Tres ciudadanos españoles y uno marroquí son las cuatro personas identificadas oficialmente de las siete fallecidas en el derrumbe de un edificio en Tenerife el pasado jueves.
Las familias de Mariflor González González, de 71 años y de Avilés (Asturias), y Antonio Jesús García Beltrán, de 55 años y residente en Los Cristianos, han autorizado la difusión de sus identidades.
También están identificadas una mujer española de 29 años vecina de Los Cristianos y una mujer marroquí de 41 años, informa hoy el Ayuntamiento de Arona.
Se trabaja en la identificación definitiva de los otros tres fallecidos por procedimientos de confirmación de ADN, un ciudadano finlandés y dos italianos.
Continúan los trabajos para asegurar la zona del derrumbe con el apoyo de bomberos, técnicos municipales y maquinaria, y la zona sigue rodeada por un perímetro de seguridad.
También hay agentes de Protección Civil, Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía, Policía Canaria y ambulancias.
Aunque no constan personas por localizar, se han utilizado perros a lo largo del domingo, pero no ha habido nuevas detecciones.
Los cuatro edificios colindantes al que se vino abajo siguen desalojados y 90 personas están realojadas por familiares o en hoteles, cámping y apartamentos del municipio.
También están alojados los familiares de las víctimas que se han desplazado al municipio desde otros países y comunidades autónomas.
Durante el domingo, efectivos de la Policía Canaria han escoltado a residentes en los edificios desalojados para que puedan recoger efectos de primera necesidad.
El alcalde de Arona, José Julián Mena, ha visitado a los heridos y a los desalojados, para conocer su situación y necesidades y a las 17:00 horas la iglesia sueca de Los Cristianos ha celebrado un oficio en memoria de los fallecidos.
Un grupo de moteros se ha concentrado en el exterior del Centro Cultural de Los Cristianos, lugar en el que se sigue asistiendo a familiares de los fallecidos y punto central de información, en donde han guardado un minuto de silencio al que se sumaron vecinos y transeúntes.
En el Centro Cultural continúa un grupo de psicólogos, Cruz Roja y traductores que asisten familiares de las víctimas y residentes del edificio siniestrado.