La Guardia Civil, en el marco de la operación Pilumnus (dios protector de los niños en la mitología romana), ha logrado la detención de 102 personas por tenencia y distribución de material explícito de abusos sexuales a menores en internet.
La operación ha sido desarrollada en las provincias de Alicante, Almería, Cataluña, Barcelona, Bilbao, Burgos, Coruña, Algeciras, Cádiz, Ceuta, Córdoba, Castellón, Las Palmas, Granada, Huelva, Huesca, Baleares, Jaén, León, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Oviedo, Pontevedra, Santander, Salamanca, Sevilla, San Sebastián, Tarragona, Santa Cruz de Tenerife, Toledo, Valencia y Valladolid.
Han sido intervenidos más de 450.000 archivos explícitos (que ocupan más de 1.000 terabites) de abusos sexuales a menores (vídeos y fotogramas en los que se reproducen abusos sexuales a menores desde bebés hasta niños de 14 años), además de algunos archivos donde se aprecian escenas de un elevado contenido de violencia sexual ejercida sobre las víctimas menores de edad.
Se han realizado 92 entradas y registros domiciliarios en las diferentes provincias españolas, donde se consiguió intervenir un total de 408 discos duros, 67 dispositivos USB, 40 ordenadores portátiles, nueve CPU, seis tarjetas de memoria SD, un router, 1.700 DVD, una cámara de fotos, dos cámaras de vídeo, dos ordenadores MAC, seis tablets y un servidor de almacenamiento (NAS).
Al menos hay cuatro detenidos por ser productores de este tipo de contenidos, sirviéndose para ello de cámaras ocultas. Los pedófilos son de diferentes edades y perfil profesional. “Algunos no sabían manejar internet y otros eran universitarios”, han explicado desde la Policía Judicial de la Guardia Civil en una rueda de prensa celebrada en Madrid, en la que se ha valorado el registro de agresores sexuales recientemente creado.
Esta “herramienta fundamental” impedirá en el futuro que varios de los arrestados, entre ellos monitores de natación de menores o profesores de clases particulares, puedan volver a trabajar en profesiones en las que estén en contacto con menores. Se enfrentan a penas de hasta cuatro años por la distribución de esos contenidos y de hasta 20 en el caso de que se prueben abusos sexuales.
La investigación se inició tras el rastreo diario que realiza la Guardia Civil en internet obteniendo el conocimiento de usuarios de redes de intercambio de archivos, que son detectados descargando archivos explícitos de abusos sexuales a menores y que son localizados en las diferentes provincias donde se han llevado a cabo las detenciones de los implicados.
Para lograr la identificación de los detenidos se tuvieron que analizar más de 6.000 archivos explícitos de abusos sexuales a menores con la confección de 120 informes técnico-periciales, así como la coordinación con más de 100 juzgados de instrucción que entendían de los hechos investigados.
Tras realizar el análisis forense del material intervenido se pudieron localizar miles de archivos de contenido explícito en los que se mostraban los abusos sexuales a menores y que acreditaban la participación de los detenidos en los delitos de la tenencia y distribución de los mismos a través de internet.
Hasta el momento se ha logrado identificar a diez menores víctimas de abusos sexuales, ocho de ellos de un mismo pueblo de Baleares, continuándose con las labores de identificación con el fin de esclarecer el mayor número de los delitos contra menores que se están investigando.
En la operación han participado un total de 36 unidades de la Jefatura de Policía Judicial de la Guardia Civil en todo el territorio nacional, con 136 agentes especializados en delitos tecnológicos y en protección de menores y otros 200 agentes en labores de apoyo de diversas unidades de la Guardia Civil.
Perfil de los arrestados
En Granada ha sido detenido un hombre por tener archivos de vídeo de niños de muy corta edad, en su mayoría grabados en países de América Latina y del sudeste asiático, en las que se les veía teniendo relaciones con algún animal.
En Cádiz los arrestados han sido dos miembros de una familia, el padre de 54 años y el hijo, de 21, por tener en sus ordenadores personales 370 y 100 vídeos de contenido sexual con menores, dando paso a actuaciones judiciales complementarias para proteger a un segundo hijo de diez años que convivía con ellos y su madre.
Otro de los detenidos tenía vídeos en los que había grabado en un hotel a dos menores, una residente en Burgos y otra en Madrid. Las dos se encontraban de vacaciones con sus familias en Canarias y el arrestado se acercó a ellas para captar imágenes enfocando directamente a los genitales de las menores.
Un detenido en Tenerife tenía 1.300 archivos de menores en su mayoría de Brasil y Filipinas, lo que la Guardia Civil ha aprovechado para destacar la importancia de la cooperación internacional.
En Alicante ha sido arrestado un monitor de natación de menores y en Barcelona un individuo con 50.000 archivos explícitos que fueron detectados cuando, por propia iniciativa, manifestó a los agentes que se consideraba “un enfermo que no podía parar de consumir este tipo de vídeos”.
En Logroño, el detenido fue pillado con un único ordenador en el que tenía conectado hasta 58 discos duros de los que iba seleccionando el material para distribuirlo a diferentes sitios de internet. En Murcia, el pedófilo era un estudiante universitario que daba clases particulares a menores, mientras que otro en Jaén llevaba consumiendo este tipo de contenidos desde el año 2000.