Un juez pone en busca y captura al empresario grancanario Santiago Santana Cazorla

El magistrado titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Bartolomé de Tirajana, Julio Wood, ha dictado este jueves una orden de busca, captura y detención del empresario grancanario Santiago Santana Cazorla.
En un auto al que ha tenido acceso este periódico, el juez señala que Santana Cazorla, que tiene fijada su residencia desde hace años en Marruecos, ha incumplido su obligación de comparecer ante ese órgano judicial en una causa en la que figura como investigado.
Todas los intentos de citación del empresario “han resultado infructuosos”, destaca el magistrado, que incide en que, en caso de que no se presente en el juzgado de guardia en un plazo de diez días, se le declarará “rebelde, deparándole el perjuicio que se prevea en derecho”.
Las diligencias previas por las que Santana Cazorla está citado en los juzgados de San Bartolomé de Tirajana se abrieron en 2024 a raíz de la denuncia de otro empresario por un asunto vinculado con unas propiedades.
Es uno más de los frentes judiciales que mantiene abiertos el empresario que creó hace ya cerca de cincuenta años en la isla de Gran Canaria un imperio turístico que se ha ido desmoronando entre escándalos, detenciones y disputas con otras empresas, principalmente Lopesan, e incluso con su propio hermano, Manuel.
El pasado mes de febrero, el Juzgado de lo Mercantil 2 de Las Palmas de Gran Canaria autorizaba la venta de las acciones que aún poseía en el Grupo Anfi, el mayor conglomerado de timesharing (aprovechamiento por turnos de inmuebles de uso turístico) de Europa. El histórico enemigo de Santana Cazorla, Lopesan, se hizo con esas participaciones por ocho millones de euros y, por tanto, con el 100% del grupo Anfi, comprometiéndose a presentar un plan para saldar todas las deudas que aquella sociedad había contraído.
De forma reciente, Santana Cazorla también ha sido condenado a un año de cárcel y a pagar una indemnización de 42.000 euros por la apropiación indebida de un barco propiedad de Anfi que se llevó a Marruecos cuando fue a vivir a este país.
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