La Consejería de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias ha optado por medidas artesanales para lograr el objetivo de que los usuarios de los juzgados del Archipiélago se relacionen a más de un metro de distancia, como indican las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la pandemia del COVID-19.
Así, en los edificios judiciales con banquetas de espera ha recurrido a cintas de precintos para impedir que se usen sillas contiguas y dejar al menos una libre de cada tres.
Esa medida, junto al reforzamiento de la limpieza y desinfecciones periódicas son las tres que ha implementado el Gobierno canario a la vista de la negativa del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de suspender las actividades en las oficinas judiciales españolas. Sólo por decisión de los jueces y juezas y previa autorización del Tribunal Superior de Justicia y del propio consejo pueden dejar de celebrarse las comparecencias, juicios y demás actos programados en los juzgados españoles en todas sus circunscripciones.