Puertito de Adeje

El director del macroproyecto turístico del Puertito de Adeje estuvo 20 años al frente de una de las empresas más importantes del Cabildo de Tenerife con CC

Dácil Jiménez

6 de septiembre de 2022 20:45 h

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El macroproyecto turístico y de urbanización Cuna del Alma, que prevé la construcción de un hotel y 420 villas de lujo (entre otras cosas) en el Puertito de Adeje, una zona casi virgen del sur de Tenerife, ha sido propuesto para ser sancionado con el pago de 600.000 euros por haber destruido con “intencionalidad” restos arqueológicos de gran valor, según el informe de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias. En el extenso informe sobre el destrozo se resalta, además, que se presentaron informes incompletos, que no se incluyeron ciertas especies vegetales protegidas en los informes de impacto y que se iniciaron las obras sin la supervisión de un arqueólogo, entre otras cuestiones. Fue una denuncia presentada por una asociación de aficionados a la arqueología (Asociación Patrimonial Tegüico) la que desencadenó las inspecciones, primero del Cabildo y luego del Gobierno, que han acabado por llevar a la directora general de Patrimonio de Canarias, Nona Perera, a pedir que se paralicen las obras.

En un primer momento el Cabildo de Tenerife defendió que la documentación del proyecto estaba “en regla”. No en vano, en mayo, cuando se escenificó la colocación de la primera piedra (en realidad los trabajos ya habían comenzado), además de los inversores (Sofie Vandermarliere y David Van Biervliet), acudieron el promotor inmobiliario (Filip Hoste), el director creativo (Remo Masala), y políticos: concretamente, el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, y la vicepresidenta del Cabildo, Berta Pérez.

Pero tras las inspecciones motivadas por la denuncia, el propio Cabildo tuvo que cambiar su postura respecto al proyecto y sus técnicos de Patrimonio realizaron un extenso informe, que luego enviaron al Gobierno de Canarias, en el que se constataba la destrucción “irreparable” de un yacimiento arqueológico de gran valor dada su singularidad. Ahora, parte del proyecto se encuentra parado y desde hace más un mes un grupo de ecologistas y activistas han acampado junto a las obras para impedir que continue la destrucción de flora y restos.

El director del proyecto, más de 20 años en el Cabildo y defensor de los trenes en Tenerife

Pero ¿quién está detrás de este proyecto? Dos familias multimillonarias de Bélgica ponen el dinero, y un tinerfeño, Andrés Muñoz, dirige su creación. Se trata de la misma persona que desde 2001 hasta 2021 fue el gerente de Metropolitano de Tenerife, la empresa que construyó y gestiona el tranvía en la isla, y que depende directamente del Cabildo de Tenerife.

Muñoz, ingeniero industrial, llegó a esta empresa pública en 2001, con Ricardo Melchior (Coalición Canaria) como presidente insular. Muñoz dejó ese cargo en julio de 2021, ya con el PSOE al frente del Cabildo. A su salida, fue arropado por quien presidió el Cabildo desde 2013 hasta 2019, Carlos Alonso (CC), quien destacó de él que fue una “figura esencial” desde la creación de la empresa “y para la puesta en marcha de las líneas 1 y 2 del tranvía”.

De hecho, la mayor parte de la experiencia profesional de Muñoz, con al menos un galardón recibido, se centra en el sector ferroviario. En Tenerife, Muñoz ha sido uno de los principales defensores de los proyectos del tren del norte y del sur de la isla. En un foro sobre movilidad en la isla celebrado el pasado mes de octubre, se mostró pesimista respecto a los problemas de tráfico en la isla y defendió los trenes como parte de la solución. Según dijo, si no se hacían era por “la falta de consenso político” e insistió en que eran “perfectamente justificables” pese a su coste, superior a los 2.000 millones de euros.

Tras 20 años en Metropolitano emprendió un nuevo reto: Cuna del Alma, un proyecto turístico-inmobiliario que nada tiene que ver con el transporte ferroviario y del que defiende que cumple con la legalidad.

Tras la enorme contestación social que ha provocado este proyecto, y que se materializó en una multitudinaria manifestación en las calles de Santa Cruz de Tenerife en rechazo no solo de Cuna del Alma, sino de cualquier proyecto depredador del territorio, Muñoz afirmó en medios que este tenía todas las licencias y permisos. Por el contrario, las conclusiones del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias afirman, entre otras cosas, que había dos informes desfavorables (de 2014 y de 2017) porque no había garantías de que se fuesen a adoptar “las medidas de protección adecuadas respecto a los bienes patrimoniales”, que la empresa promotora no entregó al Cabildo el estudio arqueológico que encargó y que tuvo que ser obtenido “extraoficialmente”, que no tomó medidas para la protección de los yacimientos pese a saber que existían y que inició los trabajos sin un arqueólogo a pie de obra.

En el último de los pronunciamientos del Gobierno canario al respecto (el informe de la directora general de Patrimonio) se afirma literalmente que el proyecto “no cuenta con informe técnico de este Servicio”, aunque la empresa afirmó a este periódico en julio pasado que sí se había realizado.

Ahora se están revisando también los informes de impacto ambiental, tras conocerse que al menos una especie vegetal protegida no se incluyó en él.

El período de alegaciones a la propuesta de sanción de 600.000 euros concluye en apenas una semana. Si finalmente la multa se aplica, la empresa detrás de Cuna del Alma, Segunda Casa Adeje S.L., tendrá que pagar esa cantidad y, además, reparar el daño causado y correr con los gastos de las actuaciones que deban realizarse.

Esta empresa fue creada en 2013, cuenta con cinco administradores y un solo empleado. Esos administradores son tres personas (Andreas Hoste, Caroline Vandermarliere y Maurice Vesmet) y dos empresas: GT CO BVBA y Fivanco NV. La primera se dedica al comercio de tabaco y otros productos. Además, aparecen vinculadas financieramente a Cuna del Alma otras dos empresas: Puertito Beach Residencias S.L. y Puertito Hill Residencias S.L., ambas también con Andreas Hoste y Caroline Vandermarliere como administradores y con la misma sede social que Segunda Casa Adeje S.L..