es un pecado mortal” con un caso reciente de matricidio, “parece que los estudios psicológicos dicen que la persona no estaba en sus cabales, pues esa persona no era consciente de que lo que estaba haciendo estaba mal”, concluyó en una comparación que ha dejado a todos los televidentes ojipláticos.
La asociación LGTBI Diversas se ha escandalizado ante estas opiniones y ha exigido a las autoridades eclesiásticas católicas el cese “inmediato” del obispo de Tenerife, al que acusa de “reincidencia” homófoba, que “no es un pecado sino una muestra de odio” que vulnera los derechos humanos.
Cabe recordar que en 2008, tras verter aquellas declaraciones sobre las “provocaciones” sexuales de los niños de 13 años, que quedarán por siempre en la memoria de la ciudadanía, y para justificarse y disculparse, el máximo dirigente de la Iglesia en Tenerife afirmó que “esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece” y que mediría mucho sus palabras “cuando se traten temas tan sensibles”, dos afirmaciones que parece haber olvidado durante la entrevista en Televisión Canaria este martes, 18 de enero.
Álvarez apuntó hace ya 14 años que la homosexualidad “perjudica a las personas y a la sociedad”. También confesó, asimilándola a las agresiones sexuales, que “la persona practica la homosexualidad como puede practicar el abuso de menores”. Días después matizó las respuestas que quedaron plasmadas en el extinto periódico La Opinión, “no había pretendido justificar, en ningún caso, el abuso a menores, que es siempre absolutamente reprobable, moralmente es un pecado gravísimo y jurídicamente, un delito. De ninguna manera, he comparado, ni querido comparar, ni comparo, la homosexualidad con el abuso a menores”.
El obispo que se coló en el protocolo de vacunación
En febrero de 2021 el nombre de Bernardo Álvarez saltó a los medios de comunicación tras darse a conocer que se había saltado el protocolo de vacunación.
El obispo había recibido la primera dosis cuando no le correspondía, junto a los sacerdotes mayores de la residencia sacerdotal San Juan de Ávila, las religiosas, responsables del centro, personal de la casa y de la empresa externa que se ocupa de la limpieza. A través de una nota de prensa, el Obispado Nivariense añadía que “Álvarez estaba incluido en el listado enviado a las autoridades sanitarias al mantener su domicilio en ese lugar, en concreto en un apartamento adjunto, y con cuyos residentes tiene frecuentes contactos y comparte algunos servicios que se prestan”. No obstante, el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, hizo público, en la Comisión de control para explicar el plan de vacunación contra la COVID-19, un informe que echaba por tierra esas declaraciones.