El fiscal del caso de la 'manada de Puerto Rico' ve pruebas suficientes para sostener que hubo violación

EFE

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La mujer que denunció a cuatro jóvenes por violación en un parque de la zona turística de Puerto Rico, en Gran Canaria, la noche del 26 de febrero de 2021, ha asegurado este miércoles ante la Audiencia de Las Palmas que los cuatro procesados la penetraron, tras intimidarla y acosarla.

En el juicio que se ha celebrado ese miércoles 28 de junio contra los cuatro acusados, que se enfrentan a condenas de 58 a 61 años de cárcel cada uno, la víctima ha negado que se tratara de unas relaciones consentidas, como han defendido los procesados ante el tribunal, menos uno que ha asegurado que “nunca estuvo con ella” ni participó ni vio lo que hacían los otros tres.

El fiscal, que rechaza las versiones de los procesado por considerarlas contradictorias y destinadas a eludir la responsabilidad sobre los hechos que les imputa, ha defendido que existe prueba suficiente para que se les imponga las penas que pide por entender que cometieron delitos de agresión sexual; tesis a la que se oponen las defensas, que han reclaman un fallo absolutorio.

El Ministerio Fiscal, en sus conclusiones, ha explicado que su petición de condena se basa en el testimonio de la víctima, “verosímil y coherente”, en el de los dos agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar donde ocurrieron los hechos y detuvieron a los procesados, y en el resto de la prueba practicada.

Entre las pruebas ha citado las lesiones que se le hallaron en ambas muñecas, en el interior de los muslos y en una rodilla de la denunciante, “compatibles con el de una violación”, según el médico forense que la asistió.

Así, para el acusado Aziz L., ha mantenido la condena que inicialmente reclamaba de 61 años por dos delitos agravados de agresión sexual (los que se le atribuyen directamente) y tres delitos de agresión sexual (los cometidos presuntamente por sus compañeros).

Los otros tres, Mohammed E.B., Hicham E.A. y Hamza E.Z., se exponen también a la pena de 58 años de cárcel, que ha solicitado el fiscal desde el principio como presuntos autores de un delito agravado de agresión sexual y cuatro de agresión sexual.

Los cuatro acusados se sitúan en el lugar de los hechos, pues han admitido que llevaban días viviendo en el parque porque les habían echado del hotel donde estaban alojados tras haber llegado en patera a la isla, ha señalado el fiscal al tribunal de la Sección Segunda, a la que también ha destacado que en un mensaje del móvil que se le intervino a uno de los imputados se refieren a que esa noche tuvieron suerte porque habían podido “trincar a una inglesa”.

En el móvil se hallaron otros mensajes alusivos a la supuesta agresión en los que se decía que “habían cazado a una chica” y la llamaban “conejita”, según ha referido el agente de la Guardia Civil que elaboró el informe sobre el contenido de las conversaciones del teléfono, tras se traducidas del árabe.

La víctima ha manifestado al tribunal que ese día primero estuvo en una fiesta de cumpleaños y que antes de volver a su apartamento fue a dar un paseo al parque, donde fue abordada primero por Aziz L. que la cogió de la mano y la llevó a un lugar donde tenían mantas en el suelo, donde la obligó a que se acostara.

Allí le quitaron el teléfono móvil que llevaba y las gafas, según su relato, en el que sostiene que este acusado fue el primero que la penetró y después siguieron los otros tres hasta que por último la volvió a penetrar Aziz L., al que reconoció por el fuerte olor a hachís y marihuana que desprendía.

Según el Guardia Civil que instruyó el caso, Aziz L. ya había sido detenido como presunto autor de una agresión sexual en la playa de Puerto Rico.

El instructor y jefe de la Unidad de la Policía Judicial de Arguineguín ha explicado que la víctima denunció los hechos el 28 de febrero, pero que ellos ya estaban indagando sobre una violación grupal porque había ido a comprar a una farmacia la píldora del día después y la farmacéutica lo había puesto en conocimiento de la Guardia Civil.

Así mismo, ha indicado que estaba en situación de “postshock” y que, en un principio, no quería denunciar, y que su versión les pareció “muy creíble”.

Los abogados de los cuatro acusados han rechazado las conclusiones del fiscal y han sostenido que no existe prueba suficiente para imputarles unas condenas tan elevadas.

La defensa de Aziz L. ha recalcado que la prueba válida es la que se expone en el juicio y que los hechos no sucedieron como alega el fiscal, y que la ingesta de alcohol de la víctima, que ella misma reconoce, le llevó a desinhibirse, que es “uno de los efectos conocidos” que produce, pues ha insistido, al igual que los acusados, en que se trató de unas relaciones consentidas.

Además, ha afirmado que la forma de reconocimiento de los otros tres acusados está “contaminada” al mostrarle a la víctima solo sus tres fotografías y no un álbum con más y ha incidido en que en el parte de lesiones del hospital no figuran lesiones, entre otras consideraciones que ha expuesto para afirmar que existen dudas más que razonables sobre los delitos que se imputan.

Se trató de unas relaciones consentidas y los hechos periféricos así los demuestran, ha añadido el letrado.

El abogado de Hicham E.A. ha señalado que, en todo caso, el único delito que se le podría imputar a su defendido es el de omisión de socorro, por no haber auxiliado a la víctima, pero no de violarla, mientras que los otros dos letrados han abundado también en la falta de prueba inculpatoria y en que “ella se desentendió” y su actitud fue la de “hagan conmigo lo que quieran”.

Uno de los abogados ha hecho hincapié en que las relaciones tuvieron lugar en un parque, no en un “zaguán como en el conocido caso de ”la manada“, que tampoco ”intentó escapar“ ni pedir ayuda.