La Fiscalía pide 26 años de cárcel para un hombre acusado de violar a la hija menor de su expareja

EFE

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El Ministerio Fiscal y la acusación particular han reclamado una pena de hasta 26 años para un hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de su expareja, de exhibicionismo y de haberla violado, unos hechos que sitúan entre julio de 2020 y de 2021 y que comenzaron cuando la menor tenía 15 años.

En el juicio celebrado este martes en la Audiencia de Las Palmas, y que ha quedado visto para sentencia, las dos acusaciones han considerado que la menor ha “quedado totalmente devastada” por los hechos que sufrió, que fueron de forma progresiva: primero comenzaron los tocamientos, a lo que siguió la penetración dáctil y cuando se vio legitimado para todo cometió el hecho más grave, la penetración anal, ha recalcado el fiscal.

El acusado J.R.O.G., sin embargo, ha negado los hechos y los atribuye a que la menor no aceptaba la relación que él mantenía con su madre tras la separación de sus padres, por lo que su letrada ha solicitado su absolución, pues entiende que la única prueba radica en la versión inculpatoria de la presunta víctima, que recibía tratamiento psicológico desde hacía tiempo.

La acusación pública y particular, pese a lo declarado por el acusado, han considerado que han quedado “perfectamente acreditados los hechos” por la persistencia clara de la versión de la menor, desde que se decidió a denunciar los hechos, cuando sufrió la penetración anal, el más grave de todos, y que las dos psicólogas forenses han concluido que es “altamente creíble”.

La menor, según el fiscal, fue “completamente sometida con violencia e intimidación por parte del acusado, que además abusó de su superioridad y del fácil acceso para cometer los hechos, que también han sido corroborados por la madre, que ha declarado a puerta cerrada, al igual que su hija.

La entonces menor “ha quedado totalmente devastada y probablemente de por vida”, ha recalcado el fiscal, que ha rechazado que existan motivos espurios, como alega la defensa, y que entiende que no han sido acreditados.

A preguntas del tribunal, las dos psicólogas han recalcado que cuando la menor se refiere a los hechos que relata no los recuerda, sino que los “vivifica”, lo que explica su “credibilidad” y la huella psíquica del estrés postraumático que sufre.

Unos hechos que ocurrieron primero cuando la menor iba a la casa del acusado, porque era amiga de la hija de su entonces pareja, y también en el domicilio de aquella, con tocamientos en los pechos y en la vagina por encima de la ropa y con la introducción de los dedos a partir de febrero de 2021, y durante la relación que mantuvo después con su madre a partir de abril de ese año.

Las acusaciones sostienen que el procesado, además, en múltiples ocasiones se extraía el pene del pantalón y se masturbaba delante de la menor, si bien el 13 de julio de 2021, cuando se encontraba en el domicilio familiar, la introdujo con fuerza en su dormitorio y tras cerrar la puerta la tumbó boca abajo, la despojó de su ropa interior y la penetró analmente, al tiempo que le decía: “No abras la boca y no hagas ruido si no quieres que te de un bofetón”.

El imputado, que ha declarado al final de la prueba practicada, al ser preguntado por estos hechos ha dicho que no son ciertos y ha reiterado que los problemas con la menor comenzaron cuando empezó a dormir con su madre.