La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, María Victoria Rosell, ha lamentado, ante el hallazgo del cuerpo de Olivia, una de las dos menores presuntamente secuestradas por su su padre hace más de un mes en Tenerife, que “no es un loco o un asesino en serie, es la cara del machismo de ese hombre que no tolera la libertad de la mujer o su igualdad”.
En una entrevista con Radio Nacional de España, Rosell ha advertido de que “son ya muchos” menores asesinados por violencia de género, 41 desde 2013 y cuatro huérfanos este año, “todos con el mismo patrón”.
“No es un loco o un asesino en serie, es la cara del machismo de ese hombre que no tolera la libertad de la mujer o su igualdad y contra eso debemos luchar las instituciones y toda la sociedad todos los días, no solo cuando sucede lo peor”, ha manifestado.
Rosell ha lamentado la confirmación del hallazgo del cuerpo de la menor porque es “la peor noticia”, aunque reconoce que los trabajos de los investigadores en torno a los movimientos del barco de Gimeno en los días cercanos a la desaparición “hacían temer lo peor”.
Preguntada respecto a si había hablado con la madre de las menores, ha destacado que “hay que respetar los duelos y los entornos”. En su opinión las instituciones y las autoridades no pueden “irrumpir” en la vida de las personas en el momento de un proceso “tan duro directamente por tener un protagonismo personal”, sino que lo que hay que hacer “precisamente” es intervenir a través de la ayuda psicológica, social y jurídica que precise para estos momentos.
Además, cree necesario que, para mejorar la protección de los menores, hay que reaccionar “antes de que esto suceda”; ante cualquier atisbo o “indicio racional de un padre incurso en un proceso penal o incluso indicios de violencia que se dan en la separación o el divorcio sin que la madre haya denunciado”.
En ese sentido ha defendido, como se acaba de prever en la Ley de Protección de la Infancia o en la Ley de Apoyo a las Personas con Discapacidad, la posibilidad de “suspender el régimen de visitas” ante una madre y unos niños que tienen miedo. “Hay que escuchar siempre a la infancia, como dicen estas leyes. Ese miedo es un síntoma de violencia”, ha apuntado.
Precisamente, respecto a la infancia y de cara a la entrada en vigor el próximo 24 de junio de la Ley de Protección de la Infancia, Rosell ve “urgente” proteger a la infancia como “víctima directa” de la violencia machista.
En la actualidad, María Victoria Rosell ve “previsible lamentablemente” un incremento de la violencia de género a medida que se vaya recuperando la normalidad y por eso asegura que es preciso “alertar en cada lugar de fiesta de vacaciones o de ocio”.
Así, ha recordado que “hay recursos para alertar contra el machismo” porque la pandemia de la violencia contra las mujeres es “una pandemia sobre otra”. “Después de un periodo de restricciones es como si se quitara el tapón al machismo. Sí, nos tememos que puede haber un repunte de violencia física y sexual”, ha sentenciado.
Respecto a 2020 ha dicho que hubo menos asesinatos que ningún otro año porque se ejercía la violencia de control pero ha pedido no confiarse. Por todo ello, ha solicitado a todos los Ayuntamientos, comunidades autónomas y colectivos estén “muy atentos este verano” a los indicios de violencia machista en la recuperación del ocio para prevenir y acompañar a las mujeres “al primer síntoma de violencia machista”.
Negacionismo, “mensaje tramposo”
En relación con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, ha abogado por “aislar” a quienes lanzan a los jóvenes y adolescentes “mensajes muy peligrosos” de negacionismo, de admitir la desigualdad y la subordinación de las mujeres. “Esos mensajes tramposos y que son una auténtica falacia argumental y que hoy piden cadena perpetua como si eso fuera a solucionar algo”, ha espetado sobre los negacionistas de la violencia contra la mujer.
Por ello, cree que es necesario realizar un diagnóstico para mejorar la respuesta, sobre todo en la detección, derivación y acompañamiento a las mujeres que no denuncian y que suponen casi el 75% en la pareja y casi el 90% de la violencia sexual, según datos de la macroencuesta de violencia de género del 2019, con el fin de desarrollar medidas que “actúen antes”.
Así, en lo social, ha pedido avanzar “previniendo, detectando y acompañando” a esos niños y a esas madres en esos procesos, que es como se puede salvar a los menores frente a los “bulos de las denuncias falsas” y quienes “siempre tienen en la boca la defensa de los privilegios del machismo”.
Finalmente, se ha dirigido a las mujeres para decirles que no están solas. “El primer paso para salir de la violencia es verbalizarlo, pedir ayuda, reconocerse como víctima y ahí comenzar el camino para recuperar una vida libre de violencia a la que tiene todo el derecho del mundo”, ha concluido.