El guía de montaña y educador ambiental José C. Herrero (@Insurrecto76) ha sorprendido a sus seguidores en Twitter este martes con un magnífico hilo sobre uno de los patrimonios históricos, culturales y etnográficos más curiosos de Canarias: los hornos de brea. “Si alguna vez haciendo una ruta por los pinares de Tenerife te has encontrado con este tipo de orificios en el suelo y no sabes que son, pasa, que te lo voy a contar”, arrancaba con misterio su explicación.
Cabe señalar que la brea es una especie de alquitrán utilizado, entre otras cosas, para la impermeabilización y calafateo de los barcos de madera (cerrar las junturas de las maderas de las naves para que no entre agua) gracias a su viscosidad y composición química. La brea se puede obtener del alquitrán de hulla, del petróleo o, como es el caso que describe Herrero, de origen vegetal o de biomasa, gracias al pino canario.
@Insurrecto76 compartió en su hilo que para obtener 15 kilos de brea se necesitaban al menos 100 kilos de leña. “Las cuadrillas fabricaban un horno en lomas y zonas de fácil acceso rodeadas de árboles que iban talando hasta dejar la zona convertida en erial, que abandonaban para construir otro con mayores recursos”, concluyó.
El que también es guía en el Parque Nacional del Teide apuntó que “se cree q la industria de la brea dio comienzo poco después de que finalizara la conquista de Tenerife, en 1496, y continuando su actividad hasta el S.XVII (1646)”. Estos hornos estaban compuestos por dos estructuras cilíndricas, situadas a diferente nivel a una distancia de unos dos metros y comunicadas a través de un canal.
“Aparte de su valor patrimonial, constituyen un indicador d la ubicación de las masas forestales, vías de transito o de la dirección de producciones de brea en la Isla. Eran portugueses los maestros encargados de su explotación. Trabajaban algunos esclavos: negros, moriscos y guanches”, agregó.
El hilo continúa apuntando que un estudio del año 2008 data 94 hornos en Tenerife, “quedando muchas zonas por estudiar aún”. La comarca que alberga más hornos es la de Icoden-Daute (de San Juan de la Rambla, pasando por Icod de los Vinos y hasta Garachico), con 29 hornos, y el de mayor altitud se ha descubierto en la comarca Isora-Santiago y se encuentra a 2.128 metros sobre el nivel del mar.
“La industria de la Brea fue una excelente oportunidad económica para diferentes comarcas y puertos d la Isla, así esta labor en principio fue desarrollada por manos extranjeras. El Cabildo obtenía beneficios a través de la concesión d rentas y licencias de brea”, completó Herrero.