La Justicia ha ordenado la demolición del hotel Papagayo Arena, uno de los 44 establecimientos turísticos ilegales que se han levantado sobre la costa de Lanzarote. El ahora llamado Sandos Papagayo es un imponente edificio blanco situado en el municipio de Yaiza. Con capacidad para alojar a al menos 600 personas, su arquitectura rompe la armonía del paisaje volcánico de Los Ajaches que lo bordea. Situado en primera línea, no tiene ninguna licencia que le permita seguir en pie y, además, se ha construido sobre un paseo peatonal público que permite el acceso a la playa.
Un auto emitido por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Las Palmas de Gran Canaria ha acordado la ejecución en su integridad de una sentencia emitida en 2011. Ese fallo declaraba nulas las licencias de obra, la de final de obra, así como la agrupación de dos parcelas del Plan Parcial de Las Coloradas, pasando por encima del vial público, para construir el hotel. A pesar de ello, el hotel ha permanecido abierto al público y operativo.
El auto del 20 de enero de 2022 establece también que el Ayuntamiento de Yaiza debe restablecer la legalidad urbanística y territorial infringida. La construcción de este complejo se autorizó en 1998 sin ningún informe jurídico del Ayuntamiento. Tampoco del Cabildo insular, que ha defendido que este hotel incumple las ordenanzas del Plan Parcial sobre la edificabilidad, la altura y el número de plantas. Además, invade espacio libre.
El Papagayo Arena es uno de los símbolos de la época más corrupta de esta corporación municipal del sur de Lanzarote, cuando José Francisco Reyes estaba al frente. Durante su alcaldía se gestó el conocido caso Yate, que investigó una trama de concesión masiva de licencias ilegales en Playa Blanca.
Entre las funciones del cargo del alcalde estaba la concesión de licencias urbanísticas en el ámbito municipal. En el marco del caso Yate, Reyes fue condenado a prisión por otorgar varias licencias a sabiendas de su ilegalidad entre 1998 y 2003.
Pese a este triunfo de la lucha contra la corrupción urbanística en Lanzarote, aún quedan hoteles ilegales en la costa conejera. Uno de ellos es el Princesa Yaiza. Según el Cabildo de Lanzarote y la Fundación César Manrique, el complejo incumple la legalidad urbanística por tener tres plantas de más, incumpliendo así los límites de altura. Otro de los casos más graves es el Son Bou, que tiene una orden de demolición vigente del Ayuntamiento de Yaiza por ser ilegalizable. Sin embargo, aún se está a la espera de la resolución del recurso presentado por la propiedad.