El Ayuntamiento de Adeje, al sur de Tenerife, ha aprobado un decreto por el cual prohíbe la circulación de vehículos eléctricos en paseos peatonales, aceras y espacios públicos. Según ha expresado en un comunicado, el consistorio considera que, tras los numerosos informes de la Policía Local y de las denuncias de personas usuarias, “la situación actual es insuficiente para dar una respuesta adecuada y compatibilizar la pacífica convivencia entre el uso de este tipo de elementos con los viandantes y usuarios de los mismos”.
El decreto, aprobado y publicado en el Boletín oficial de Canarias a mitad del mes de julio, ya ha entrado en vigor y la Policía Local, el Servicio de Actividades Clasificadas del Ayuntamiento y el departamento de Tráfico, están adoptando las medidas pertinentes de vigilancia y control para el cumplimiento de la nueva normativa. En este sentido, la Policía Local tiene la orden de trabajo de informar y sancionar a las personas y/o empresas que incumplan el decreto.
“Invasión” de vehículos eléctricos
La nueva normativa aprobada considera que “se ha producido una invasión de los paseos peatonales y espacios públicos por un sinfín de aparatos y elementos tanto de tracción mecánica como eléctrica”. Esta proliferación, según cifras facilitadas por el consistorio de Adeje, ha alcanzado la cifra de más de 300 vehículos pertenecientes a 10 empresas con licencia municipal concedida en función al decreto 497/2014 de 8 de octubre. El actual decreto deja sin efecto el de 2014 retrotrayendo la regulación a la originalmente establecida en la Ordenanza de Movilidad y Uso del Dominio Público en cuyo artículo 45 establecía la prohibición de este tipo de vehículos por aceras y paseos peatonales.
La decisión tomada por el Ayuntamiento de Adeje se realiza “en base a numerosos informes de la concejalía de Turismo, Innovación y Accesibilidad, así como de la Policía Local y quejas y denuncias de personas residentes y turistas, en los que se pone de manifiesto que la presencia de estos vehículos en las zonas peatonales genera situaciones de conflicto y de cierta peligrosidad al circular sin la más mínima consideración respecto a los transeúntes u otros vehículos similares con resultado de daños materiales y lesiones a personas”.
El decreto aprobado por el Ayuntamiento recoge también situaciones frecuentes de “carreras y competiciones grupales a altas velocidades en los paseos, provocando no solo un importante malestar, incomodidad y molestias a peatones y viandantes sino accidentes de consideración a los mismos, lo que denota que se ha llegado a una situación insostenible en relación a la convivencia en un mismo espacio entre los peatones y estos aparatos”.