La causa que investiga la presunta compra de votos en las elecciones de 2015 y 2019 en Mogán, un municipio turístico de cerca de 20.000 habitantes ubicado en el sur de la isla de Gran Canaria, se enreda. La víspera de San Juan, cuando ya se habían cumplido seis años del inicio de las actuaciones, comenzó el desfile de testigos ante el juez instructor y llegó el primer sobresalto. Una de ellas, Beatriz P.G., cambió su versión de los hechos. En 2016, ante la Guardia Civil, había denunciado que el partido local Ciuca (Ciudadanos por el Cambio), liderado por la actual alcaldesa, Onalia Bueno, le había pagado 150 euros por su voto en los comicios de 2015. En su comparecencia del pasado 23 de junio, se desdijo y afirmó que quienes le habían dado esa cantidad para que hablara del pucherazo en la televisión eran un denunciante de la trama, el ciudadano Ramón Trujillo, conocido en la localidad como el Perraya, e Isabel Santiago, concejala en la oposición con Nueva Canarias (NC) y personada como acción popular en un procedimiento con diez investigados, entre ellos la regidora.
Su cambio de versión alimentaba la tesis de la conspiración activada por la defensa de la alcaldesa, ejercida por el despacho del afamado abogado José Antonio Choclán, que sostiene que la trama de compra de votos y financiación de Ciuca es una invención de Santiago, rival política de Bueno. Durante su declaración, el magistrado instructor, Francisco Javier Ramírez de Verger, advirtió hasta en tres ocasiones a la testigo de que estaba obligada a decir la verdad y que, de lo contrario, podía incurrir en un delito de falso testimonio. Lo hizo tras apreciar varias contradicciones y lagunas selectivas en su relato.
Beatriz P.G. fue la segunda testigo en declarar el lunes 23 de junio. Antes lo había hecho uno de los denunciantes, Francisco González, alcalde de Mogán entre 2003 y 2015 en las filas del Partido Popular (PP), formación en la que militó Onalia Bueno hasta 2007, cuando fue expulsada después de que estallara un caso de corrupción en el municipio, el caso Góndola. Tres días después de su comparecencia, González aportó en los juzgados una nueva grabación que pone en duda la última versión de esa testigo, a quien se le escucha en ese audio en conversación distendida con el exregidor y con una tercera persona, José Luis C., que también reconoció ante la policía judicial haber cobrado 50 euros por dar su voto a Ciuca en las elecciones municipales de 2015 y que aún debe declarar ante el juez.
La grabación, a la que ha tenido acceso Canarias Ahora, está fechada en 2016. Los interlocutores hacen alusión a una denuncia manuscrita que Beatriz P.G. presentó ante el juzgado el 21 de abril de ese año. Y en un momento de la charla, la testigo señala que su contrato de trabajo (en un plan de empleo del Cabildo de Gran Canaria) expira “a principios de julio”. Acto seguido, comienzan a hablar del presunto pucherazo. Beatriz señala a Yasmina (Suárez, una de las personas imputadas en la causa) como la persona que captó su voto para Ciuca a cambio de 150 euros y afirma también que le prometieron un trabajo a su novio. González, por su parte, hace referencia al empresario Luis Oller, presidente de Aguas de Arguineguín, a quien los investigadores apuntan como financiador de la trama de compra de voluntades.
Beatriz P.G.: “Mi voto iba para ti como todos los años”
Francisco González: “Pues ¿sabes cuál es la conclusión? Tú seguirás con la misma miseria, yo estoy en la calle, no puedo hacer nada por ustedes y esta ahí protegiendo los intereses de Luis Oller y de Puerto Rico S.A. La diferencia es que tú vas a seguir con las mismas miserias, porque ella, al defender los intereses empresariales que está defendiendo, va en perjuicio de los contribuyentes y de los ciudadanos. ¿Lo entiendes? A mí me echó de alcalde no tú, me echó el agua”
José Luis C.: “El agua de Arguineguín”
Francisco González: “Vamos a ver, tú no te puedes imaginar... ¿A ti cuánto te dio por el voto?”
Beatriz P.G.: “150. Me iban a dar 100, porque mi tío me dijo: pídele 100, porque ellos te van a decir 50”
Francisco González: “¿Y quién es tu tío?”
Beatriz P.G.: “Mi tío es José Manuel, el Robocop. Le dije: sí, yo voy a ser más lista, le voy a pedir 150”
Francisco González: “¿Pero qué José Manuel?”
