Arico, en el sur de Tenerife, es el segundo municipio de la isla, tras Fasnia, en restringir el consumo de agua entre sus habitantes. Lo hace después de que el Cabildo aprobase en el pleno del pasado viernes, 1 de marzo, instar al Consejo Insular de Aguas a iniciar los trámites para declarar la emergencia hídrica en la isla.
En un bando municipal, la alcaldesa de Arico, Olivia Delgado Oval, informa a los vecinos de que debido a la prolongada sequía, una situación que califica de “muy grave”, y a la iniciativa llevada a cabo desde el Cabildo, se han adoptado las siguientes medidas:
- Prohibido lavar coches, salvo en gasolineras.
- Prohibido lavar fachadas.
- Prohibido llenar piscinas, charcas, depósitos o tanques.
- Prohibido el uso de duchas en las playas.
- Prohibido usar agua potable para riego.
- Prohibidas nuevas altas de contadores de agua de la balsa.
El Ayuntamiento recuerda que las balsas de la isla se encuentran en torno a un 30% de su capacidad, cuando en esta época deberían estar al 70%. Por ello, pide además a la ciudadanía un uso y un consumo responsable del agua.