El Cabildo de Tenerife ha presentado este martes un conjunto de catorce medidas a las organizaciones agrícolas con el fin de afrontar la emergencia por sequía que sufre la isla, con los embalses con hasta un 30% menos de capacidad que en el mismo periodo del año pasado, y un verano que “pinta muy mal”.
Así lo ha expuesto a los periodistas la presidenta de Asaga, Ángela Delgado, tras reunirse con representantes de Balten, el vicepresidente del Cabildo, Lope Afonso, y el consejero de Sector Primario, Valentín González, quienes no han descartado tomar “medidas drásticas” si la situación no mejora en los próximos meses.
Delgado ha señalado que en los últimos 15 años ha ido aumentando la sequía y también la transpiración de las plantas con lo que “consumen mucha más agua que la que solían consumir”, y este año, las calimas empezaron en enero y el año pasado fue en la segunda quincena de marzo, por lo que la situación se va a agravar.
La presidenta de la patronal, que ha estado acompañada por representantes de COAG, UPA y ASOCAN, se ha comprometido a apoyar una eventual declaración de emergencia hídrica para así poder “agilizar” todas las obras necesarias para garantizar el agua de riego para el próximo verano, al tiempo que ha pedido al Cabildo que tenga previstas las inversiones.
Ha dicho que también van a apoyar la propuesta que se ha hecho desde Balten y el Cabildo para “sacrificar un poco de calidad” de las aguas regeneradas “por un poquito más de cantidad”, entre otras cosas gracias al trabajo “espectacular” que hacen las depuradoras.
Como ejemplo de la mala situación del campo isleño ha indicado que la campaña de papas va a ser “catastrófica” si no llueve en los próximos días, parecida a la del año pasado, por lo que ha pronosticado que habrá “precios altos” en los próximos meses.
“Las partes altas, que son las que tienen la producción de papas, son las más deficitarias en agua, en cantidad y en calidad”, ha agregado.
Afonso ha afirmado que la declaración de emergencia es un “expediente complejo” que depende de un análisis “sosegado” desde el punto de vista jurídico, entre otras cosas porque puede incluir otros aspectos más allá de los relacionados con la agricultura.
El vicepresidente ha augurado que la sequía va a durar “mucho tiempo” por lo que hay que tomar medidas para “mitigar” los efectos, especialmente para este próximo verano, con obras relacionadas con la desalación y las aguas regeneradas o la mejora de las redes de distribución.
Obras por 27 millones
Entre las actuaciones propuestas por el Cabildo se encuentran obras que están presupuestadas para este ejercicio económico por valor de casi 9 millones de euros, como las desaladoras de aguas regeneradas para riego del valle de Güímar, de la Isla Baja o un módulo móvil de desalación, así como el incremento del terciario El Chorrillo, que se llevará a cabo a través de un convenio con el Ayuntamiento de Santa Cruz para enviar agua de mejor calidad al noreste (a la zona de Tacoronte-Acentejo).
Además, y gracias a un convenio con SEIASA, se invertirán otros 18 millones de euros en la rehabilitación y la mejora de la red de abastecimiento de agua en toda la comarca suroeste de Tenerife, así como la construcción de la Balsa Las Charquetas, en Guía de Isora.
Tanto Afonso como González señalaron que para la consecución de todos los objetivos marcados se va a proponer una mesa de coordinación con el Consejo Insular de Aguas y los ayuntamientos “para poder consensuar, autorizar y coordinar la implantación de las actuaciones con la mayor agilidad posible, dado el escenario de excepcionalidad” que padece la isla.