La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, en un juicio celebrado con jurado, ha condenado a dos años y cuatro meses de prisión a un hombre que mató a su hermano con un arma blanca, tipo espada o catana (de 74,5 cm de longitud por 2,5 cm de diámetro), en Arguineguín, en el municipio grancanario de Mogán.
Además, el fallo de la sentencia recoge que el condenado es culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave con la concurrencia de agravante de parentesco y atenuante de confesión y de actuar bajos los efectos del alcohol y las drogas. Además, deberá indemnizar a los herederos con 100.000 euros.
Todo ello, después de que se haya considerado probado que en la tarde del 19 de junio de 2017 el acusado, estando en su domicilio de Arguineguín, llegó su hermano y se sentó en un banco cercano a la vivienda.
Posteriormente, tras consumir drogas y alcohol los dos hermanos comenzaron a gritarse, insultarse e increparse, hasta que en un momento el que se encontraba en la calle empezó a dar golpes en la puerta de la vivienda con la intención de derribarla.
Entonces, el morador de la vivienda, al no cesar los golpes cogió la catana, abrió un poco la puerta y, “sin intención de acabar con la vida” de su hermano, sacó el arma por un lado de la puerta para ahuyentarlo pero le causó una herida en la axila izquierda que fue mortal, ya que le atravesó el pulmón izquierdo e incluso le llegó al derecho.
Asimismo, recoge la sentencia que mientras la víctima agonizaba en la calle, su hermano se asomó por la ventana de la vivienda y gritó “dejen que se muera”.
El condenado, consumidor habitual de alcohol, el día de los hechos tras realizarle los análisis correspondientes, dijo que había consumido alcohol, cocaína y cannabis. Además expone que, una vez se le pasó el efecto de lo tomado, confesó los hechos ante los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.