El Juzgado de Instrucción Número 3 de Telde, en Gran Canaria, ha condenado a una mujer de 36 años y vecina de Las Palmas de Gran Canaria al pago de una multa de 720 euros por desobediencia a la autoridad al desoír la orden de confinamiento por el coronavirus y desplazarse al centro comercial Alcampo de Telde (a unos 20 kilómetros).
Además al ser requerida por policías y guardias de seguridad para que regresara a su domicilio se negó a acatar estas instrucciones, amenazándoles con violencia e insultándoles con expresiones como “zampabollos” o “hijos de puta”, según recoge el fallo de la sentencia.
Todo ello, después de que se declarara probado durante un juicio rápido de conformidad, que el 20 de marzo, sobre las 16.30 horas, la acusada, cuando se hallaba en el centro comercial Alcampo, “con ánimo de menoscabar el principio de autoridad, se negó en reiteradas ocasiones a acatar las instrucciones dadas por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, quienes habían sido requeridos para acudir al lugar ante el incumplimiento por parte de la acusada de las disposiciones relativas al estado de alarma en vigor”.
Esto motivó que la mujer insultara a los agentes y a los vigilantes de seguridad de dicho establecimiento con “expresiones vejatorias e intimidatorias”.
Finalmente, la acusada confesó los hechos y mostró su conformidad para beneficiarse de una rebaja en la condena aunque pasó dos días en los calabozos policiales. La resolución judicial en este caso es firme.
Multa por huir
Por otro lado, el Juzgado de Instrucción Número 3 de Telde (Gran Canaria) también ha dictado una sentencia en la que multa a un vecino de Telde con 720 euros después de que el 22 de marzo fuera sorprendido por la policía deambulando sin motivo por la calle Guayasent y al ser requerido por los agentes para acatar las instrucciones se dio a la fuga.
Finalmente, cuando fue interceptado, forcejeó con los agentes y se opuso “de forma activa” a su detención.