El menor de 15 años detenido por la presunta violación grupal de otra menor en Playa del Inglés ha reconocido ante la Fiscalía de Menores de Las Palmas que mantuvo sexo con la denunciante, de 16 años, pero sostiene que fueron relaciones consentidas. La presunta víctima denunció los hechos tras despertarse confusa a la mañana siguiente y telefonear a un exnovio, que fue quien la llevó al hospital y la animó a denunciar. Así se recoge en la declaración prestada por ambos ante la Fiscalía de Menores, previa a que la jueza con competencia en la materia, la titular de Menores 1 de Las Palmas de Gran Canaria, Reyes Martell, decretara el internamiento en régimen cerrado y terapéutico del chico, con cargos por agresión sexual, que ha accedido voluntariamente a someterse a un tratamiento de deshabituación por reconocerse dependiente de hachis y alcohol.
El menor tiene antecedentes penales por violencia de género por haber agredido a una chica, también menor de edad. En su infancia fue víctima de abusos por parte de ascendentes familiares masculinos.
Las informaciones confusas de las horas siguientes a la detención de los cinco hombres autodenominados la nueva manada y relacionados con esta presunta agresión sexual empiezan a aclararse. Según la versión de la víctima, ella -que era la primera vez que salía- y sus amigas acudieron a Playa del Inglés a celebrar la noche de San Juan en la fiesta que tradicionalmente tiene lugar en ese entorno de la ciudad turística de San Bartolomé de Tirajana. Allí conoció al que luego fue supuestamente su agresor, el menor detenido en la operación, hasta ahora el único que ha reconocido relaciones sexuales con ella. La versión de ambos coincide en que se dirigieron a los apartamentos Las Dunas, en la calle Marruecos, de Playa del Inglés. Allí el menor reconoce haber tenido relaciones con la denunciante, pero asegura que fueron consentidas y en solitario porque -según dijo- sus amigos permanecieron al principio fuera del apartamento.
Sin embargo, siempre según esta versión, sus amigos incordiaban desde fuera y le impidieron consumar el acto sexual, por lo que se marchó malhumorado del lugar. Es aquí cuando se pierde un relato coherente de los hechos, lo que habrá de resolver la jueza que este jueves interrogará a los otros cuatro detenidos. Porque mientras que el menor de 15 años asegura que se marchó después de que sus amigos, todos mayores de edad pero muy jóvenes, entraran en el apartamento, la menor denunciante, de 16, asegura que fue violada grupalmente por todos ellos.
También es en ese momento previo donde acaba el relato de los hechos del menor denunciado, que asegura ignorar qué fue lo que pasó allí tras su marcha, si es que se marchó.
La versión de la denunciante ante la Fiscalía de Menores es algo menos concreta. Reconoce que bebió mucho esa noche y que no es consciente de que le hicieran consumir ninguna droga que anulara su voluntad. No confirma ninguna relación sexual consentida y relata que, a la mañana siguiente, al despertar, se sintió muy confusa y empezó a recordar lo ocurrido. Fue entonces cuando telefoneó a un exnovio para contárselo, y fue esa persona la que la acompañó a un hospital y la que la animó a contarlo todo a su familia y a presentar denuncia.
La menor ha aportado parte de lesiones, no así informe forense más exhaustivo, que muy probablemente estará este jueves a disposición de la jueza de instrucción de San Bartolomé de Tirajana.
Falta la versión de los otros cuatro detenidos ante la jueza, que ha decretado el secreto del sumario, y falta la versión de las amigas de la presunta víctima, cuyo testimonio podría ser crucial, según fuentes conocedoras de sus declaraciones ante la Policía, hasta el punto de provocar un giro a la investigación. Los primeros pasarán este jueves a disposición judicial; las segundas serán llamadas en fecha aún por determinar. La menor víctima de la presunta violación también declarará en los juzgados de San Bartolomé de Tirajana.