La Fiscalía de Las Palmas solicita penas que van desde los 20 a los 27 años de cárcel para una banda de siete personas que se hicieron pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para entrar a robar a una vivienda de Lanzarote, dejando malherido a uno de sus dueños, que falleció meses después por las secuelas.
El Ministerio Público formula acusación contra siete personas de las que afirma que se pusieron de común acuerdo para, en la mañana del 18 de enero de 2016, hacerse pasar por efectivos policiales que iban a realizar una entrada y registro en una vivienda del municipio de San Bartolomé con la intención de robar en su interior.
El juicio en su contra ha comenzado este lunes en los juzgados de Arrecife, en Lanzarote, y se celebra ante la sección sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
Según relata el fiscal en el escrito de acusación, estas personas requirieron a los dueños de la vivienda para entrar en la vivienda, y una vez estaban ambos dentro, les maniataron para limitar sus movimientos y les obligaron a decir dónde estaba la caja fuerte.
La banda, para lograr su propósito, procedió a golpear por todo el cuerpo a uno de los dueños de la casa, llegando a aplicarle descargas eléctricas.
Este ataque le provocó un traumatismo craneoencefálico de carácter severo con fractura en ambas órbitas oculares, en el húmero izquierdo, en varias costillas y vertebras dorsales y lumbares, así como otras múltiples lesiones diseminadas por todo el cuerpo.
Asimismo, las descargas eléctricas que sufrió le generaron quemaduras acompañadas por dolores musculares por toda su anatomía.
Según la Fiscalía, “el menoscabo físico que padeció por la agresión sufrida produjo en el mismo un estado de alto riesgo vital al producir la afectación grave de órganos vitales y condicionar la aparición de factores sobrevenidos en la evolución del lesionado”.
Hasta el punto que falleció dos meses después de la agresión debido a una enfermedad tromboembólica que, tal y como recoge el Ministerio Fiscal, pudo producirse debido a la inmovilización subsiguiente a las lesiones derivadas de aquel día.
Los siete acusados sustrajeron varios reloj de alta gama y diversas joyas de gran valor, dándose posteriormente a la fuga y dejando malherido a uno de los propietarios de la vivienda.
Además, dos de ellos mantenían escondida en su vivienda una escopeta de calibre 12 que está prohibida para particulares.