Beatriz P.G.: “Mi tío José Manuel, el que vive en la charca, que está fijo lleno de tornillos, le dicen el Robocop”
Francisco González: “Ah, el Robocop” (ríe)
Beatriz P.G.: “Él fue quien me dijo a mí: Pídele 100, que están comprando los votos. Y yo fui más lista y le pedí 150. Lo estaban dando, pero no me lo querían dar. Le digo: pues mira, voy a votar por Paco González. Y dice: no, no, espérate...”
Francisco González: “¿Ella, ella?” (refiriéndose a Onalia Bueno)
Beatriz P.G.: “La chica”
Francisco González: “¿Qué chica fue esa?”
Beatriz P.G. : “Yasmina, la de Eduardo el monillo, la de los Caideros. Que tiene casa allá arriba”
Francisco González: “¿Yasmina?”
Beatriz P.G.: “Yasmina la rubia, la hija de Eduardo el monillo”
José Luis C.: “¿Te acuerdas? Que te dije yo...”
Francisco González: “¿Que vive en Caideros?”
Beatriz P.G.: “Sí. A la hija le dieron casa arriba por donde vive Fita”
Francisco Gonzáles: “Ya sé quién es”
Beatriz P.G.: “Ella fue la que me ayudó a rellenar los papeleos”
Francisco González: “¿Una rubita, monilla ella?”
Beatriz P.G.: “Ella”
Ese testimonio es coincidente con el que ofreció ante el equipo de la policía judicial de la Guardia Civil en diciembre de 2016, meses después. Entonces declaró que dos semanas antes de las elecciones tuvo conocimiento de que una vecina de nombre Yasmina ofrecía dinero a cambio del voto para Ciuca y que un día pasó por las inmediaciones del instituto de Arguineguín, un lugar que sabía que frecuentaba, y habló con ella. Siempre según esta versión inicial, la colaboradora del partido de Onalia Bueno le ofreció 50 euros por el voto, pero Beatriz le pidió 150 porque tenía tres hijos. Yasmina le dijo que tenía que consultarlo y que se pondría en contacto con ella. Se intercambiaron los teléfonos y se despidieron. Esa misma tarde recibiría la llamada que confirmaba que habían aceptado darle ese dinero.
El relato continúa en la casa de Yasmina, adonde Beatriz habría acudido en dos ocasiones. La primera para rellenar la documentación para solicitar el voto por correo (una de las estrategias que, según las pesquisas policiales, utilizó la organización para intentar asegurarse la victoria en las elecciones municipales) y la segunda para entregar el sobre que había recibido en su casa y cobrar los 150 euros prometidos en metálico. Incluso proporcionó detalles que, a juicio de los investigadores, daban credibilidad a su testimonio, como que tuvo que quedarse cuidando de la hija de la colaboradora de Ciuca cuando esta se ausentó de su domicilio durante unos minutos para buscar el dinero.
Sin embargo, en su comparecencia del pasado 23 de junio ante el juez instructor, Beatriz se desdijo. Manifestó que había mentido a la Guardia Civil porque en aquel momento estaba “enganchada” a las drogas, que votó “libremente” sin recibir ninguna contraprestación económica a cambio y que en su comparecencia ante la policía judicial se había limitado a repetir lo que presuntamente le habían instado a decir el Perraya y Santiago y lo que exponía la denuncia que había presentado en abril de 2016. “Me lo tenían que recordar porque me olvidaba”, vino a decir en su comparecencia en sede judicial, una afirmación que queda en entredicho con el contenido de la grabación aportada por Francisco González, en donde se le escucha contar con precisión lo sucedido en los días previos a las elecciones, que coincide con lo que explicaría meses después a los investigadores. Ante el juez dijo no recordar quién era Yasmina. Sin embargo, el audio revela que conocía datos personales de la colaboradora de Onalia Bueno (“la hija de Eduardo”, “la que vive en Caideros”, “la rubita”) que permitieron que su interlocutor pudiera identificarla. En el sumario obra otra grabación que, según la policía judicial, avala el testimonio de Beatriz. En concreto, un audio en el que la propia Yasmina le reconoce también a Francisco González que Ciuca le ha ofrecido trabajar para ellos como captadora y que esta formación estaba comprando “una pasada” de votos.
La Guardia Civil, a quien facilitó incluso el número de teléfono de Yasmina, no apreció en el testimonio de Beatriz ningún indicador que cuestionase la veracidad de su relato o que pudiese haber sido dirigido por terceras personas. Así lo expuso el instructor policial en uno de los primeros informes que obran en la causa, en donde destaca que esta testigo “respondía con cierta naturalidad”, con coherencia y “sin exteriorizar que pudiera estar improvisando”. Además, reconoció estar preocupada por las responsabilidades personales que pudieran conllevar la venta de su voto. Su testimonio tenía una estructura “lógica y detallada”, con “sucesos y complicaciones inesperadas” que, a juicio de los investigadores, reforzaban su credibilidad, al igual que algunos “detalles superfluos” sin interés para la causa, como cuando “manifestó espontáneamente la alegría que le dio recibir los 150 euros”.
