La confirmación de la censura en Granadilla de Abona, en el sur de Tenerife, contra la alcaldesa socialista, Jennifer Miranda, como publicó hoy El Día y de cuya negociación informó este periódico desde agosto de 2024, vuelve a demostrar que CC nunca ha tenido barreras, cordón sanitario ni freno a la hora de pactar con la ultraderecha centralista y más bien antiautonomista de Vox. Ya pasó en Teguise (Lanzarote), si bien el edil de Vox acabó dejando el partido, pero el salto cualitativo a escala local se dio en enero de este año, con la entrada de los de Abascal (2 concejales) en Arona, el tercer municipio de Tenerife, tras la expulsión de la alcaldesa, Fátima Lemes (PP), de sus socios de Más por Arona, la formación que surge por la escisión en el PSOE.
Muchos llevan siete meses negando a fondo esta censura en Granadilla, pero su negociación fue confirmada desde el principio por altas esferas del PP, CC y hasta Vox a este periódico. Que su firma se haya dado en Presidencia del Gobierno de Canarias no es baladí ni anecdótico. Al contrario; le da carta de naturaleza a esa máxima de CC en múltiples administraciones de que todo vale si se trata del poder, y más en un municipio con el principal aeropuerto de Tenerife, con un puerto industrial que, por muy infrautilizado y discutido que esté, es otro equipamiento con gran potencial para algunas visiones y con una población creciente y pujante (unos 57.000 habitantes en 2024, el quinto municipio de la Isla). Además, el que retomará la Alcaldía, José Domingo Regalado (CC), ejerce aún de asesor de Clavijo en Presidencia y una rúbrica así le da realce a un pacto que, quizás sin lo de Arona, se habría disimulado más y circunscrito sólo a un ámbito local muy concreto y a aquello de las “relaciones personales”.
Lo cierto es que, en realidad, ni siquiera hay novedad en un acuerdo entre CC y Vox en Granadilla. De hecho, ya en la toma de posesión de este mandato los dos ediles del partido ultraderechista cedieron sus votos a los nacionalistas para hacer alcalde a Regalado, pero esto se frustró por el acuerdo entre el PSOE y los dos concejales del PP.
Desde entonces, los movimientos en las altas esferas para reeditar la censura del Puerto de la Cruz del 16 de agosto de 2024 se multiplicaron, aunque lo de Granadilla ya lo habían intentado antes. En realidad, la clave en el municipio sureño siempre fue la misma: bastaba con un único edil del PP para alcanzar los 13 necesarios (más los 10 de CC y 2 de Vox), la edil Bianca Cerbán siempre se ha negado a romper con los socialistas y sólo quedaba la opción del portavoz, Marco Antonio Rodríguez. Por mucho que este concejal no haya parado de decir que no le constaba nada y que estaban trabajando muy bien con el PSOE, la clave radicaba en que los dos exconcejales del PP que se fueron del partido en el anterior mandato y que acabaron como candidatos en CC dejasen el consistorio. Una vez logrado esto, la censura se ha desbloqueado y se ha firmado, nada menos, que en Presidencia del Gobierno, en una negociación llevada por Manuel Domínguez y que el propio presidente Clavijo no le ha negado ni a las más altas instancias del PSOE canario.
El pacto entre estos dos ediles del PP y el PSOE en Granadilla fue una de las grandes sorpresas en las toma de posesión de los consistorios en 2023, rompió la estrategia regional del PP, compensó el acuerdo de CC y PSOE en el Cabildo de Fuerteventura y, al incumplir las directrices de hacer alcalde, de nuevo, a Regalado, les costó un inmediato expediente de expulsión por parte de la dirección que preside Domínguez, aunque siempre durmiente y a la espera de la reconducción.
Güímar y el descarte de Arico
Esta censura se vinculó a otra posible en Arico, donde también gobierna el PSOE con el PP. No obstante, en este caso la opción pasa ineludiblemente por Todos Somos Arico, que, a diferencia de la Asamblea Ciudadana Portuense (ACP, otra formación se supone que a la izquierda del PSOE), decidió en una asamblea en septiembre de 2024 descartar cualquier censura y un pacto con CC y PP.
Asimismo, y como publicó Canarias Ahora desde agosto de 2024, las maniobras incluían también Güímar, donde CC y PSOE cogobiernan desde 2019. El PP siempre ha planteado que no podía ceder a CC la Alcaldía de Granadilla (municipio muy importante) sin nada a cambio. Si bien las fuentes consultadas indican que, de momento, no hay avances significativos, los populares siempre han pedido que se rompa el acuerdo en esta localidad también del Sur para devolver el mando a Luisi Castro. Una vez confirmada la censura en Granadilla, la exigencia continuará y puede acentuarse.
El acuerdo en Granadilla, en definitiva, diluye (de nuevo) las palabras de Clavijo y otros dirigentes de CC, en elecciones y durante años, sobre que nunca pactarían con “los extremos, con VOX y con Podemos”, sobre todo por la visión centralista del Estado de los de Abascal. Sin embargo, ya en junio de 2023 habían suscrito en un documento publicado por Canarias Ahora un acuerdo para “la gobernabilidad en Granadilla” que, ahora, se ha vuelto a rubricar en Presidencia del Gobierno y con el apoyo que faltaba, el del edil del PP Marco Antonio Rodríguez.