El alcalde de Adeje (sur de Tenerife), José Miguel Rodríguez Fraga (PSOE), sigue insistiendo en que el polémico proyecto de Cuna del Alma, en la zona del Puertito, en Armeñime (o de Adeje), se hará no solo porque tiene los preceptivos permisos, sino porque esas villas de lujo que tanto rechazo ecologista han desatado las concibe como un avance más en su concepción de desarrollo y progreso. Sin embargo, y a la espera de que esa urbanización vea la luz, este rincón aún alejado del desarrollismo del resto del municipio y buena parte de Arona (municipio cercano y muy turístico también) presenta desde hace tiempo “otra urbanización” que no resulta precisamente edificante, con calles de tierra, casas de diverso tipo (aunque muchas de madera), coches y casi garajes de aquella manera.
Antes de enfilar las últimas curvas hasta llegar a la pequeña iglesia, la playa, bar y casas del Puertito, esa bahía cada vez más visitada por los barcos de recreo con turistas y que aún sirve de refugio a tortugas y humanos variopintos y alternativos, una pequeña ciudad con palés, casas de madera, prefabricados también de madera, caravanas, autocaravanas y mucha improvisación resulta ya imposible que no llame la atención, como muestran las fotos que acompañan estas líneas. Lejos quedan aquellos años en los que otra urbanización alternativa, compuesta básicamente por autocaravanas, acompañaba a la playa en unos terrenos que, hasta hoy, presentan desde hace años unas enormes dunas forzadas por las palas enviadas desde el Consistorio para evitar precisamente semejante “barrio”.
Sin embargo, y esta vez en terrenos en un 99% privados, según señalan a Canarias Ahora fuentes del gobierno local, desde hace unos años ha ido levantándose una auténtica urbanización alternativa que contrasta a las claras con promociones de Armeñime que se mezclan en la vista al fondo o, incluso, con las grandes edificaciones y hoteles de Playa Paraíso, aún en Adeje pero más hacia el municipio de Guía de Isora.
Canarias Ahora ha departido con algunos de los ocupantes de estas “casas” de autocreación e improvisación (en su mayoría, pues otras son simplemente viviendas de madera prefabricadas) y señalan que, en realidad, son trabajadores del sector servicios que, sin embargo, no llegan a fin de mes, no pueden afrontar los alquileres actuales y muestran un claro contraste con el momento boyante actual del subsector turístico. También, por supuesto, hay personas necesitadas que han encontrado en estos terrenos (en plan viejo Oeste) una oportunidad para tener un refugio.
No obstante, las fuentes del gobierno local se muestran contundentes y dejan claro que, en realidad, los necesitados o trabajadores son la inmensa minoría. Según trasladan a este periódico otras fuentes, lo que prima en este caso son alquileres vacacionales (sí, en habitáculos con palés y demás ofrecidos en internet), segundas residencias y muchos extranjeros de vacaciones.
El gobierno se pronunciará mucho más en detalle una vez concluya un informe expreso que ha encargado sobre esta proliferación de viviendas irregulares. No obstante, insiste en que el 99,99% son terrenos privados y en que0han de actuar los dueños para que haya desalojos. Unos propietarios que, eso sí, ya le han trasladado al consistorio que se debe intervenir en esto. Entre estos “privados”, se encuentran también los promotores de Cuna del Alma, según señalan las fuentes. De hecho, la conclusión es que todo se ha multiplicado precisamente desde la protesta por la urbanización Cuna del Alma, como que sirvió de llamada.
De momento, y en un lugar que sigue manteniendo cierto aire de antaño y de sostenibilidad pese a las vallas de esta promoción y el resto del panorama hotelero de la costa del sur tinerfeño más turística, una urbanización alternativa no deja justamente una imagen muy edificante y basta con acercarse cualquier día.