En ese informe, la policía judicial también destacó que Beatriz, una persona con problemas laborales, sin formación académica y sin recursos económicos, encajaba en el perfil que intentaba captar Ciuca para la compra de votos, “un objetivo vulnerable”. En la conversación grabada por el exalcalde de Mogán, la testigo cuenta cuál era su situación.
Francisco González: “Dice: dos semanas antes del 24 de mayo de 2015 me ofrecieron...”
Beatriz P.G.: “Sí, los 150 euros tal y cual. Pero los 150 euros fui yo que les dije, fui más lista que ella. Le dije: me das 150 euros. Si no me los das, no voto... A mí me hacían falta, Paco, no tenía nada. Con tanta gente que hay en mi casa, que tú mejor que nadie lo sabe. Seis niños en mi casa”
Francisco González: “¿Cuántos niños?”
Beatriz P.G.: “Seis”
Francisco González: “¿Tú qué tienes, tres?”
Beatriz P.G.: “Yo tengo tres, mi hermana tiene dos y la otra tiene una”
Francisco González: “¿Qué están viviendo, todos juntos?”
Beatriz P.G.: “Todos juntos, los niños se criaron juntos, Paco. Yo me he visto en el alquiler y mi niña lloraba y lloraba”
Francisco González: “¿Y tu madre está cobrando alguna pensión?”
Beatriz P.G.: “Mi madre ahora mismo está cobrando esa, la de los 52 años esa”
Francisco González: “¿Qué ingresos hay en tu casa?”
Beatriz P.G.: “El de mi madre y el mío. Nada más que 400 que cobra mi madre o menos de 400 o algo así, y lo mío, que me descuentan la judicial”
Francisco González: “¿Qué te descuentan? ¿Judicial?”
Beatriz P.G.: “Sí”
Francisco González: “¿Por qué?”
Beatriz P.G.: “No sé por qué era, no sé si era por lo de la Seguridad Social, por una denuncia que hicimos yo y una amiga mía, la hermana de América. No la perdonamos y llegamos al juzgado. Entonces nosotros tenemos que pagarle a la Seguridad Social. No sé si es eso...”
José Luis C.: “No, eso es el juicio, eso son las costas del juicio”
A lo largo de la conversación, aparecen algunos nombres que habrían colaborado con Ciuca en el presunto pucherazo y lugares, como el bar Arguineguín, convertidos en centro de operaciones. “Ahí se pagaron un montón de votos”, dice José Luis C. a sus interlocutores después de que Beatriz contara una anécdota de un vecino del municipio para advertir al exalcalde de que ese establecimiento disponía de cámaras. La grabación concluye con la confirmación por parte de la testigo de que los votos presuntamente comprados eran para Ciuca y con una explicación por parte de Francisco González de las razones por las que el empresario Luis Oller, de quien los investigadores sospechan que actuó como financiador de la trama, estaba interesado en la victoria electoral de Bueno. Y es que un año antes de las elecciones de 2015, el regidor del PP había iniciado el expediente para municipalizar el servicio de aguas, lo que dejaba a la empresa de Oller sin su parte del negocio.
Francisco González: “Mira, ¿tú estás segura de que los votos eran para Ciuca?”
Beatriz P.G.: “Claro”
Francisco González: “Yasmina cogía los votos para Ciuca”
Beatriz P.G.: “Todos, para Ciuca todos”
Francisco González: “¿Te dijeron que eran para Ciuca?”
Beatriz P.G.: “Todos, para Ciuca. Todo era Ciuca. Ella me ayudó a rellenar el papel”
José Luis C.: “Se aprovechó de la parte más débil”
Francisco González: “¿Te digo una cosa? No sacaron mayoría por un milagro”
José Luis C.: “Es que se lo estoy diciendo. Digo, si ella no hace esa estrategia, ella no saca...”
Francisco González: “Para que te hagas una idea. En el mes de febrero, tres meses antes de las elecciones, hice una encuesta y sacaba doce concejales. Uno más de la mayoría, uno más de los que tenía. Ella bajaba de seis a cinco. Tres meses después, nosotros bajamos a ocho, perdemos cuatro de los que teníamos previsto. Y ella sube de cinco a diez. Subió cuatro. Y todo eso fue comprado”
José Luis C.: “Claro”
Francisco González: “Y las encuestas te las enseño cuando quieras, para que veas el destrozo que hizo... ”
Beatriz P.G.: “Te lo estoy diciendo, que en el momento que ella salió, que estaban todos con los gritos, que mi amiga Fefita, esta que se fue a desplomar, que yo la agarré... Yo fui para que me vieran por allí, para que vieran que tal... Tú sabes que mi voto siempre ha sido para ti, pero yo no sé si mi madre te votó a ti o a quién le votó”
Francisco González: “Sí, pero me destrozaron todo”
José Luis C.: “Pero es que, además, se aprovechó de la necesidad”
Beatriz P.G.: “Te destrozaron a ti y nos destrozaron a nosotros”
Francisco González: “¿Y sabes lo que pasa? Que esta tía va a estar trabajando para Aguas de Arguineguín, para pagarle favores. ¿Me quieres decir de dónde coño salió tanto dinero para comprar tanto voto? Imagínate, una cosa. Si yo te cojo a ti...”
Beatriz P.G.: “Eso lo dije yo. Si no tenía dinero, ¿Cómo coño compró los votos?”
Francisco González: “Mira, si yo soy alcalde, si yo me presento a unas elecciones y te doy a ti 150 euros por un voto, imagínate mil votos más. Mil votos más son 150.000 euros”
José Luis C.: “Y mi voto no es nada”
Francisco González: “¿Tú me quieres decir...? Pero, además, cuenta: tenderetes, vallas publicitarias, cartelería, medios de comunicación, spots publicitarios... Esa mujer se gastó en la campaña más de 700.000 euros. ¿Tú me quieres decir de dónde salió tanto dinero para comprar tanto voto? De un empresario y ese empresario es Luis Oller. ¿Por qué? Porque yo le iba a quitar el agua. Yo le hice un expediente para que el agua fuera municipal, de todo el municipio. Y este tío me la juro. Me dice: tú no me quitas el agua. Aportó todo lo que hubiera que aportar y yo te juego a ti que un expediente que se inició hace un año, de hecho lo tiene aparcado, es que no le va a quitar el agua a Luis Oller. Y, al final, te voy a decir una cosa. Luis Oller terminará quedándose con el agua de todo el municipio. Y además, para compensarle, le subirá el canon del agua. Es decir, que encima esos 150 euros que te dieron...”
José Luis C.: “No te va a dar ni para pagar el agua”
Francisco González: “No te va a dar ni para pagar el agua en un año. Ya lo verás. El agua de Mogán es la mitad más barata que San Bartolomé. Cuando Luis Oller se quede con la desaladora de Puerto Rico, que se la va a quedar, porque ella está presionando a Puerto Rico SA para que le venda la desaladora a Luis Oller. Cuando se quede con el agua de Mogán, esas inversiones tienen que compensárselas a Luis Oller. Y para compensársela, le subirán la tarifa del agua. Al final, los 150 euros que te dieron, los pagarás en agua”
Beatriz P.G.: “Ella me dijo: para las chiquillas, para ir al médico...”
José Luis C.: “La diferencia es que cuando el agua está municipalizada, si tú dejas de pagar un recibo...”
En su declaración del 23 de junio, Beatriz manifestó que le pagaron un total de 150 euros, 50 “en mano” y otros 100 en dos transferencias, para “mentir” y denunciar la compra de votos en televisión. Apuntó, además, que había participado en una reunión para este fin en la casa de la concejala de NC Isabel Santiago, acción popular en la causa, en presencia también de Ramón Trujillo el Perraya, uno de los denunciantes. A raíz de estas afirmaciones, la defensa de Onalia Bueno ha pedido que se oficie a la entidad financiera donde tiene la cuenta corriente esta testigo los movimientos realizados desde 2015 en adelante para identificar el origen de esas supuestas transferencias. Ante el juez, y sin haber sido preguntada por ninguno de los abogados presentes en la sala, Beatriz se ofreció a dar su número de cuenta en ese mismo momento, de lo que se colige que lo llevaba preparado.
También afirmó que se había sentido acosada por el Perraya durante la semana previa a su declaración, que la había ido a buscar “al puente” en el que vive y que había sentido miedo. Sin embargo, ha aportado una grabación realizada ese mismo día en la que es ella quien se dirige al domicilio de Trujillo para preguntarle qué debía decir ante el juez. “La verdad. Como digas mentiras, te meten presa”, fue la respuesta. El abogado del Perraya aludió a la existencia de una denuncia previa de Beatriz en la que afirmaba haber recibido presiones de Ciuca para cambiar el sentido de la declaración que había prestado ante la Guardia Civil, pero, al ser preguntada en la sala, la testigo dijo no acordarse de haberla presentado.